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Merkel anuncia un plan de ajuste de 80.000 millones

La canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado un drástico plan de austeridad que contempla medidas de ajuste presupuestario, como la reducción de 10.000 funcionarios y una bajada de sueldo del 2,5% al resto de empleados públicos, así como otras para elevar los ingresos mediante nuevos impuestos a la banca y a la energía nuclear, que pretenden reducir el déficit germano en 80.000 millones de euros hasta 2014, lo que representa el mayor programa de ahorro del país desde la Segunda Guerra Mundial.

Tras las discusiones mantenidas por el Ejecutivo en los dos últimos días para dar forma al plan de ajuste, la canciller alemana anunció ante los medios de comunicación un paquete de medidas encaminadas a “garantizar el futuro de Alemania”, que hace un especial hincapié en el lado del gasto, puesto que “no se puede gastar más de lo que se tiene”.

Entre las medidas más destacadas anunciadas por la canciller, el Gobierno espera reducir la plantilla de empleados públicos en más de 10.000 personas, mientras que el resto de funcionarios verán reducido su salario un 2,5%.

Asimismo, el programa de ajuste contempla una reducción de 40.000 efectivos en el Ejercito profesional, así como una reestructutación del servicio militar.

Desde la perspectiva de los ingresos, el plan de austeridad contempla introducir desde 2012 un impuesto a las transacciones financieras bancos, con el ánimo de recuperar parte de los costes asociados al rescate del sector financiero.

A este respecto, la canciller alemana afirmó que las posibilidades de alcanzar un acuerdo europeo sobre esta cuestión “no son malas” y calculó que este tributo permitiría recaudar unos 2.000 millones de euros anuales.

Por otro lado, Merkel anuncio la intención de imponer una tasa a las centrales nucleares, así como gravar el transporte aéreo doméstico, con lo que pretende obtener otros 2.300 millones anuales.

De este modo, el programa de austeridad pretende reducir el déficit en 11.200 millones el año que viene, así como en 17.100 millones y en 25.700 millones en 2012 y 2013, respectivamente, mientras que el recorte previsto para 2014 ascendería a 32.400 millones, según los cálculos del vicepresidente alemán, Guido Westerwelle, quien admitió en la misma rueda de prensa que “se ha vivido por encima de las posibilidades”.