De la tinerfeña Ángela Delgado se puede decir que es persona bien conocida en el sector agraria de las islas. En la actualidad, ocupa el cargo de presidenta de la organización profesional agraria Asaga Canarias, entidad a la que ha estado vinculada desde siempre, desde que era muy joven. En la etapa de Fernando Jiménez como presidente, hace más de 20 años, Delgado ya formaba parte de la ejecutiva de esa asociación, integrada en CEOE-Tenerife.
Activista y defensora del papel de la mujer en el campo, Ángela Delgado, Medalla de Oro de Canarias en 2016, expone en esta entrevista (realizada con las mismas preguntas que la ya servida de Rafael Hernández, de COAG-Canarias, que lo precedió en esta serie de contactos con dirigentes del agro canario) que la sequía y la escasez de agua es hoy en día la principal preocupación del sector primario.
Como también ocurriera con el anterior entrevistado, la presidenta de Asaga Canarias concede buena nota, un aprobado bien holgado, al equipo gestor de la Consejería de Agricultura, con Narvay Quintero al frente. Del consejero nacido en El Hierro valora que cumple lo que dice, y esto, en los tiempos que corren, ya se sabe que no es poco.
Si tuviera que definir lo mejor que le ha ocurrido al campo canario en este 2017, ¿qué diría y cómo justificaría esa elección? ¿Y qué ha sido lo más negativo?
Desde el punto de vista económico, el sector agrario ha resultado muy beneficiado este año gracias al acuerdo al que han llegado Coalición Canaria y Nueva Canarias con el Gobierno del Estado para conseguir que el Posei adicional estuviera incluido en el REF económico y para garantizar el 100% de las ayudas al transporte de mercancías entre Canarias y la Península, además de lograr que las islas sean receptoras de 10 millones de euros para obras hidráulicas relacionadas con el ciclo integral del agua.
Por otro lado, hay que aplaudir el trabajo realizado por la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias al lograr convocar y abonar al completo las cantidades adeudadas al sector correspondientes a las ayudas del Posei adicional de 2012, 2013, 2014 y 2015, abrir la convocatoria para poder cobrar los fondos de 2016 y sorprendernos aún más con la convocatoria de 2011, que desde hacía tiempo veníamos demandando a esta administración. Así que por esta parte no nos podemos quejar.
También tenemos que mostrar nuestra satisfacción por la incorporación de más de 140 jóvenes agricultores y ganaderos al sector a través de las ayudas del PDR y de las más de 350 solicitudes que se han recibido este año, lo que significa que existe interés por parte de la juventud por estas actividades y ello nos da esperanzas de contar con relevo generacional en el futuro.
En cuanto a la parte negativa, sin duda, el protagonismo se lo ha llevado la falta de agua el año pasado, que ha hecho mella en nuestros campos y en nuestros cultivos y está provocando situaciones de grave desabastecimiento en Canarias. Nuestra preocupación como organización profesional agraria es máxima, y de ahí que estemos actuando junto al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Tenerife para poner en marcha medidas concretas que pasan por desalinizar y regenerar más agua de las plantas desaladoras y depuradoras, tanto del norte como del sur, e intentar garantizar recursos para poder sembrar y, sobre todo, adelantarnos a la situación que se pueda dar de cara al verano próximo.
¿Qué opinión le merece la iniciativa Crecer juntos, el proyecto central del Gobierno de Canarias para impulsar la venta de productos agrarios locales en el mercado interior y de manera especial en el sector turístico? ¿Qué considera que tiene de bueno y qué es lo que menos le gusta o aún no está bien conseguido?Crecer juntos
El proyecto es positivo por el fin para el que está diseñado, que es crear sinergias entre el sector de la hostelería y el sector agrario a favor de este último. Desde que está en marcha, se han ido incorporando más establecimientos hoteleros y se está promocionando y sensibilizando al consumidor foráneo para que demande más nuestra gastronomía, lo cual es una buena señal. Según los datos que maneja el Gobierno de Canarias, las ventas de determinados productos, como los vinos, quesos y carnes, se han incrementado. Siempre he creído en el trabajo en equipo y en que la cooperación entre diferentes sectores es una fórmula interesante para ganar mutuamente. Estoy convencida de que puede funcionar bien y de que, con el paso del tiempo, iremos viendo mejores resultados. Lo que tenemos que conseguir ahora es que cada vez se vayan incorporando más productos a ese proyecto, como las frutas y las hortalizas propias. Esto se puede lograr con una mayor planificación para disponer de producción durante todo el año, siempre que se pueda.
