Alejandro Mendoza es una de las piezas básicas del Santa Cruz ADEIN Tenerife Fundación CB Canarias, representativo en la Primera División de baloncesto en silla de ruedas. Retornó a la isla para sumarse a este proyecto deportivo, al que ha visto crecer muy rápido. Se muestra ilusionado con lo que pueda vivirse en la temporada próxima, en la que espera que el equipo dé un nuevo paso adelante. En la siguiente entrevista reflexiona sobre su carrera deportiva, sobre el baloncesto en silla de ruedas y sobre el deporte en general.
¿Qué sensaciones te dejó la temporada pasada?
“Esperaba menos. Hicimos un buen papel durante la campaña 23/24, clasificándonos para la final a cuatro. Se experimentó una mejoría respecto al año anterior”.
Cuando empezó la temporada la meta era la permanencia, pero ese objetivo se cambió con el paso de los meses. ¿Cuándo se dio cuenta que la meta podía ser otra?
“Cuando vi que empezábamos a competir. Al no celebrar partidos de pretemporada, no tuvimos claro el rendimiento que íbamos a dar. También cambió el sistema de juego y hubo que adaptarse. Pero como digo empezamos a competir y eso se vio cuando se ganó holgadamente al Ferrol. Luego llegaron otros partidos con victorias y también con derrotas, pero donde aguantábamos. Ahí fue donde noté que se podía lograr la permanencia antes de lo normal. Cuando le plantamos cara a equipos como Puertollano o Zuzenak vi que estábamos para algo más. Quedó claro que podíamos pensar en algo más que la permanencia. Pero en mi opinión siempre se debe ir con pies de plomo. No podemos vender la piel del oso antes de cazarlo. Me encanta esta frase, dicho sea de paso. Por todo eso digo que la temporada pasada me dejó una sensación bastante buena”.
El trabajo que ustedes hacen en los entrenamientos como equipo se complementa con el que hacen en el gimnasio a nivel individual.
“Sí. Y en mi caso, este año, lo voy a complementar con natación. Este deporte se está profesionalizando a pasos agigantados. No sé si esto ocurre porque la discapacidad se está poniendo de moda. Añadir a eso que desde mi punto de vista el baloncesto en silla de ruedas es el deporte más vistoso entre los que practican las personas con discapacidad”.
¿Qué esperas de la próxima liga?
“Me gusta pensar a lo grande, pero también como dije antes debemos tener pies de plomo. La ilusión es quedar primero. Soy muy competitivo. No me gusta perder y creo que eso se ve en los partidos cuando me enfado mucho conmigo mismo. Cuando algo no me sale, pues me enfado como digo. Espero que el equipo sea igual de competitivo este año que el pasado o incluso más aún. Quiero no empezar pensando en evitar el descenso, sino luchar por quedar primeros, de tener la oportunidad de ascender a la máxima categoría”.
En la temporada pasada tenías la responsabilidad de finalizar muchos ataques. ¿Es algo que te gusta o por el contrario supone una gran responsabilidad?
“No era algo a lo que estuviese acostumbrado. He estado en otros equipos donde no tenía esa responsabilidad. El volver a Tenerife me ha hecho crecer en ese sentido. Y tener dicha responsabilidad es algo que me gusta. Aunque tampoco se trata de finalizar siempre las jugadas, pues resulta igualmente satisfactorio dar un buen pase que acabe en canasta de otro compañero. Me gusta intervenir en el juego, pues pienso que tengo buena visión. No me puedo comparar en ese sentido con Tino, pero me gusta llevar el peso del equipo”.
¿Qué pueden aportar Chichirita y Parra, los nuevos fichajes?
“Chichirita hace todo. El año pasado era la cabeza pensante del Zaragoza, pero también el alma, el motor… subía la bola, tiraba, defendía, bloqueaba… es un todo en uno. A ello sumar que tiene un buen manejo de silla. Es un jugador completo y un buen fichaje para esta categoría. Es un buen complemento para lo que ya tenemos. Y lo mismo se puede decir de Parra. Hablamos de un jugador alto, que corre, con buen tiro y que se entiende con el punto bajo. Creo que se complementará muy bien con Jonay. Estos dos fichajes vienen a sumarse a la base que ya teníamos desde el año pasado”.
A título personal, ¿qué meta se ha puesto para el próximo curso?
