Todo no está dicho, ni mucho menos, en el proceso negociador aún abierto, ahora tras haberse concluido el periodo de participación pública, para definir qué y cómo regulará el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria (departamento que lidera el herreño de AHI Narvay Quintero), el principal cultivo existente en las islas, el plátano, sumido en una honda crisis de precios percibidos por los productores.
Ese futuro decreto territorial, que, con casi 12 meses de retraso, solo sigue siendo un proyecto de norma, todavía no se sabe cuándo se elevará al Consejo de Gobierno para su aprobación definitiva y posterior publicación en el Boletín Oficial de Canarias, momento que definirá su aplicación legal. Hasta que este hito se produzca, todo son propuestas de cambios, análisis varios, aspectos todavía sin cerrar y muchos miedos y presiones desde muchas esquinas
Las espadas están en alto y, en la batalla política abierta sobre esta cuestión entre el consejero de Agricultura y su compañera en el Gobierno Nieves Lady Barreto, consejera de Presidencia y secretaria general de CC en La Palma, por ahora se puede decir que es la segunda de este tándem de altos cargos, con más galones en el Ejecutivo autonómico, la que vence por cero a dos.
Cierto que Quintero juega en casa, que para eso es el consejero de Agricultura, pero aun así, representando al equipo local, la formación visitante ya ha conseguido dos dianas: una, la destitución del anterior director general de Agricultura, Javier Gutiérrez Taño (palmero de CC), para colocar a una persona elegida por Nieves Lady Barreto: Juan Ramón Rodríguez Marín, exalcalde nacionalista de Los Llanos de Aridane; y dos, hace apenas unos días (este martes pasado), la confirmación de que el equipo de Narvay Quintero ya incluso habla de la posibilidad de que el rendimiento máximo de 65.000 kilos por hectárea para el plátano con derecho a ayuda directa de la UE (lo definido en la PNL) pueda no ser único, general; o sea, igual para todo los cosecheros.
Es lo que ha trascendido de fuentes conocedoras de los asuntos tratados en ese cónclave, celebrado este martes 19 de noviembre. Preguntada la Consejería de Agricultura sobre el contenido de esa cita negociadora (que se produjo sin difusión pública), y de manera especial sobre si se han planteado cambios relevantes en la estructura de medidas incluidas en la PNL, el servicio de Comunicación se limitó a decir que “la esencia del decreto mantendrá”.
Tanto va el cántaro a la fuente…
La victoria parcial de Nieves Lady Barreto tiene que ver con que ahora mismo ya no se descartan posibles excepciones para los cosecheros con menos de una hectárea de cultivo, opción que se seguirá manteniendo viva. Es lo que no ha dejado de predicar como éxito la consejera Nieves Lady Barreto y su adlátere en el puesto de director general de Agricultura; también lo mismo que este martes pasado ya se habló sin reparos por la Consejería, aunque de forma muy imprecisa, sin datos y sin conclusiones definitivas. Ocurrió en la reunión que el consejero de Agricultura presidió en la sede tinerfeña de este departamento autonómico, junto con representantes de las seis organizaciones de productores de plátanos (OPP) de Canarias, todas las entidades que conforman Asprocan, que es una asociación dirigida por el también director gerente de Cupalma, el palmero Domingo Martín.
De aplicarse ese cambio en el criterio inicial sobre el rendimiento máximo del cultivo, el derivado de la proposición no de ley (PNL) que se aprobó por unanimidad a finales de julio pasado en la Comisión de Agricultura del Parlamento de Canarias, se produciría la ruptura brusca de uno de los ejes centrales contemplados por la PNL en relación con la cantidad máxima producida y comercializada que podría acceder a la ayuda directa del plátano que paga la UE, 141,1 millones de euros al año, a razón de 0,33 euros por kilo para 420 millones de kilos de fruta comercializada. Esa ruptura del consenso, si no se aplicara el mismo máximo anual para todos los productores, el de los 65.000 kilos por hectárea, seguro que generaría no pocos problemas. Por ahora, ninguna de las OPP apuesta con fuerza por la aplicación de más de un rendimiento anual según superficie de cultivo.
A este respecto, ya se sabe, según fuentes que han accedido al contenido de la reunión, que esa hipótesis, la de aplicar otro rendimiento más alto, quitarlo o dejarlo abierto para fincas plataneras de una hectárea o menos de extensión, parece que no contenta a nadie, al menos en el ámbito de los productores locales, pero sí a la secretaria general de CC en La Palma, Nieves Lady Barreto, que, junto con el director general de Agricultura, no han parado de plantear la posibilidad de que se aplique esa medida como vía que, argumentan, más beneficia a los cosecheros palmeros de plátano. Ahora bien, no es lo que aprueban las OPP con más socios cosecheros, con más fruta, en la isla de Tenerife, donde también hay fincas de menos de una hectárea. ¿Se abrirá pues una guerra entre islas?
