Acampados en el aeropuerto

Si este mes de noviembre usted tomó un vuelo interinsular en Gran Canaria, seguramente observó un grupo de personas con petos amarillos acampados en la zona de facturación del aeropuerto. No eran miembros del 15-M, sino trabajadores de mantenimiento del aire acondicionado protestando porque se han visto abocados al desempleo. La empresa encargada del servicio ha cambiado, y la nueva se niega a subrogar a los trabajadores, como es habitual en los contratos con la Administración.

Las anteriores adjudicatarias -las últimas fueron Clece y Eulen- siempre se hacían cargo de la plantilla anterior, pero Auditel, que ha entrado este año, ha decidido no renovar a 11 de los 16 trabajadores del servicio. Nadie se quiere hacer cargo del problema, y los trabajadores ya han presentado denuncias al considerar que la nueva empresa tiene la obligación de contar con ellos. Mientras tanto, afrontan esta Navidad con un blog de protesta y cobrando el paro.

Mario Suilén llevaba siete años en su puesto. “Hemos denunciado a las dos empresas. Los trabajadores hemos ido uno a uno al SEMAC (Servicio de Mediación y Arbitraje de Canarias), y se ha presentado Eulen, pero no Auditel”, apunta. Él y sus compañeros no están preocupados por la indemnización por despido, pues aseguran que su antigüedad en el puesto -uno de los empleados llevaba 22 años- está garantizada por una sentencia judicial anterior. Lo que quieren es trabajar. “Tuvimos dos reuniones con el director de Aeropuerto, pero dice que no es competencia suya”, comenta.

Juan Pablo Santana, de Comisiones Obreras, comenta que Auditel contrató por debajo del 33% del la plantilla anterior “porque si no se vería obligado por ley a subrogarlos a todos”. Recuerda que los trabajadores llegaron a proponer un ERE rotatorio por el que el número de empleados quedaría en 12, y cada mes hubiera uno que no trabajara. “Pero la empresa no aceptó”, se lamenta.

Contrariamente a lo que señala Suilén, un representante de Auditel sí ha querido comentar el tema, aunque sea para ratificar la posición de la empresa de no contratar más que cinco trabajadores de los que venían realizando las labores. “Tenemos fecha para el juicio y el árbitro dirá”, ha señalado. Por parte de Eulen no ha habido respuesta.

Cuando Auditel se hizo cargo de este servicio, por el que cobrará 416.000 euros, los trabajadores recibieron la habitual carta de despido de la empresa anterior. En ella se les comunicaba que el 31 de octubre dejarían de prestar sus servicios en Eulen debido al cambio de la contrata, y su contrato temporal quedaba por tanto extinguido.

La propia Eulen expone en su carta de despido que “a partir de la indicada fecha podrá pasar a integrar la plantilla de la nueva empresa adjudicataria (AUDITEL) que, en cumplimiento del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores y la Jurisprudencia comunitaria y del Tribunal Supremo que lo interpreta, ha de asumir todos los derechos y obligaciones derivados de su situación laboral”.

Esta es precisamente la estrategia de los trabajadores y del sindicato: denunciar que el pliego de condiciones que sacó el Aeropuerto de Gran Canaria incumple el Estatuto de los Trabajadores, ya que aquel no especifica que se debe contratar a la plantilla anterior. Todo lo más, se hace referencia al convenio colectivo, en este caso el siderometalúrgico de la provincia de Las Palmas. Pero tampoco ahí se exige subrogación, como explica uno de los trabajadores afectados. Dicho convenio lo deja supeditado a un acuerdo entre patronal y sindicatos, y en tal caso no entraría en vigor antes de 2013. Demasiado tarde para ellos.

Juan Pablo Santana (CCOO) no deja de recordar que el pliego de condiciones está en el origen del problema. “Estamos tratando de que AENA establezca la subrogación obligatoria y se haga cargo de esta situación”, explica.