El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, han acordado proponer que los 17 países de la zona euro introduzcan en sus respectivas constituciones en el verano de 2012 “un objetivo para regresar al equilibrio presupuestario” y solicitarán además la imposición de una nueva tasa que grave las transacciones financieras.
Asimismo, el presidente galo anunció en la rueda de prensa posterior al encuentro de ambos líderes en El Elíseo que Francia y Alemania pretenden aplicar a las empresas alemanas y francesas a partir de 2013 un impuesto de sociedades común, como demostración de la “convergencia franco alemana”.
Por otro lado, los dos mandatarios han acordado proponer a sus socios el establecimiento de una gobernanza común para la zona euro que comprendería la elección por un periodo de dos años y medio de un presidente de la eurozona, cargo que en un primer momento reposaría sobre Herman Van Rompuy, actual presidente del Consejo Europeo.
Sin embargo, tal y como se había adelantado, ambos líderes indicaron que durante esta cumbre no se había planteado la cuestión de los eurobonos, sobre los que el presidente galo, sugirió que “pueden suponer la culminación de la integración”, pero no resultan interesantes al principio de la misma.