MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Gobierno, patronal y sindicatos han celebrado la primera reunión de la mesa tripartita de la contratación, que tiene como objetivo introducir cambios en el panorama de los contratos en España con la idea de reducir la alta tasa de paro juvenil, que ronda el 40%.
Como primer paso, se han fijado un calendario de encuentros, según ha dicho el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, en la que ha dado cuenta de este primer encuentro.
Según ha dicho, la reunión se ha desarrollado “con normalidad” y, tal y como se esperaba, ha finalizado con una agenda muy centrada en el empleo juvenil, el contrato a tiempo parcial y un nuevo esquema de formación y empleo. “Alrededor de esos temas se ha aprobado un calendario de reuniones”, ha añadido el titular de Trabajo.
Al encuentro han acudido la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, así como del secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, y la secretaria de Empleo de CC.OO., Paloma López, confirmaron a Europa Press en fuentes sindicales.
SE EMPEZARÁ POR LA CONTRATACIÓN A TIEMPO PARCIAL
Las mismas fuentes indicaron que la siguiente reunión se celebrará la próxima semana y que los trabajos comenzarán por la contratación a tiempo parcial, como ya se preveía en el Acuerdo Social y Económico (ASE) del mes de febrero. Se trata de hacer un “diagnóstico concreto de su incidencia” para detectar posibles puntos de mejora, han dicho.
Desde el ministerio de Trabajo se señala que el objetivo de este primer encuentro era “enmarcar la situación” del empleo juvenil y ver “cuál es la realidad” que hay que abordar, pero “no elaborar propuestas”.
Tal y como expuso ayer el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, esta cuestión se integra dentro del proceso de reformas en el ámbito laboral, pero no corresponde al ámbito estricto de la negociación colectiva, de ahí que se trate en una mesa separada.
De hecho, Valeriano ha expresado su intención de llegar a un acuerdo a lo largo del mes de junio y ha dicho que el Gobierno no ha adquirido de momento el compromiso de legislar de forma unilateral en el caso de que no se alcance un acuerdo a tres bandas.
LA PRIMERA POLÉMICA
Según ha comentado el ministro de Trabajo en sus últimas intervenciones, las negociaciones se centrarán en la búsqueda de nuevas alternativas de empleo, especialmente mediante el impulso del contrato de formación, la mejora del contrato en prácticas y el contrato a tiempo parcial.
La idea, según el Gobierno, es facilitar la contratación por parte de los empresarios, pero sin mermar los derechos de los trabajadores. Si bien, desde el ámbito empresarial, la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) ha rescatado la propuesta de un contrato único con indemnización de 20 días por año de servicio y máximo de una anualidad, tanto si el despido es procedente como si es improcedente.
Así figura en un documento elaborado por la patronal que preside Arturo Fernández, a la sazón vicepresidente primero de la CEOE, para analizar el estado de la situación de la negociación colectiva, en el que se apuesta además por mantener los contratos temporales causales.
Por otro lado, los empresarios madrileños plantean unificar un régimen de contrato a tiempo parcial, y, para buscar una “efectividad inmediata” contra el paro juvenil, sugiere un contrato temporal de fomento del empleo o de inserción, de dos años de duración y una retribución en base al salario mínimo interprofesional (SMI), “sin más requisitos ni limitaciones”.
Por ahora, la CEIM ha intentado encuadrar estas propuestas en la reforma de la negociación colectiva, a lo que el ministro de Trabajo ha respondido que “incorporar asuntos de ese calado a estas alturas de la negociación impediría negociar en tiempo real y exigiría muchos más meses”.
FORMACIÓN 'A LA ALEMANA'
Por otro lado, el ministro de Trabajo ha indicado que el impulso del contrato de formación no debería centrarse tanto en su modificación, como en la búsqueda de un sistema que combine mejor la formación y el empleo, y ha dicho que “la guía” puede estar en Alemania, donde parte de la formación práctica de los trabajadores se desarrolla directamente en las empresas.
Por su parte, el documento de CEIM señala que el contrato de prácticas podría utilizarse en mayor medida si se suprime la obligación de la empresa de garantizar la formación teórica, que quedaría para los servicios públicos de empleo, centrándose la empresa en la formación práctica del trabajador en el puesto de trabajo.