El curso de formación en apicultura del proyecto Fomento del empleo en el ámbito rural de Gran Canaria ha logrado la inserción laboral de la mitad del alumnado, ya que dos personas ya se han instalado como apicultores en el régimen de los trabajadores autónomos y otros 8 se han inscrito en el Registro de Explotaciones Ganaderas, paso previo para instalarse como ganaderos.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, el consejero de Empleo, Gilberto Díaz, y el presidente de COAG Canarias, Rafael Hernández, entregaron este jueves los diplomas a las 16 personas que participaron en el curso, organizado por el Cabildo de Gran Canaria con fondos del Fdcan.
El proyecto, con un presupuesto de 150.000 euros, incluye asimismo los cursos de formación en agricultura ecológica y en jardinería, y tiene como objetivo ofrecer oportunidades de formación e inserción a personas desempleadas procedentes de colectivos de difícil inserción y escaso nivel de estudios que quieran poner en marcha iniciativas en el sector agrario y ganadero.
Antonio Morales resaltó que gracias a su biodiversidad y a la abeja canaria, Gran Canaria tiene una de las mejores mieles del mundo, tal como constatan los premios nacionales e internacionales recibidos, a lo que se suma la garantía del sello Gran Canaria Calidad que el Cabildo entrega a los productos que cumplen todos los requisitos sanitarios, de pureza y calidad.
Con un crecimiento del 60% en la última década, Gran Canaria cuenta con 320 apicultores con más de 11.000 colmenas que producen 650.000 kilos de miel al año.
El Cabildo de Gran Canaria ha puesto en marcha la primera Escuela de Apicultura de Canarias para impulsar el relevo generacional y que permite obtener un título de Experto Universitario único en España, a lo que se suma un programa de mejora de la abeja negra canaria que incluye la entrega de reinas fecundadas con zánganos genéticamente seleccionados.
300 horas teóricas y prácticas
Al trabajo realizado desde la Consejería de Soberanía Alimentaria se suma ahora el curso impulsado desde la Consejería de Empleo de 300 horas de duración que ha formado a 16 personas que este jueves han recogido sus certificados ataviados con sus trajes de faena.
El alumnado ha obtenido conocimientos para realizar las operaciones de instalación y manejo del colmenar, obtención y acondicionado de productos de las colmenas, el envasado y almacenamiento de miel y polen, mantenimiento de las instalaciones, equipos, maquinaria y herramientas, con criterios de calidad y rentabilidad económica según la normativa medioambiental y de prevención de riesgos laborales.
Han recibido 175 horas de formación teórica sobre herramientas y equipo para la apicultura, sanidad apícola y control de las enfermedades, manipulación de alimentos para la apicultura, control, manejo y procesamiento de la cera, alimentación apícola, crianza de reinas, producción de jalea real, manejo y multiplicación del colmenar, floración y sus aportes a la apicultura, o producción y recolección de polen y sus propóleos, y 125 horas de formación práctica en colmenares y salas de envasado, además de visitas a explotaciones.
Asimismo, han recibido orientación y asesoramiento para la búsqueda de empleo con dinámicas grupales y talleres en los que han abordado cuestiones como el entrenamiento de entrevistas de trabajo, el descubrimiento de los recursos sociales y el tejido empresarial del municipio de residencia del alumnado, la motivación para la búsqueda de empleo, las redes sociales y el empleo 2.0 y los derechos laborales en el medio rural.
También participaron en acciones de prospección laboral con tareas encaminadas al estudio del mercado laboral y la detección de las empresas que generen empleo en el sector, por lo que el acto de entrega de diplomas se convirtió en toda una fiesta por la promoción del trabajo y la soberanía alimentaria.