Los puertos de la provincia de Las Palmas prevén un total de 500 escalas de cruceros esta temporada, lo que permitirá mantener los buenos resultados logrados en los últimos años, informó este lunes el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Javier Sánchez Simón.
El mercado de cruceros registra cada año un crecimiento acumulado del 14% en comparación con la temporada anterior, incremento que se mantendrá en esta temporada de octubre a marzo.
El puerto más importante en número de cruceros en la provincia de Las Palmas es el de Arrecife, seguido del de la capital grancanaria, indicó Sánchez Simón durante una rueda de prensa con motivo de una visita al puerto de la portavoz del PP en el Cabildo de Gran Canaria, Carmen Guerra.
Las buenas perspectivas para este mercado se deben en cierta medida al estudio realizado hace algún tiempo y destinado a las navieras, del que actualmente se cosechan los resultados.
En él se destacaba cómo Canarias es un destino muy cómodo para el mercado de cruceros porque tiene islas muy variadas que exigen poco transporte entre ellas, además de ser muy rentable debido a que las islas son muy diferentes entre sí y ofrecen la posibilidad de muchas visitas.
Otro aspecto en el que incidía el estudio era en el conocimiento que británicos y alemanes tienen de Canarias como destino turístico, con el atractivo adicional de un viaje de crucero.
Las encuestas entre los visitantes son bastante satisfactorias, consultas que al puerto le sirven para tratar de mejorar como destino en coordinación con la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias y los Patronatos de Turismo insulares.
Los cruceros no ofrecen gran negocio al puerto de La Luz y de Las Palmas, que obtiene mejores ganancias de otros segmentos, como el tráfico de combustible.
Sin embargo, ofrecen una buena imagen de la ciudad y generan una actividad comercial y de servicios destacable.
El puerto de la capital grancanaria no prevé la ampliación de la zona destinada al atraque de cruceros, pues considera suficiente el espacio habilitado en la antigua estación marítima, donde hay espacio para tres barcos grandes.
Ocasionalmente se produce un aumento en el número de llegadas que obliga a buscar espacio adicional en otra parte del puerto, desde donde se traslada a los visitantes en guaguas.
Esto es algo que se pacta con las navieras, a las que se trata de convencer de un cambio de fecha, algo que muchas veces no se logra debido a que organizan sus rutas y visitas con mucha antelación.