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Canarias ya ha pedido una retirada de plátano del mercado de 
22 millones de kilos hasta octubre, por más producción y bajos precios

Román Delgado

24 de octubre de 2023 14:55 h

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Los años 2021, el de la erupción volcánica en La Palma (con menos fruta en esta isla), y 2022 han sido considerados como “aceptables” por los productores de plátanos en Canarias (con precios “normales” en 2021 y “extraordinarios” en 2022), pero lo mismo ya no se puede decir de este 2023.

En lo que va de año, lo que incluye los periodos de comercialización por semana desde la 1 hasta la 43 (esta última es la del 23 al 29 de octubre), Canarias ha solicitado la retirada del mercado o pica (fruta que no entra en los canales de distribución para reducir la oferta por el hundimiento de precios y que además no se paga al agricultor -pero este sí cobra la ayuda directa del Posei-, sino que se destruye o se dona) de 22 millones de kilos de plátano, cantidad récord anual para la inutilización de esta fruta.

Esos 22 millones de kilos es la cifra que, incluida la semana 43, la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) ha solicitado como retirada del mercado a la Consejería de Agricultura del Gobierno autonómico y este organismo público la ha aceptado. En ella se incluyen las llamadas picas obligatoria y voluntaria.

La organización Asprocan afirmó hoy, a preguntas formuladas por este periódico, que “la causa [de la retirada de fruta] es el alto nivel de producción que de forma constante se ha producido como consecuencia del incremento medio de la temperatura, por encima de grado y medio”. Según las mismas fuentes, “2023 es hasta el momento el año de mayor producción de plátano en Canarias”, y sostiene que “las peticiones [de retirada a Agricultura] son cantidades máximas que se cubren en función de la disponibilidad de los Bancos de Alimentos a recibir la fruta, porque una parte de lo solicitado [como pica a Agricultura] es opcional” o voluntario. Según Asprocan, “la retirada del mercado en este año es significativamente inferior a lo solicitado, alrededor de 12 millones de kilos”. Lo pedido (suma de picas obligatoria y voluntaria) y aprobado por Agricultura, según los documentos tramitados ante este departamento autonómico, llega a 22 millones de kilos, terminado con la última semana de este mes de octubre, cantidad que incluye las partidas de obligatoria y voluntaria.

La suma de estas subcantidades (obligatoria y voluntaria), con máximo dominio de la retirada de fruta obligatoria, alcanza la cifra reseñada de 22 millones de kilos, un registro muy por encima de lo inutilizado, sacado del mercado, en el año 2016, con 16,2 millones de kilos totales, y en 2017, la que hasta ahora era la cifra más elevada, con 16,5 millones.

Según datos oficiales de Asprocan, extraídos de los documentos de petición de pica dirigidos a la Consejería de Agricultura y de sus informes estadísticos, hasta la semana 43 de este año, la que está en curso, Canarias ya había pedido la inutilización de esos 22 millones de kilos de fruta, si se contabiliza la pica voluntaria, y de algo menos, 19,7 millones, sin incluir esta última (con solo la obligatoria).

En los dos casos, la cifra resultante es récord anual, a falta aún de dos meses para que termine este 2023. La variable final de retirada de fruta del mercado para 2023 se conocerá al término de este ejercicio, tras Asprocan hacer el balance de las cantidades de pica voluntaria solicitadas a la Consejería y que al final sí terminaron inutilizándose. En cualquier caso, el umbral será superior al hasta ahora máximo nivel de pica, el registrado en 2017.

Los 22 millones de kilos de pica son una cantidad de plátano muy grande, de la que una parte amplia se va a la basura. Esa cifra representa el 5,2% de los 420.000 millones de kilos (por ejemplo, el dato de 2020) que como cantidad máxima Canarias ha comercializado en los últimos años. Además, con ese volumen de plátano, según el consumo per cápita de esta misma fruta en España, que es de 13,5 kilogramos al año (atendiendo a lo que recoge el estudio Informe del consumo alimentario de España 2021, del Ministerio de Agricultura), se hubiese podido alimentar a 1,6 millones de bocas.

Dentro de los 22 millones de kilos que conforman la retirada del mercado de plátano canario hasta este octubre (10 meses completos), se encuentran cantidades que se llevan a los complejos ambientales (tiradas a la basura como residuo orgánico no peligroso), otras que se utilizan para hacer abono tipo compost (sin uso humano directo) y otras que tienen como destino la alimentación del ganado… Luego están las que se donan a la ONG Banco de Alimentos, con el máximo en un año, por ahora, que es el registro de 2016, de 4,1 millones de kilos, o las que se canalizan hacia Marruecos dentro del proyecto activado para abrir mercado en ese país vecino.

A este respecto, Asprocan indica que “los kilos donados [hasta ahora] son tres millones. Lamentablemente, el cierre de los Bancos de Alimentos en el mes de agosto ha imposibilitado contar con esa opción durante ese periodo. Las exportaciones [a nuevos mercados] -añade- superan los 4,5 millones de kilos”.

