ATENAS, 10 (Reuters/EP)
Los trabajadores del sector público de Grecia efectuarán una huelga este miércoles en la que pondrán a prueba, por primera vez, el compromiso del Gobierno de cumplir con sus planes de austeridad para controlar la deuda que afecta a la zona euro.
La huelga, de 24 horas de duración, llevará a la suspensión de vuelos, el cierre de oficinas gubernamentales y escuelas y dejará a hospitales públicos sólo con personal de emergencia, un día antes de que los líderes de la UE discutan el tema griego en una cumbre económica especial en Bruselas.
Inversores, agencias clasificadoras de riesgo y expertos en política de la Unión Europea observarán la huelga y la respuesta del Gobierno. Los convocantes han advertido de que Grecia no recibirá ningún apoyo gratis y han instado al Gobierno a mantenerse firme.
Los sindicatos se oponen a los planes para congelar los sueldos del sector público, reducir los bonos adicionales que muchos griegos reciben además de su sueldo base y reemplazar sólo a uno de cada dos funcionarios que dejen el servicio civil. Además, dicen que las reformas tributarias, que también forman parte del plan apoyado por la UE para fortalecer las finanzas griegas, perjudicarán a los pobres.
La huelga se da un día después de que el Gobierno socialista anunciase nuevas medidas para reducir aún más los gastos en sueldos en el sector público y aumentar los impuestos, desafiando a los sindicatos con planes que permitirán al Estado ahorrar cerca de 800 millones de euros (unos 1.100 millones de dólares) este año.
“Habían prometido que pagarían los ricos, pero en cambio le están quitando el dinero a los pobres”, dijo Ilias Iliopoulos, secretario general del sindicato del sector público ADEDY. “Ésta es la política contra la que estamos luchando, no el esfuerzo por salir de la crisis”, agregó.
Los Gobiernos europeos habían acordado, en principio, apoyar a Grecia y están considerando diversas opciones, incluida la ayuda bilateral, según informó ayer martes una fuente de alto nivel de la coalición gubernamental alemana.
No obstante, muchos griegos no están dispuestos a pagar el precio. “Las medidas relativas a los servidores públicos son sencillamente injustas”, dijo Panayotis Daskalakos, un funcionario público de 65 años. “Haremos la huelga aún cuando creamos que no podemos ganar la batalla”, declaró. “Sabemos que el Gobierno está tomando estas medidas para satisfacer a Bruselas, pero ellos no están pensando en nosotros”, agregó.
ADEDY, que representa a medio millón de trabajadores, afirmó el martes que posiblemente se sumaría a una huelga del sector público del 24 de febrero o que realizaría otro paro en marzo. Los funcionarios de aduanas y el servicio de recogida de impuestos han convocado huelgas para febrero y los agricultores han estado bloqueando caminos y la frontera con Bulgaria desde mediados de enero, aumentando con ello la presión sobre el Gobierno.