ESTRASBURGO (FRANCIA), 13 (EUROPA PRESS)
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha admitido este martes que no hay “soluciones milagrosas” para la crisis de deuda y que la eurozona vive su “annus horribilis”, pero se ha mostrado convencido de que el pacto fiscal y el refuerzo de los cortafuegos financieros acordados en la cumbre de la semana pasada contribuirán a superar las actuales dificultades.
“No hay una solución milagrosa, en absoluto. La confianza que se ha perdido sólo puede restaurarse paso a paso. La crisis de confianza ha sido demasiado profunda para que haya un cambio de la noche a la mañana”, ha dicho Van Rompuy en su intervención de réplica final ante el pleno del Parlamento Europeo.
El presidente del Consejo Europeo ha criticado también a aquellos Estados miembros, en referencia a Grecia e Italia, que no han ejecutado los planes de ajuste que se les habían pedido o “han esperado demasiado para actuar”. “Eso crea una crisis de confianza que no se puede resolver a nivel de la UE, los Estados miembros tienen también una gran responsabilidad”, ha denunciado.
Pese a todo, Van Rompuy se ha mostrado “optimista” sobre las posibilidades de superar la crisis. “Lo que vivimos ahora como un 'annus horribilis', y hablo con conocimiento de causa, más tarde se considerará como un periodo difícil, decisivo, en el que hemos creado las bases para que esta crisis no se reproduzca jamás, y hemos cambiado la Unión”, ha dicho.
“Y lo que ahora es un 'annus horribilis', un día lo consideraremos como un 'annus mirabilis'”, ha asegurado.
El presidente del Consejo Europeo ha lamentado además que los resultados del Consejo Europeo de la semana pasada se evalúen en función de la reacción de los mercados. “No se puede decir que los mercados financieros son corresponsables de la crisis actual y de las dificultades que debemos superar y al mismo tiempo decir que esperamos los resultados de los mercados financieros para evaluar los resultados adoptados a nivel político en el Consejo Europeo”, ha dicho.
Van Rompuy ha rechazado además las peticiones de los eurodiputados para que el Banco Central Europeo (BCE) aumente de forma contundente la compra de bonos de los países con problemas como España o Italia. “El Banco Central no es un instrumento de solidaridad, es un instrumento de estabilidad, de estabilidad a nivel de la inflación y para la zona euro”, ha dicho.
También el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha sostenido que “no habrá ninguna panacea, ni una bala de plata, ni milagros” para resolver la crisis, y ha repetido que la solución “no es un sprint sino una maratón”. También ha reclamado más reformas para mejorar la competitividad de la economía de la UE.
“Sin crear confianza a nivel mundial de que Europa es capaz de restaurar el crecimiento no podemos salir de esta crisis”, ha defendido Barroso.
El presidente de la Comisión ha indicado finalmente que espera trabajar “de forma constructiva” con el Gobierno británico en la elaboración del nuevo Tratado intergubernamental para endurecer la disciplina fiscal pese a la decisión de Londres de excluirse.
“Nos interesa a todos tener un Gobierno británico que se compromete con sus socios y con las instituciones europeas, que son la mejor garantía de que los intereses de todos los Estados miembros, incluido Reino Unido, serán plenamente respetado. A través de las instituciones europeas se pueden evitar divisiones, directorios o derivas que sean negativas para la Unión”, ha concluido.