Salvo estas dos últimas opciones, lo demás deja de ser alimento humano para convertirse en residuo o basura, subproducto agrícola o nutriente para los animales. En ninguno de los casos, el productor que ve destruida su fruta para buscar mejoras en el mercado recibe retribución alguna por ella, salvo la ayuda directa del Posei.

En este 2023, las medidas de reducción de los envíos a Península, de limitación de la oferta exportada de fruta isleña, siempre atendiendo a los precios finales liquidados al agricultor local, no han servido de mucho. También se puede argumentar que, si no, habría sido peor.

Un año para olvidar

Este 2023 se ha convertido en uno de los ejercicios más duros para los productores de plátano de Canarias, con precios muy bajos en el casi único mercado de destino de la fruta, Península, debido a la mayor producción en las islas, con cortes adelantados y de peor calidad por efecto del intenso calor, y a la competencia más acusada de la banana, que cada vez muerde más el mercado tradicional de los isleños y además vende a precios finales más competitivos. 

Pese a que el mercado peninsular da esos sobresaltos y cada vez aporta más disgustos a los agricultores canarios, la superficie cultivada en las islas vuelve a crecer en 2022, con 8.629 hectáreas, 53 más que en 2021, principalmente por la habilitación de nuevas fincas en Tenerife y Gran Canaria. 

Así tenemos la aparente contradicción de que sobra plátano en el mercado, lo que obliga, según Asprocan y la Consejería de Agricultura, a practicar picas o retirada de fruta (a disminuir la oferta), pero a la vez se planta más.

Ejercicio ruinoso para la mayoría de plataneros

El año 2023 se recordará como un año ruinoso para el agricultor, por dos razones básicas: la mayor pica que se recuerda (22 millones de kilos ya solicitados), que es fruta que se retira del mercado y no se cobra por el productor (aunque sí la ayuda directa del programa Posei, unos 0,30 euros por kilo), y los bajos precios percibidos por la fruta que salió a Península, en muchos de los casos, la mayoría, por debajo de los costes de producción y sin opción de cubrirlos incluso con la suma de la ayuda comunitaria; esto es, teniendo que producir fruta asumiendo pérdidas a veces cuantiosas.

Sobre la coyuntura actual, un operador radicado en Península, comercializador de fruta, expuso cómo él ve la situación presente. De la fruta que se recibe de Canarias, dijo, hay un 20% de buena calidad, pero el resto tiene “averías”. Este enorme porcentaje es el que sufre y sufre en el mercado de destino, el que da las liquidaciones no remunerativas al agricultor de las islas.

Las soluciones a la coyuntura que propone Asprocan

Preguntados por esta cuestión, Asprocan expone que en “Canarias se ha incrementado significativamente la producción comercializada, tanto en España como fuera de nuestro país, en un contexto de caída de consumo en todas las frutas no estacionales. Eso a pesar de que el producto cuenta con un competidor directo un 45% más económico en situación de fuerte inflación”. La organización que agrupa a las seis OPP canarias indica que “continuaremos motivando el incremento del consumo y la disposición a pagar más por la calidad diferenciada”.

Una medida imprescindible, señala Asprocan, “es igualar las condiciones de producción con terceros países y perseguir el dumping sistemático que hace la banana en España, siendo el mercado con precio de banana más barato de la UE”.

La voz de alarma de Palca

La entidad agraria Palca, una de las cuatro organizaciones profesionales agrarias (OPA) con representatividad en Canarias y España, junto con Asaga-Asaja, COAG y UPA, definió estos días en una nota (la única OPA que lo ha hecho públicamente en estas semanas) como “alarmante la situación que padece el sector platanero canario, donde una crisis coyuntural se ha convertido este último año en estructural, por la incapacidad de las organizaciones de productores de plátanos (seis OPP, todas integradas en Asprocan) de vender semanalmente más allá de ocho millones de kilos a precios rentables para el agricultor, retirando (picando) en la presente semana (la pasada, la número 42) un millón de kilos para salir al mercado con poco más de siete millones” (700.000 kilos como pica obligatoria, y el resto, 300.000, como voluntaria)“.

Según mostró Palca en su comunicado de prensa, “no es de recibo que desde el pasado diciembre de 2022 el agricultor no esté percibiendo del mercado el dinero suficiente para mantener su explotación”, y además “no entendemos cómo la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, con potestad para autorizar la retirada de fruta del mercado (pica), se muestre impasible ante el reiterado incumplimiento por parte de las OPP de las cantidades solicitadas”. Y prosigue la misma organización: “El reglamento que regula el Posei (con los 141 millones de euros que recibe en ayudas directas de la UE el plátano de las islas) dice que la fruta a retirar (picar) ha de reunir idénticas condiciones que la comercializada. Por ello, reclamamos a la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, responsable en este asunto, que haga las inspecciones pertinentes, con el objeto de comprobar el cumplimiento de la normativa Posei a ese respecto”.

