La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (COTMAC) ha aprobado de manera definitiva el Plan Territorial Especial Agropecuario de Gran Canaria (PTE9), documento clave para la ordenación del sector primario en la isla, anuncia el Cabildo.
Una vez que ha obtenido el visto bueno de la COTMAC, el PTE9 de Gran Canaria solo está pendiente de que lo valide el Gobierno de Canarias y se publique en el Boletín Oficial de la comunidad.
Este plan, que afecta a 58.000 hectáreas de terreno, comenzó a diseñarse en 2006 y ha tenido que superar algunas alegaciones, lo que ha requerido un largo trabajo en el que las partes implicadas han llegado a un consenso, asegura la consejera insular de Política Territoria, Inés Miranda, en un comunicado.
Entre los objetivos de este documento, Miranda destaca los de garantizar la conservación de los terrenos productivos y evitar la ocupación irreversible de los suelos de mayor potencial.
Además, asegura, resuelve la compatibilidad de la actividad agropecuaria en diversas zonas que estaban pendientes de una delimitación precisa, porque son áreas mixtas de espacios naturales, con masa forestal, escarpes y zonas a proteger, entremezcladas con zonas que sí podían estar destinadas a actividades agrícolas.
La nueva delimitación supone incrementar la superficie agropecuaria de Gran Canaria en 8.279 hectáreas: 3.260 para las tres áreas agrícolas que establece el plan y 5.019 como zona extensiva mixta agroforestal, donde plantar almendros, castaños y nogales, entre otras especies.
De este modo, la superficie cultivable de la isla queda finalmente fijada en 30.019 hectáreas, de las que están en cultivo 10.348, de modo que la capacidad de crecimiento es en la actualidad de 19.671 hectáreas que hoy no se utilizan.
De esta superficie sin cultivar, 6.242 hectáreas han sido desatendidas en los últimos diez años.
Además, en este cupo de más de 30.000 hectáreas están localizadas 19 reservas agrarias estratégicas en las que deben ubicarse las explotaciones de producción profesional, intensiva o industrial, porque son las que permiten las instalaciones necesarias.
El resto son igualmente cultivables, precisa el Cabildo, pero al estar en espacios con características territoriales o paisajísticas determinadas, la instalación de almacenes, alpendres, aljibes o accesos está sujeta a limitaciones y estudio de cada caso.
En cuanto al sector ganadero, el plan establece los tipos profesional, de autoconsumo y de renta complementaria, y fija diez núcleos ganaderos, entre los que quedaron excluidas las zonas próximas a las fuentes de “Aguas el Toscal” en Ingenio, que había presentado alegación por posibles afecciones producidas por estas explotaciones cercanas, a tenor de los informes emitidos por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, entre otras causas.
Las diez áreas fijadas para ganaderías suman 407,17 hectáreas y son núcleos para la instalación de las explotaciones ganaderas intensivas, ya que las instalaciones de autoconsumo o renta complementaria no están obligadas a circunscribirse en estas áreas.
La distancia a suelos urbanos y urbanizables y a asentamientos rurales oscila entre los 150 metros para ganaderías caprino y bovino de menos de 200 cabezas a los asentamientos rurales y los 2.000 para las explotaciones porcinos de mayor tamaño (a partir de 360 unidades de ganado mayor), tanto a asentamientos como a suelo urbano o urbanizable.