Lo ha solicitado fervientemente estos últimos días el PP, Coalición Canaria o la diputada tránsfuga Vidina Espino: rebajar el impuesto a los combustibles “para reducir los precios”. El Gobierno de Canarias se niega a adoptar medidas que impliquen una reducción de impuestos al entender que no contribuiría a abaratar los precios. “El IGIC a los hidrocarburos está a cero. Y en el caso del gasoil, más del 60 % se le devuelve a los transportistas”, señaló el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres este martes. Pero ¿sería efectivo adoptar en algún momento esta medida? ¿a quién beneficia? El profesor de Economía aplicada de la ULPGC Juan Luis Jiménez, experto en este sector, resume que no es una buena idea ya que beneficiaría aún más a las empresas productoras y no tanto a la ciudadanía.
Jiménez aclara a este periódico que se trata de un mercado que tiene “dos ingredientes” fundamentales a tener en cuenta que generarían que la bajada de impuestos repercuta menos en los consumidores que en otros mercados. Se trata de la “falta de competencia en el mercado en cualquiera de los eslabones de la cadena de producción de este mercado, tanto desde el nivel mayorista como a nivel de estación de servicios”. Y otro de estos condicionantes es la “falta de inelasticidad de la demanda ya que en general la sociedad es muy dependiente de los combustibles fósiles y un aumento del precio no hace que caiga considerablemente la demanda”, añade.
En este marco, insiste en que “las reducciones de impuestos podrían trasladarse menos de lo esperado a los precios finales”. Esto significa que, por una parte, los consumidores no verían reducidos los precios de los productos en lo que cabría esperar y “estaríamos aumentando los beneficios de las distribuidoras, petroleras”, apunta. El profesor recuerda que en Alemania ya se tomó en 2020 esta medida, pero el resultado fue que los precios no bajaron lo esperado y la reducción de impuestos se tradujo en más beneficios para las petroleras. “Los datos están ahí”, remarca.
Jiménez también apunta que otro aspecto a tener en cuenta es la pérdida tributaria que se ocasionaría. Además, “tampoco hay que olvidar que el cambio climático sigue existiendo, y si queremos reducir la dependencia, dejar la gasolina barata no es la solución”. Se trata de un punto que no se suele recordar, pero que es una realidad. El profesor recordó esta semana en su cuenta de Twitter que cuando sube el precio del barril de crudo, la gasolina (y el diesel) aumenta su precio de inmediato en las gasolineras, pero cuando baja no lo hace tan rápido. Señala que cuando se habla de bajar impuestos siempre habría que estudiar el mercado y ver a quién va a beneficiar en cada caso.
Juan Luis Jiménez, participó en un proyecto de investigación junto al profesor Jordi Perdiguero de la Universidad Autónoma de Barcelona en el que estudiaron el precio del combustible en Canarias. En este trabajo, los profesores señalaron que “el sector de la venta mayorista y minorista de carburantes es un mercado de reducida competencia” en España y que la situación en Canarias es aún más grave, con “5 islas en oligopolio y 2 en monopolio”.
Partidos políticos intensifican esta petición
“Solucionar este problema es cuestión de voluntad política y espero que la voluntad que no han tenido para resolver un problema que ahoga las economías de La Palma, El Hierro y La Gomera la tengan ahora para no perjudicar la economía de toda Canarias”, señalaba en un comunicado este martes la diputada de coalición canaria Nieves Lady Barret. Su propuesta, “una bonificación del impuesto del combustible en las Islas Verdes como solución al sobrecoste”. La diputada Vidina Espino, que anunció recientemente que apoyará las iniciativas de Coalición Canaria, también ha insistido en que el Gobierno debe “reducir el impuesto del combustible para que las familias y pymes puedan hacer frente a la inflación”. “Canarias cuenta con capacidad normativa para regular el impuesto y con instrumentos fiscales para compensar el alza del precio de los combustibles”, aseguró.
El PP de Canarias, por su parte, también se ha mostrado a favor de un plan de alivio fiscal y poner en marcha algún mecanismo de corrección en la tarifa autonómica del IRPF para ajustarlo a la inflación, rebajar el impuesto especial sobre los combustibles para abaratar los combustibles“.
Las diferencias sobre las recetas para hacer frente a la crisis se han materializado también en la reunión del Consejo Asesor este lunes. Así, mientras los empresarios y la oposición han solicitado rebajar impuestos, el Gobierno de Canarias y los sindicatos se mostraban partidarios de impulsar otras medidas. El viceconsejero de Presidencia de Canarias, Antonio Olivera, ha asegurado que una bajada de impuestos “no es la política que se requiere para hacer frente a un problema de oferta”.
Este miércoles, el vicepresidente de Canarias, Román Rodríguez, ha insistido en que “una reducción de los impuestos que gravan la electricidad y el combustible en Canarias, por el contrario, no tendría impacto en el precio final que el consumidor paga por tales productos y sí repercutirá en los ingresos que la Comunidad Autónoma destina luego a la atención de la sanidad, la educación y los servicios sociales, y a ayudas a sectores productivos”.