Por ahora, el hecho de que en la cita negociadora de este martes, que no es definitiva (está claro que se seguirá hablando y negociando…), se haya mencionado esa medida tan sui generis como otra de las opciones, lo que, de aplicarse, claramente rompería el consenso parlamentario y podría alejar el apoyo al texto de la PNL de las dos OPP con más influencia en la isla de Tenerife, Coplaca y Agriten, (con más del 45% de la producción comercializada en las islas por año), abre toda una serie de incógnitas acerca de cómo terminará siendo el decreto regulador: si con todos los puntos clave de la PNL, lo que quiere la mayoría política, las organizaciones profesionales agrarias (OPA), las cuatro existentes en las islas, y esas dos OPP, o con algunos cambios relevantes, sobre todo los impulsados por la consejera Nieves Lady Barreto, a través de su adlátere Juan Ramón Rodríguez Martín, ahora el seno de la Consejería de Agricultura; la dirección de Asprocan, que no tienen por qué coincidir con los anteriores, y cuatro de las OPP que no han respaldado el texto nacido en la Cámara autonómica (Plataneros de Canarias, Llanos de Sardina, Cupalma y Europlátano).
Los ejes del futuro decreto regulador que dicta la PNL
La PNL aprobada el viernes 26 de julio pasado insta al Gobierno autonómico, “ante la crisis actual del sector platanero local y el hundimiento de las rentas de sus productores en los últimos meses, a adoptar una serie de decisiones que contribuyan a mejorar la gestión de la ayuda [el apoyo directo al plátano que concede la UE dentro del programa Posei, con hasta 0,33 euros de ayuda por kilo comercializado para un máximo de 420.000 toneladas por año y ficha financiera de 141,1 millones de euros] y del propio mercado”, lo que implica la “reforma del diseño de la actual ayuda en el marco del programa Posei con las siguientes modificaciones”, que son:
-Limitación de los incrementos de las cantidades de referencia asignadas a cada productor de plátano por la suma del histórico de producción, la cantidad siniestrada certificada por Agroseguro y/o la cantidad de kilos retirados del mercado [la operación conocida como pica]. Esto quiere decir que para el cálculo del histórico se suma lo que se vende al año, lo que no se vende porque se pica y lo que se destruye por riesgos meteorológicos u otros que cubre la prima colectiva del plátano (Agroseguro).
-Aplicación de un rendimiento máximo en el cálculo de las cantidades de referencia de 65.000 kilos por hectárea [menor al propuesto por Asprocan, entre 70.000-80.000 kilos, y ya igual, con la enmienda introducida este viernes en Comisión, al inicialmente planteado por la Consejería de Agricultura, pues estuvo en 68.500 kilos]. El cálculo del rendimiento máximo se realizará con la superficie incluida en el registro de afiliados de las organizaciones de productores de plátanos (las OPP, seis en Canarias), a 31 de agosto de la campaña N-1 [la anterior a la definitivamente cerrada].
-Incremento del periodo de revisión de las cantidades de referencia [para el abono de la ayuda directa de la UE], con la ampliación del cálculo de referencia de los dos años actuales a tres [la Consejería propuso hasta cuatro en sus borradores y Asprocan siempre prefirió los dos actuales], y que la definición de los kilos sujetos a ayuda por beneficiario se haga dando el 50% al histórico antiguo de producción y que el 50% restante sea repartido entre los tres años, a razón de 16,6% por ejercicio. Parece que Asprocan ya admite el cálculo a tres años, pero con el 40% para el histórico antiguo, y el 20% anual en el trienio.
-Exclusión de la ayuda Posei para las plantaciones ubicadas en nuevos polígonos, parcelas y recintos, con la búsqueda de un mecanismo excepcional para que no se perjudique la incorporación de jóvenes agricultores al sector [no hay prohibición de nuevos cultivos de plátano, pero estos se penalizan porque no tienen derecho a la ayuda directa de la UE, lo que en la práctica los hace inviables].
-Generación de mecanismos que permitan conservar las cantidades de referencia durante siete años para aquellos productores que quieran explorar la producción de otros cultivos [si se apuesta por otra actividad y se regresa al plátano, no se pierde el derecho a la ayuda de la UE].