¿Por qué cree que ha sido posible dejar al día, o a punto ya de conseguirlo, los pagos atrasados de las ayudas directas que se habían incluido en el Posei adicional? ¿Qué ha significado este paso?
Todo es mérito del trabajo que han realizado los grupos nacionalistas con el Gobierno central, pero a mí me gustaría personalizarlo en la figura del consejero de Agricultura y del viceconsejero del Sector Primario, Narvay Quintero y Abel Morales, a los que estamos muy agradecidos por darle prioridad a esos recursos, que han permitido atender las necesidades y demandas pendientes del sector agrario. Creo que en este punto estamos de acuerdo todas las organizaciones agrarias, y así se lo hemos hecho saber siempre que nos han convocado para comunicar el pago de una ayuda atrasada.
El cumplimiento de esos pagos incluidos en el REF nos va a permitir no depender de las disponibilidades presupuestarias de cada año y aportar estabilidad al sector. Creo que se trata de un hecho histórico. Llevábamos muchos años con esas deudas, incluida la de 2011, que por la cantidad que se debía se había dejado para el final y dudábamos de que se fuera a abonar tan pronto. Con las ayudas hemos ganado rentabilidad para poder ejercer nuestra labor como agricultores y ganaderos y poder seguir alimentando a la población, pero también hemos recibido confianza en la administración para saber que nos respaldan como sector.
¿Cuáles siguen siendo los principales problemas del sector agrario en las islas, qué dificultades se han incorporado este año y cuáles ya se han logrado superar de forma razonable en lo que va de legislatura, sin contar la parte mencionada del Posei adicional?
Seguimos teniendo problemas de recursos hídricos, más visibles en periodos de sequía como los vividos en el año 2017. Debemos corregirlos en la medida de lo posible para evitar males mayores a la agricultura. Asaga Canarias está trabajando estrechamente con las administraciones para paliar esas deficiencias poniendo a disposición de los agricultores más agua desalada y regenerada, aunque no siempre se puede actuar con la rapidez que demanda el sector. En algunos casos, la solución no es tan fácil.
Otra cuestión es la falta de concentración de la oferta presente en todos los subsectores. Se trata de un hándicap que nos resta competitividad y profesionalidad como sector y que tenemos que ir enmendando de cara al futuro si queremos convertirnos en un actividad potente. Además, tenemos que seguir trabajando en la diversificación de la producción agrícola para poder ofertar una gama de productos más amplia y generar empleo y riqueza a nuestra tierra.
Hay que insistir en la formación como base para construir un sector agrario profesional. Necesitamos gente preparada, con conocimiento y experiencia para que nuestros cultivos sean más productivos, para invertir en nuevos sistemas de producción, para incorporar nuevas tecnologías que nos faciliten el trabajo en el campo.
En el otro lado, diría que la entrada en vigor de Ley del Suelo llega para resolver muchos de los problemas que hasta ahora tenía el sector en cuanto a burocracia y paralización de proyectos. En este sentido, va a ser positiva para hacer crecer la agricultura y la ganadería de las islas.
Llega el momento de poner nota al equipo que gestiona la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, con Narvay Quintero, de AHI-CC, como consejero. ¿Hay aprobado raspado, con buena nota, o tienen menos de un cinco?
Un aprobado y con buena nota, sin dudarlo. El sector agrario tiene la enorme suerte de poder contar con un equipo potente, preparado, muy trabajador, con capacidad de diálogo y comprometido con la agricultura y la ganadería al frente del cual se encuentra Narvay Quintero, que nos ha impuesto a todos un ritmo difícil de seguir y que cumple a rajatabla lo prometido desde el inicio de esta legislatura.
¿Cómo hay que atacar en el campo isleño los problemas que genera la sequía? ¿Cuál debe ser la hoja de ruta para intentar resolver esa cuestión, harto importante, al menos en los próximos diez años, y me refiero a la reducción de precios, existencia de oferta de agua suficiente y a la calidad de esta?
