0

Etiquetas

El pasado martes 26 de noviembre fue la gala de la prestigiosa Guía Michelin en la que Canarias brilló de manera exitosa. Todos los restaurantes de las islas galardonados con la tan ansiada estrella la mantienen un año más y cuatro nuevas brillan con luz propia. Son el restaurante Donaire y el restaurante il Bocconcino, ambos en Adeje, Tenerife; Kamezí, en Playa Blanca, Lanzarote, el primer reconocimiento para esta isla, y en Gran Canaria deslumbra después de conseguir el año pasado la Estrella Verde (espacios gastronómicos pioneros en sostenibilidad) Muxgo Restaurante by Borja Marrero, que este año ha sido premiado con la estrella roja.

Desde estas líneas me encantaría primero felicitar a todos los restaurantes premiados, sobre todo en Canarias, porque son el reflejo del rumbo que lleva nuestra gastronomía en los últimos años, que no para de crecer en calidad y producto, pero también en esfuerzo, pasión y trabajo. Y en segundo lugar, a todos aquellos establecimientos que la buscan o incluso la merecen y aún no la han conseguido. Soy de los que piensa que este tipo de premios son un reconocimiento a lo que se hace de manera constante durante un tiempo, y el tiempo siempre es indeterminado, por ello, sé que les llegará su momento.

Y es que si hablamos de calidad, producto, esfuerzo y pasión a lo largo de un periodo de tiempo, Muxgo Restaurante by Borja Marrero es un ejemplo de ello. 

Ustedes que me leen saben que adoro contar historias que hablen de experiencias, y afortunadamente con Borja y en Muxgo he tenido la buena suerte de tener varias y desde diferentes perspectivas. Pero quiero centrarme en la que viví en el momento en el que me acerqué al restaurante a felicitarlo, tanto a él como a todo su equipo.

Al llegar al restaurante, ahí estaba Borja en su cocina, con todo su equipo ya activo y bien orquestado para un evento. Lo primero que pensé, que luego le transmití es que, nada cambia ahí dentro, en su cocina. Dentro de esas paredes y al lado de esos fogones, todo sigue igual. Ojalá logré explicarme, pero es que el oficio de hacernos disfrutar a todos comiendo, es un arte constante, en continua evolución y exigencia. Los premios son el reconocimiento a esa búsqueda de la excelencia, pero no el fin. 

“A priori en la vida cotidiana no cambia nada porque seguimos trabajando igual y con más fuerza, pero a nivel personal y con todo el equipo, nuestro concepto sí cobra sentido”, dice el chef grancanario.

Pude mantener una pequeña conversación con él que fue muy enriquecedora, sin duda Borja rebosa estos días plenitud y alegría, esa bonita sensación de hacer las cosas bien y que se te reconozca, que ojalá todos sintamos alguna vez en nuestras vidas.

Estuve alrededor de unos 45 minutos en el restaurante, rato que quise aprovechar para empaparme de lo que todo lo que un equipo humano compuesto por ocho personas hace en momentos donde no se les ve. Y es que verdaderamente somos eso, ¿no creen? 

“Somos eso que hacemos cuando nadie nos ve”, y estoy seguro que esas acciones son las que le hacen llegar aún más alto en este mundo de la gastronomía. “Creo que es necesario ponerse objetivos altos, si no nos ponemos objetivos por encima, probablemente caigamos de donde estamos y no queremos eso, queremos seguir subiendo”

Durante la entrevista, Borja nos habla de su futuro a largo plazo. Y es que un ser humano inconformista como lo es él, siempre tiene por delante un rumbo, una dirección que encamina todo lo que hace cada día. Reconozco que mientras escuchaba lo que decía, por momentos ví lo que desea, que al mismo tiempo muchos comensales como yo, seguro también queremos: que nos haga disfrutar aún más si cabe en su territorio, en su pueblo, en su finca.

Y habló de su finca, claro: “El movimiento definitivo de Muxgo será volver a Tejeda, a que la gente pueda disfrutar de nuestra gastronomía y que nuestros animales sean parte de ella, con nuestro territorio y nuestro entorno”.

Desde aquí agradezco a Borja Marrero ese ratito juntos con tan buena conversación, a todo el equipo que siempre está predispuesto, y sin olvidarme de Silvia, la jefa de sala/sumiller que es una profesional a la altura de todos los reconocimientos que el restaurante está logrando pero además, un ser humano maravilloso. ¡Gracias por hacernos disfrutar de una forma tan auténtica!

Gracias a ti también por leerme, espero vernos pronto en una buena sobremesa.

Puedes seguirme en @gonzalo_santana ó contactar conmigo en disfrutones@canariasahora.com

stats