“En este deporte nunca se termina de aprender. Este año tenemos jugadores que también podrían tener el rol de tirador, por lo que yo tendría que intervenir en el juego de otra manera, haciendo bloqueos, ayudando a subir la bola o defendiendo mejor, una de las facetas en las que debo mejorar”.
¿Qué rivales habrá que tener más en cuenta?
“El Valencia, que es un recién ascendido, podría dar la sorpresa. El Sureste Gran Canaria puede que esté en la zona media-alta de la tabla, dando guerra aunque quizá menos que el año pasado. El Ferrol podría estar en la zona alta también. Al Zuzenak hay que tenerlo en cuenta por su buen trabajo con la cantera. El Leganés, que también debuta, fue un equipo que nos creó muchos problemas en la fase de ascenso hace dos años. Debemos mirar a todos y pensar que todos son difíciles. Debemos respetar a todos los rivales para jugar lo mejor posible y ganar el máximo número de partidos”.
Tienes años de experiencia en el baloncesto adaptado, tanto en Tenerife como en la Península. ¿Cómo ha evolucionado este deporte desde que lo practicas?
“En mis inicios empezó a experimentarse un cambio en la manera de jugar, introduciéndose las transiciones. Ahora las transiciones son el pan de cada día. Muchos equipos juegan a hacer transiciones rápidas para dejar la máxima cantidad de gente fuera y tener superioridad. Es más difícil atacar una zona, claro está. Se buscan las entradas a canasta y los tiros liberados. En este deporte, como en todos, lo físico parece que cada vez resulta más importante. Y no solo se trata de músculo, también se trata de aguante. Algo que he vivido es que cada vez hay más gente interesada en nuestro deporte. Nuestro pabellón es prueba de ello, pasándose de jugar en familia a tener ahora en la grada a 100 o 150 espectadores. Eso demuestra que estamos ante un deporte que gusta. Todo eso nos lleva a hablar de una mayor profesionalización”.
¿Y no crees que este deporte se ha vuelto cada vez más táctico?
“Yo jugué al baloncesto a pie y puedo decir que en el baloncesto en silla de ruedas hay más pizarra. Y por eso también puedo decir que el baloncesto en silla de ruedas es más entretenido que el baloncesto a pie. Me gustan los dos, pero el baloncesto en silla de ruedas no lo cambio por nada del mundo: es más táctico, más físico, más espectacular… Veo más compañerismo, ya que todos somos conscientes de que nos podemos hacer mucho daño en una caída. Durante un partido te pueden dar un golpe mal dado, pero siempre llega la disculpa. Siempre hay una mano dispuesta a ayudarte si te has caído”.
¿Qué se necesita en Tenerife para seguir creciendo?
“Personas con discapacidad física… que no queremos que existan, pero… Y apoyo, tanto de las empresas como de las instituciones, aunque sea para que nos den dos euros”.
Andrea Santana dijo en una entrevista reciente que se debe hacer ver a los padres de los niños con discapacidad que pueden practicar deporte. ¿Qué piensas?
“Hace años las personas con discapacidad se quedaban en casa. Ahora eso ya no es así, pero aún te sigues encontrando con padres que tienen miedo porque temen que a los chicos les puedan dar un golpe o que se puedan caer. Hay que dejarlos hacer su vida”.
Suele visitar bastantes colegios a lo largo del curso para hablar de baloncesto adaptado. ¿Cómo son esas experiencias?
“Me gustan. Me llama la atención el desconocimiento infantil que tienen los chicos de este mundo de la discapacidad y los deportes adaptados. Intento hacerles ver que muchos deportes están adaptados. Y lo mismo pasa con muchas profesiones. Las personas que vivimos con una discapacidad estamos acostumbrados a adaptar las cosas a nosotros. A los chicos les sorprende ver la forma que tenemos de mover la silla, como frenamos, etc. Es reconfortante verlos entender que se puede. Ir a un colegio me alegra el día”.
¿Vive usted su mejor momento deportivo o por el contrario piensa que esa madurez está aún por llegar?
“Está por llegar. Creo que maduré mucho en los años que estuve fuera. Me veo con más pesó en el equipo. Tampoco creo que sea una cuestión de protagonismo”.
¿Se ve un líder en el ADEIN?
“Sí. Tino es un líder también y más que él no puedo ser. Mi ilusión es jugar con Tino en División de Honor”.