Además, Palca reclama a “la Consejería de Agricultura que haga un seguimiento a la Ley de la Cadena Alimentaria -el plátano se sacó de esta ley nacional- y la formación de precios en el sector platanero”. Esto “se ha de poner en marcha cuanto antes, para que se explique lo que aquí está sucediendo, que no lo entendemos”, se remata en la nota.

Asprocan destaca los niveles de comercialización tras el volcán

Desde Asprocan, han resaltado el hecho de que el mercado del plátano en Canarias haya superado en 2023 los niveles de comercialización anteriores al volcán de La Palma. En un comunicado remitido este martes, la organización de los plataneros indica que “desde el punto de vista del mercado de exportación del plátano, la pérdida de producción causada por el volcán en la isla de La Palma generó una grave caída de hogares consumidores que, ante la falta de producto y los elevados precios, optaron por abandonar el consumo de plátano. Esta circunstancia auguraba un complicado retorno a los niveles de consumo anteriores a la erupción en 2023, ya que a esto se unía una fuerte disminución del consumo de fruta en los hogares de nuestro país (-12,2%)”. 

La nota explica que “en 2022, la banana de terceros países se situaba por primera vez en niveles de venta en España similares a los volúmenes vendidos de plátano, si bien no conseguía mantener un mercado en alza. Muchos consumidores optaron por otros productos, y la venta total de plátano y banana caía en España un 9%, el mayor descenso experimentado en los últimos 10 años.

A este negativo punto de partida se vino a sumar, de forma constante en este 2023, un nivel de producción a ritmo récord. A final del mes de agosto, la producción total de plátano en Canarias superaba la de 2022 en 75 millones de kilogramos y la de 2021, previo al volcán, en 20 millones. Dándose, además, un repunte en el verano, cuando en el período de 10 semanas, la producción alcanzó un volumen no visto de 13 millones de kilogramos superior a la media histórica del sector. Un verano marcado por las elevadas temperaturas en Península, y al que se le ofrecían niveles de oferta muy superiores a los consumidos previamente“.

El plátano impulsa la categoría de venta, al contrario del resto de la sección de frutas

Con todos estos elementos, según Asprocan “el primer logro obtenido por las acciones del sector ha sido recuperar el crecimiento del mercado. A finales del mes de agosto, el mercado del plátano y banana de 2023 había crecido un 13%, lo que sin duda se ha conseguido gracias a haber comercializado 64 millones de kilogramos de plátano de Canarias más que en 2022 y 11 millones más que en 2021. En total, 291 millones de kilos de plátanos de Canarias comercializados en las primeras 35 semanas del año”.

“Ciertamente”, recalca, “la producción se situó en niveles aún mayores, por lo que el sector ha tratado de recuperar en pocos meses mercados extranjeros que debieron ser también suspendidos por la pérdida del volcán y en lo que va de 2023, las exportaciones a otros países superan los 5 millones de kilogramos”. 

La gestión de crisis de mercado, una medida responsable y necesaria

Sobre la pica récord de este año, los productores explican que es “una tercera línea de actuación, excepcional pero a la que se acogen todas las frutas en producción en España, son las medidas de gestión de crisis reconocidas por la Unión Europea para los productos agrícolas, y consistentes en la realización de donaciones gratuitas a bancos de alimentos, fabricación de compost o alimentación de ganado”.

La nota continúa aclarando que “en el caso del plátano, en lo que va de 2023, la medida de gestión se ha aplicado al 5% de la producción comercializable hasta el momento. 

Evidentemente, señala, “estas medidas están sujetas a control por parte de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, con la ejecución por parte de técnicos profesionales de todas las organizaciones de productores de plátanos”. 

Las medidas de crisis “evitan el endeudamiento inasumible para los productores de los costes de empaquetado y exportación de volúmenes cuya adquisición en el mercado no son cubiertos”, añaden los productores. 

Además, añade que “afortunadamente, la disposición excepcional del plátano en la Ley de Cadena Alimentaria, pedida unánimemente por todas las organizaciones reconocidas legal y legítimamente del sector, y que le permite considerar precio medio anual de venta por encima del coste, ha sido positiva, pues el sector ha podido mantener altos volúmenes de exportación sin el riesgo de estar asumiendo sanciones millonarias por ello”. 

Y concluye: “En estas semanas, la producción continúa siendo muy elevada, y a esto se unen la competencia desleal de la banana con los precios más bajos de la Unión Europea como constante; próximas festividades que reducen los días de mercado y modifican los hábitos de consumo; y costes con elevada producción al alza. Un combinado de condiciones complejo, pero al que el sector se seguirá enfrentando gracias a su estructuración y unidad de acción en organizaciones de productores y la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátano de Canarias (Asprocan)”.