FRANCFORT (ALEMANIA), 19 (EUROPA PRESS)
El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha alertado a Europa del riesgo de quedar “aún más rezagada” en el nuevo escenario post-crisis ante la pujanza de las regiones de mayor dinamismo si no adopta reformas que permitan solucionar los problemas de su sector financiero y de su mercado laboral.
En un discurso pronunciado en el marco del ciclo de conferencias de bancos centrales celebrado en Francfort, Strauss-Kahn afirmó que “Europa debe romper los grilletes del bajo crecimiento y dejar de conformarse con el papel de segundón” como la única manera de salvaguardar el modelo social europeo y su destino común.
“La zona euro experimentó una recesión más profunda incluso que EEUU y su recuperación es más lenta”, dijo Strauss-Kahn, quien aseguró además que la inadecuada “gobernanza” en la región hizo empeorar la situación.
De este modo, el mandatario del FMI ha recomendado en primer lugar solventar los problemas del sector financiero en Europa, garantizando que cuentan con suficiente capital para respaldar el crecimiento, algo para lo que Basilea III supone un hito.
Asimismo, Strauss-Kahn pidió a las autoridades europeas adoptar medidas, allá donde fuera posible, para estimular la demanda, aunque subrayando que es crucial contar con planes de consolidación fiscal a medio plazo creíbles y adaptados a la situación de cada país.
“Países diferentes afrontan retos diferentes, aunque en todos los casos el crecimiento la creación de empleo debe ser prioritaria porque el crecimiento sin empleo carece de valor”, indicó.
A este respecto, el director del FMI se mostró partidario del lanzamiento de un “mercado laboral único” a nivel europeo que permita maximizar el potencial de la región y elimine las barreras y divergencias en la eurozona, especialmente en materias como la fiscalidad del trabajo, los sistemas de beneficios sociales y la protección del empleo.
Por otro lado, Strauss-Kahn destacó la necesidad de equilibrar el crecimiento de la región entre los países con superávit y deficitarios, así como de una mayor inversión en investigación y educación, y una aproximación menos restrictiva a la inmigración, ya que, en su opinión, Europa no puede solucionar sus problemas “cerrando sus puertas”.