Más de una veintena de bodegas ofrecieron sus mejores caldos en el Descorche de Vinos de Gran Canaria 2016 organizado por el Cabildo para dar a conocer el producto de la última cosecha, unos caldos únicos en el mundo por su tierra volcánica, la climatología de Gran Canaria y las nada menos que 35 variedades de uva.
Este acto contribuye a recuperar un legado que data, subrayó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, del siglo XV, cuando la situación de Gran Canaria en un cruce de caminos llevó los vinos canarios fuera de sus fronteras hasta impregnar de referencias la literatura inglesa y francesa.
Ante distribuidores, restauradores y hoteleros, “cómplices necesarios” para el éxito vitivinícola de Gran Canaria, apostilló el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, el multitudinario encuentro pudo disfrutar de la intervención del presidente de la Asociación Madrileña de Sumilleres, Javier Gala, quien elogió el trabajo del sector en los últimos años y aseguró que los caldos grancanarios pueden competir con cualquiera, no solo por su calidad, sino porque el consumidor de hoy en día busca lo que tienen los vinos de la Isla: una gran personalidad.
Su gran riqueza, abundó, es su patrimonio varietal y animó a experimentar con él, a indagar con productos monovarietales primero, conocer su potencial y tras ello adentrarse en el ensamblaje.
Y es que entre las variedades de la tierra destacan la listilla, el listán negro, la malvasía y la babosa -tanto blanca como negra-, y entre todas, algunas son muy diferentes de las habituales en los centros mundiales de producción vitivinícola. Tanto es así, que el Frontón de Oro exporta a California, entre otros puntos de Estados Unidos como Carolina o Nueva York, 20.000 botellas al año y ahora mira a Japón.
Así, Gran Canaria cuenta con 70 bodegas, 54 de ella embotelladoras, 235 hectáreas de viñedos y más de 350 vitivinicultores que este año han conseguido vendimiar, celebró Morales, 306.000 kilos de uva a pesar de las inclemencias del clima, lo que no ha afectado en absoluto a la calidad. En cualquier caso, 2017 ya apunta a que será excelente, no solo porque el clima acompaña, sino por el nacimiento de nuevas bodegas.
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Gran Canaria, Luis López, alabó la colaboración entre administraciones, un trabajo conjunto del Cabildo con otras instituciones como el Gobierno canario que redunda en beneficio del sector y que hoy contó con la representación de su consejero de Agricultura, Narvay Quintero, quien calificó la viticultura isleña de heroica y celebró que el sector se encuentre en un momento dulce con caldos presentes en catas de Estados Unidos y la Península, lo que hasta hace poco era “impensable”.
De este modo, las 22 bodegas que presentaron sus productos fueron La Vica, Plaza Perdida, Vega de Gáldar, Caletón, La Higuera Mayor, Señorío de Agüimes, Agala, Lava, Las Tirajanas, Frontón de Oro, La Montaña, Bodega Capón, Berrazales, Eidan, Aya, Mogarén, Rincón del Guiniguada, Oro Blanco, Monte Alto, Finca el Troncón, Viña Canteras y Losoyos, acompañados de los quesos ganadores del Concurso Oficial de Quesos de Gran Canaria.
Homenaje a un viticultor amante de su tierra
Uno de los momentos más esperados del Descorche de Vinos fue el homenaje a Juan Armas, viticultor nacido en Tejeda en 1932 y fundador de la bodega Agala, muy apreciada por los amantes del vino y en la que en la actualidad trabajan sus hijos.
Juan Armas comenzó su carrera como empresario a su vuelta de Londres, a donde emigró con 23 años para importar, años más tarde, una representación de tractores, otra de baterías y una tercera de neumáticos.
Siempre con el sueño de dedicarse a las labores de su tierra, el viticultor comenzó a los 50 años de edad a compaginar su actividad como empresario con labores de agricultura y ganadería y plantó once hectáreas de viñedos para recuperar la Bodega Bentayga, un negocio familiar que contó con las vides más altas de toda España, plantadas a más de mil metros de altitud en Tejeda y Artenara.
Juan Armas cumplió uno de sus sueños con perseverancia, mucho esfuerzo y amor por su trabajo, con el resultado de unos caldos de alta calidad que aprovechan las singulares condiciones climatológicas que brindan las cumbres grancanarias y apoyado en las técnicas tradicionales de elaboración de vinos, un logro que el Cabildo y los productores han querido reconocerle en un emotivo homenaje.
235 hectáreas en 15 municipios
El municipio que más superficie destina a cultivo de la vid dentro de la Denominación de Origen es Santa Brígida, con más de 54 hectáreas, seguido por Las Palmas de Gran Canaria con 49 hectáreas y San Mateo con 40. A más distancia están San Bartolomé con 18 hectáreas y Telde con 15.
El 80 por ciento de los vinos producidos en Gran Canaria son tintos, mientras que la mayor parte del 20 por ciento restante es blanco, a los que se han sumado en los últimos años caldos madurados en madera y pequeñas experiencias de bodegas que embotellan crianzas.
Treinta productores grancanarios están presentes en el mercado regional durante toda la campaña, siete bodegas distribuyen sus productos a nivel nacional y una de ellas prepara su entrada en los mercados de Estados Unidos y Japón a través de la Denominación de Origen Islas Canarias, compatible con la insular.