El Mercado del Puerto, ubicado en el barrio de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, nació en 1910, siendo el segundo de la capital grancanaria, tras el Mercado de Vegueta.
El 14 de octubre de 1997, tras cuatro años cerrado por obras, el Mercado del Puerto reabrió pero nada volvería a ser lo mismo. A pesar de que ese día “no cabía ni un alfiler”, como explica el gerente del centro, Antonio Ramos, “algunos se quedaron, pero otros se fueron”.
Durante esos cuatro años el Gobierno de Canarias y diferentes administraciones dieron muchas concesiones a grandes superficies y la clientela de la zona que estaba acostumbrada a consumir en el Mercado del Puerto, se repartió entre los supermercados y los centros comerciales.
“A la vuelta se sufrió mucho, porque la oferta del mercado con respecto al público era excesiva: había siete u ocho carnicerías, cinco pescaderías, ocho fruterías... Con el tiempo la selección natural hizo que se quedaran los mejores y el resto pues se fue jubilando poco a poco hasta llegar a la actualidad”, narra Ramos.
La cooperativa que gestiona el Mercado del Puerto decidió hace cuatro años por “mera cuestión de supervivencia y adaptación a los nuevos tiempos”, debido a la progresiva desertización de sus locales, ir ocupando esos espacios con oferta de venta y degustación, algo que dio buenos resultados, llegando a tener en la actualidad 22 locales (de los 38 que hay en total) enfocados a la gastronomía y restauración.
El presidente de la cooperativa que gestiona el Mercado del Puerto, José Rojas, aclara que “el edificio siempre va a ser mantener su función tradicional, la del mercado de abastos con su clientela fija, y no se convertirá en un recinto gastronómico, como ocurre con el Mercado de San Miguel, que es un lugar donde nadie va a hacer la compra”.
“Esto no es un restaurante, a nivel de alimentación no vamos a ser nunca una gran superficie, entonces hemos de suplir esas carencias con más acciones. Al Mercado del Puerto se puede ir a comprar, a divertirse, a tapear, a socializar... Y esto es posible gracias a la concurrencia de una oferta que combina gastronomía, mercado de abastos tradicional, ocio y cultura”, remarca Rojas.
El último de los locales en abrir ha sido una coctelería, en un local adquirido por la cooperativa. Según Rojas es “una oferta que no existía en el mercado y con poca presencia en la ciudad, cuyos beneficios se reinvierten directamente en las mejoras” de un edificio hecho de hierro, de la época modernista y con elementos llamativos como sus columnas con frisos corintios.
Con un horario más amplio ya establecido (los lunes de 7:30 a las 20:30 horas; de martes a sábado: de 7:30 a 00:00; y domingos de 12:00 a 17:00) y un público diferenciado según la oferta, que añade temas musicales y culturales los jueves y los sábados, el Mercado del Puerto aspira a seguir renovándose para convertirse en un referente, primero para los vecinos y la población local, y después, en una segunda fase, para atraer gente de fuera.
Con el Acuario Poema del Mar en el horizonte y el auge del turismo urbano, el centro quiere ampliar sus fronteras fuera de Las Palmas de Gran Canaria, con el apoyo del ministerio de Turismo, y estar presente, posiblemente el año que viene, en la feria de Fitur, entre otras acciones encaminadas al mismo fin.
Ramos se muestra cauto: “Nosotros somos moderados. Aunque lo que recibimos del público es positivo, siempre pensamos en mejorar”.
Y Rojas conluye que “el Mercado del Puerto goza de salud en todos los sentidos pero siempre hay que tratar de ir un paso por delante”.