El sector profesional de la pesca en las islas está que trina, y no es para menos. Tras tanto pedir a Madrid y a la Unión Europea (UE) un trato más beneficioso dentro de España en el reparto de los derechos para la captura de la especie de túnido más valorada en los mercados mundiales, el atún rojo o patudo (como se denomina en Canarias o Thunnus thynnus -bluefin-), el Gobierno autonómico, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, va y cierra un acuerdo de asignación de los derechos con las cofradías, luego impuesto al Ministerio de Pesca, que ha sido nefasto para los intereses de los pesqueros locales en general debido a que ha hecho inviable que se capturara en aguas de las islas el 100% de la cuota asignada para 2019; esto es, 438,5 toneladas.
Como avanzó este miércoles en exclusiva eldiarioagricola.es y hoy mismo acaba de confirmar el Ministerio de Pesca a este periódico digital, Canarias desaprovechará, dejará de pescar, y por lo tanto de comercializar, más del 20% de sus derechos de capturas, exactamente el 30%, lo que supone una cifra absoluta de 131 toneladas de las 438,5 concedidas. Todo ese atún rojo ya no llegará a las bodegas de las embarcaciones canarias ni se convertirá en ingreso para los armadores y tripulantes locales. Se está hablando de dejar de llevarse al bolsillo en torno a medio millón de euros en primera transacción. En efecto, es todo un desastre, como mismo lo definió Vicente Rivero, presidente de la OPP IslaTuna.
Tal y como este jueves, el día en que se cierra la pesquería del atún rojo en las islas, ha confirmado el área de Pesca del Gobierno central, a través de fuentes radicadas en Canarias, con el cálculo de las descargas a apenas dos semanas de este 6 de junio, las descargas no llegan al 70% de la cuota canaria para 2019 (está en el 69,9%) y lo normal es que ese valor relativo evolucione muy poco en los días que quedan por contabilizar hasta la fecha de cierre de la veda, este jueves, del también llamado patudo.
El asunto es de tal gravedad que, pese a Canarias haber logrado para este año elevar su cuota de pesca de atún rojo en 183,5 toneladas (hasta las 438,5) respecto a las 255 de 2018, el 72% más de un año a otro, eso solo le ha servido para pescar 52 toneladas más que la cuota oficial del año anterior; o si se prefiere, prácticamente la misma cantidad si al tope oficial del año pasado se le añade el excedente de captura que hubo, de 51 toneladas. Esta cantidad terminó siendo perdonada por Madrid pese a que lo normal era descontarla de lo autorizado en 2019. Al final no se hizo.
Así las cosas, se puede decir que Canarias ha hecho el ridículo en la gestión de su cuota incrementada de atún rojo o patudo para 2019, pues, de los kilos de más que concedió Madrid, solo logró aprovechar 52. Este subtotal solo representa un incremento del 23% en relación con la cuota oficial de 2018 y, como se ha dicho, un crecimiento nulo si se llega a contabilizar la superación de la cuota perdonada ese año, la cantidad de 51 toneladas.
Tal y como ha defendido el sector profesional vinculado a la pesquería de túnidos, los llamados atuneros cañeros, la razón de este desaguisado tiene que ver con el sistema de asignación de derechos de pesca de atún rojo defendido por la Consejería canaria, consistente en dar el 60% del 90% de la cuota total de 2019 a los barcos de bajura, los atuneros cañeros, con el 40% restante de ese límite relativo a la flota de litoral, la de artes menores. Además, el 10% restante se terminó otorgando de forma lineal a embarcaciones con menos de 12 metros de eslora, lo que de hecho supuso dejar la estructura de reparto al 50%, con la mitad para los cañeros y la otra mitad para los barcos con artes menores (representados por las cofradías y sus federaciones).
En 2018, la cuota se repartió de otra manera y no se dejó de pescar ni un kilo de patudo. Fue por el sistema de captura libre entre la flota autorizada hasta completar la asignación global, entonces en 255 toneladas pero que se superó en 51.