Las labores de extinción del incendio declarado el miércoles en la cumbre de Gran Canaria continúan, y se han mantenido durante toda la noche, después de que este sábado fuese controlado y pasase a nivel 1 de emergencia ante la mejora de la situación, ha informado el Cabildo de Gran Canaria.
El incendio ha costado la vida a una mujer de nacionalidad sueca y ha quemado unas 2.800 hectáreas de pino y monte bajo en los municipios de San Mateo, San Bartolomé de Tirajana, Valsequillo, Agüimes, Santa Lucía, Ingenio, Valleseco y Telde.
Todavía hay algunos puntos calientes, con brasas, llamas y rescoldos, “algo normal” tras el fuego registrado, situación que previsiblemente se mantendrá en los próximos días, según el Twitter del Cabildo de Gran Canaria.
A las 5:30 horas de este domingo, el fuego se reactivó en la zona de Camaretas, pero fue controlado una hora después.
Asimismo, hay tocones ardiendo y zonas calientes en el Corral de los Juncos, además de una columna de humo en la zona de Las Lagunetas y en otros lugares dentro del perímetro quemado.
El Cabildo de Gran Canaria insiste en que los ciudadanos no acudan a la zona quemada a pesar de que ya están todas las vías abiertas, para así facilitar las labores de extinción y evitar riesgos ya que hay peligro de que caigan troncos y piedras que podrían provocar accidentes.
Actualmente trabajan en la extinción del fuego 80 efectivos del Cabildo de Gran Canaria y del EIRIF del Gobierno de Canarias procedentes de La Gomera y El Hierro, que realizan labores de vigilancia en la zona quemada y su perímetro.
El incendio se inició el pasado miércoles con gran virulencia y hasta este sábado no pudo ser controlado.
En estos días se han quemado unas 2.800 hectáreas y ha sido necesario evacuar a unas 800 personas en las distintas fases del incendio.
El pinar canario, el más afectado
Según informa el Cabildo de Gran Canaria en un comunicado, las hectáreas quemadas han afectado al pinar canario (un tercio de todo lo que se ha comido el fuego), castañeros, monte bajo, matorral y pastos. A pesar de ello los técnicos apuntan a una buena perspectiva de recuperación.
El recorrido de la cumbre desvela que el 80 por ciento del territorio tratado con quemas prescritas en el invierno logró salvar los pinos, que se vieron afectados en su parte más baja y cuya pinocha ya ha comenzado a cubrir el suelo, de modo que en algunos de esos puntos apenas se percibe que pasó el incendio.
En estas zonas su comportamiento es muy distinto ya que ha sido despojada de combustible vegetal, las llamas no se levantan del suelo y avanza con mayor lentitud.
Los responsables del dispositivo de vigilancia también han podido confirmar que las casas que siguieron la recomendación de limpiar quince metros alrededor fueron respetadas por el incendio, con diversidad de ejemplos de viviendas intactas en medio de una desoladora estampa carbonizada, por lo que insisten en la importancia de mantener esta dinámica de limpieza de los aledaños de las propiedades.