Es paradójico que, pese a ser territorios rodeados de agua, una de nuestras principales carencias, tanto para consumo humano como para la agricultura, sea precisamente ese recurso. Ahora y en el futuro nuestros ojos tienen que mirar a la desalación y a la regeneración de las aguas residuales para poder regar nuestros cultivos, todo ello acompañado de energías alternativas para poder abaratar los costes de esos dos procesos de obtención de agua de manera industrial y sin aumentar los elevados precios que ya pagan los agricultores por el uso de este elemento esencial. No nos olvidemos de que el agua, para que pueda ser aprovechada en su conjunto por la agricultura, tiene que ser de calidad, de baja conductividad para no provocar perjuicio ni a los cultivos ni a nuestros suelos. En Asaga nos hemos propuesto una meta: ¡ni un litro de agua depurada al mar, toda para su reutilización en la agricultura!
¿Qué futuro le espera al plátano, hoy en la peor crisis de mercado de sus últimos años, y al tomate de exportación, que parece que se recupera algo de su hundimiento casi completo y de la casi total desaparición en la isla de Tenerife, la segunda más productora?
Respecto al sector platanero, lo principal es preservar la unidad en ese colectivo para poder seguir avanzando en los frentes abiertos que tiene en estos momentos, como son la concentración de la oferta para poder ser más competitivos; la aplicación de los mismos criterios de calidad en la fruta; la unificación del etiquetado; la búsqueda de soluciones a la retirada de fruta, aunque ya se están abriendo nuevos mercados como el de Marruecos, este de manera puntual, y tímidamente en algunos países europeos; el uso de la indicación geográfica protegida (IGP) como medida protectora del plátano de Canarias en relación con la banana, y la defensa de la fruta comunitaria frente a las importaciones de terceros países. No es un escenario fácil, sobre todo conociendo la actuación de la Unión Europea hasta el momento, que da prioridad a la entrada masiva de banana y rechaza aplicar el sistema de defensa de la fruta europea perjudicando así la comercialización de nuestras producciones.
En cuanto al sector tomatero, el escudo protector que tiene en estos momentos es su plan estratégico, que le permite incrementar la ayuda a la hectárea, que pasa de 11.000 euros a 15.000, siempre que el destino de la fruta sea en el 90% la exportación. Esa cantidad contribuirá a compensar la pérdida de rentabilidad que el sector ha padecido en los últimos años y fortalecerá su posición en el mercado frente a los productores peninsulares y marroquíes. También será factible el uso de la IGP del tomate, en trámite en estos momentos, para permitir al sector ser más competitivo en el mercado a través de la diferenciación del producto.
¿Se hace lo suficiente para que los jóvenes cojan la guataca o se pongan a ordeñar? ¿Qué más iniciativas pondría en marcha para lograr ese objetivo esencial: la permanencia, el desarrollo y el crecimiento de las actividades agrarias dentro de la economía regional, hoy en el 1,5% del PIB?
Siempre se puede hacer más. Las ayudas a través de programas como el PDR para poner en marcha explotaciones agrícolas o ganaderas son medidas muy atractivas para emprender en el sector agrario. En este mismo sentido, la Ley del Suelo creo que va a favorecer el emprendimiento, ya que se reducen de manera significativa muchas de las trabas administrativas que han frenado a muchos inversores en el sector hasta ahora. Siempre digo que atraer a los jóvenes hacia esta actividad es una cuestión ante todo de rentabilidad, es decir, la agricultura y la ganadería te tienen que permitir vivir dignamente, como si de cualquier otra profesión se tratara, pero también con formación. Necesitamos gente preparada, capaz de aplicar tecnología que nos facilite el trabajo diario y se pueda generar una actividad con menos carga de trabajo y más competitiva.
En los llamados cultivos de mercado interior, se observa un poco de todo: boom del aguacate, dificultades para la papa y, en general, caos organizativo, sobre todo en la fase de comercialización... ¿Cómo se ordena todo esto y cómo se consolida la que hoy es la gallina de los huevos de oro: las ofertas de tropicales?boom
Aquí volvemos a chocar con el mismo problema, y es la falta de concentración de la oferta porque los diferentes productores están diseminados y no se trabaja de manera conjunta, lo que resta capacidad de maniobra. El objetivo es apostar por el asociacionismo y trabajar bajo una misma filosofía de criterios. De lo contrario, no vamos a ningún lado. Cuando un cultivo se convierte en el boom del momento, todo el mundo intenta apuntarse al carro en busca de rentabilidad, pero, si todos apostamos por lo mismo, lo que vamos a conseguir es generar una sobreoferta que puede ser perjudicial porque los precios caen. Lo que tenemos que buscar es la diversificación. En tropicales hay multitud de frutales que no se han explotado y que pueden generar grandes negocios, pero hay que conocer la viabilidad de los cultivos, su potencial y su mercado.
¿Qué va a aportar la recién aprobada Ley del Suelo al desarrollo de las actividades agrarias locales y a la posibilidad de completar renta agraria con actividades atípicas? ¿Qué nuevos problemas pueden surgir con su aplicación?
Lo más importante es la simplificación de los trámites administrativos. La ley es menos restrictiva sin dejar de ser proteccionista con el espacio agrario, lo que significa que, en la práctica, realizar una actuación en el campo será más fácil. En cuanto a la posibilidad de completar la renta agraria con actividades complementarias, entendemos que es positivo en el sentido de que estas actividades siempre deberán estar vinculadas al sector, como la transformación y comercialización de productos agrarios, las visitas turísticas a la explotación o la realización de catas. Lo que habrá que vigilar es que estas actividades cumplan con la normativa y no generen un perjuicio ni al territorio, ni al medio rural, ni al sector agrario en sí.
¿Debe beneficiarse el plátano de la compensación al transporte de mercancías en 2018? ¿En qué condiciones y con qué ayuda por kilo de plátano enviado? ¿El 100% del coste hasta Península?
Es absolutamente necesario, ya que el descreste arancelario que está favoreciendo el aumento de las importaciones de banana procedentes de países terceros le resta competitividad al plátano y está afectando a la rentabilidad y al desarrollo de este sector. Entendemos que la incorporación de este sector a las ayudas contribuirá a mejorar las condiciones de comercialización de esta fruta en el exterior. Además, la inclusión en estas ayudas no supondrá restar recursos a otros sectores de exportación. La idea es que se comience aplicando el 70% de compensación y se llegue de forma gradual al 100%. Todo dependerá de que al final se dote una partida presupuestaria fija para este fin.
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Garantizar el abastecimiento de agua de riego mediante el uso de desalación y reutilización; concentrar la oferta para reducir costes, contar con un mayor poder de negociación con la gran distribución para poder aumentar la profesionalización del sector; asegurar el mantenimiento de las ayudas que llegan a través del Posei más allá de 2020, al ser el pilar que sustenta nuestra agricultura y ganadería; impulsar la formación del sector y las inversiones en I+D+i para incorporar expertos y tecnología a nuestra actividad, y atraer a los jóvenes para disponer de un relevo generacional que dé continuidad a este sector
Ahora se inicia la negociación de la nueva PAC y de las Perspectivas Financieras del próximo septenio, todo ello luego unido al desarrollo de los reglamentos base de los fondos estructurales. Canarias, como región ultraperiférica que es, ¿a qué debe aspirar, en qué se debe centrar en esa negociación tan amplia y estructural?
Nuestra aspiración debe ser que desde Europa se sigan entendiendo y atendiendo las singularidades de las regiones ultraperiféricas en cuanto a la lejanía, insularidad y fragmentación del territorio, desventajas en la actividad agraria que elevan nuestros costes de producción e impiden que podamos seguir percibiendo dotaciones financieras acordes a nuestras necesidades, y que estas nos permitan seguir desarrollándonos bajo los principios de igualdad de oportunidades, de coherencia y de proporcionalidad con el resto del territorio español. La agricultura y la ganadería son sectores estratégicos que, además de sustentar la alimentación, se prestan a la innovación y a la investigación, y están directamente vinculados al medio ambiente. Por eso, debemos aprovechar la negociación de la nueva PAC para seguir potenciando nuestros valores como región.
Y ahora toca, como es común en estas fechas, la expresión de los deseos para el año 2018. ¿Qué es lo que se debe procurar o se está en condiciones de lograr en el año próximo?
Me preocupa la gente del campo, que sigan teniendo ilusiones por sembrar; me preocupa la polilla guatemalteca y todas las nuevas plagas que, poco a poco y debido a la laxitud de nuestras barreras fitosanitarias en puertos y aeropuertos, van llegando para instalarse definitivamente; me preocupa mucho la falta de agua y nuestra meteorología cada vez más adversa... En fin, a pesar de todo lo malo, me gustaría sobre todo que pudiéramos vivir dignamente de nuestras producciones agrícolas y ganaderas, y seguir teniendo ilusión para luchar por el campo y nuestra forma de vida, por seguir siendo el motor de nuestras zonas rurales.