El Cabildo de Gran Canaria ha señalado que el sector del vino en la isla se ha consolidado en los últimos dos años con el incremento de las 15 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid y el aumento de otras diez en la cosecha de 2023. “Se están recuperando tierras abandonadas y se están creando infraestructuras de riego con nuestro apoyo, de modo el 80% de la viña en Gran Canaria cuenta ya con sistemas de riego”.
Son datos revelados por el presidente insular, Antonio Morales, tras el descorche simbólico, en el Jardín Botánico Viera y Clavijo, de la primera botella de la añada de 2023, donde explicó que el Programa Insular de Desarrollo de la Vitivinicultura “está permitiendo, no solo el sostenimiento de las hectáreas en producción, sino incluso su aumento, a diferencia del resto del archipiélago”.
Asimismo, el Cabildo ha indicado en un comunicado que la mitad de las inversiones del Gobierno de la isla en infraestructuras hidráulicas ejecutadas desde 2018 han sido destinadas a zonas vitícolas.
Morales subrayó que “cada vez más el consumidor local y foráneo conoce y aprecia los vinos de la isla, uno de los frutos de la promoción en ferias como Gran Canaria Me Gusta y otros eventos”. Y enfatizó que “el Cabildo de Gran Canaria, consciente de la vital importancia de las explotaciones vitivinícolas, como generadores de empleo, de riqueza y de fijación de la población al territorio, y también como efectivos cortafuegos en los incendios forestales, apuesta desde hace años por el fomento y desarrollo de la viticultura insular”.
“Además, los valores del vino de Gran Canaria y sus singularidades aportan experiencias turísticas diferenciadoras para quienes eligen la Isla como destino y contribuye a diversificar frente a quienes apuestan por masificar”, agregó junto al consejero de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, Miguel Hidalgo, y el presidente del Denominación de Origen de Gran Canaria, Pedro Suárez.
Morales apuntó que el sector “crece en diversos aspectos” que incluyen “la atracción de la viticultura como una alternativa real de la economía, de igualdad y también como ejemplo o referencia de la conjunción de esfuerzos de los hombres y mujeres del mundo rural y el Gobierno de la isla para avanzar en la diversificación de nuestra economía, proteger nuestro territorio y potenciar nuestra identidad”.
“El resultado de la última campaña y los avances alcanzados lo podemos comprobar esta noche con el descorche de los productos de las veinte bodegas que se dan cita en este acto. Son casi la mitad de las 43 bodegas inscritas en la Denominación de Origen Protegida de Vinos de Gran Canaria, en las que hay inscritos casi 300 viticultores y que hacen posible mantener el cultivo tradicional de la uva y la producción del vino a lo largo de 190 hectáreas”, enumeró.
El presidente explicó que dos tercios de ese territorio del vino se encuentran en la zona del Guiniguada, entre los municipios de Santa Brígida, San Mateo y Las Palmas de Gran Canaria, pero la calidad se distribuye por toda la isla, “porque hoy tenemos viticultores en todos los municipios de Gran Canaria”.
Apuntó también que “el balance de la vendimia pasada nos sitúa en una producción de unos 365.000 kilos, casi 100.000 menos que en 2022, con la peculiaridad de que las cumbres, San Bartolomé o Tejeda, tuvieron muy buenas cosechas y San Mateo produjo casi la mitad del total de la uva de la isla”.
“Estos datos nos animan a perseverar en el esfuerzo por desarrollar el Plan Estratégico del Sector Primario en Gran Canaria, que establece como uno de sus principales objetivos la potenciación de la una y del vino, a través de la sensibilización y difusión de las producciones locales”, asentó.
Igualmente, apuntó que otros hitos destacables que están fortaleciendo al sector son la formación especializada contemplada en el Programa formativo de la Consejería de Sector Primario, o la creación del primer Curso oficial de Técnico Grado Superior Vitivinicultura, en colaboración con CEIP de San Mateo, donde 20 alumnos aprenden durante dos años todo lo necesario para poder incorporase al sector con la cualificación necesaria que este requiere.
También se ha solicitado al Gobierno de Canarias la declaración del primer y único vivero oficial de viña de Canarias a través de la localización y análisis de plantas no viróticas para su posterior reproducción vegetativa, pudiendo ser donadas a los viticultores y se ha avanzado en la creación de un banco de germoplasma que tendrá una colección de 180 variedades de uva.
Cuatro estaciones agrometeorológicas
Y destacó que, junto a la asociación Vinigran, el Cabildo está instalando cuatro estaciones agrometeorológicas que van a permitir obtener mucha información de las variables climáticas y su influencia en la viticultura insular, que se suman a las seis ya existentes.
Estas cuatro nuevas estaciones se ubicarán en las zonas vitícolas de Camaretas de San Mateo, de Telde, de Valsequillo y de Agüimes. De esta forma la superficie de influencia pasará del 33% actual al 57% y podrán contar con toda la información agroclimática de forma gratuita y, además, generarán avisos fitosanitarios por riesgo de mildiu y oídio, hongos cuya afección pueden incidir de forma muy negativa en la producción vitícola.
El presidente concluyó diciendo que “todas estas actuaciones, debidamente planificadas y coordinadas con las distintas asociaciones del sector como son el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Gran Canaria, Vinigran y los propios viticultores y bodegueros, han conseguido que los vinos de Gran Canaria obtengan los mayores galardones en los distintos concursos a nivel regional y nacional, siendo el objetivo final la mejora de la productividad y la consolidación del aumento de la superficie cultivada, para que de forma inexorable se convierta en un motor económico y social del sector primario insular”.
Charla sobre las mujeres en el sector, homenaje y parranda
El evento incluyó también una charla a cargo de la viticultora y sumiller Josefina Rojas, titulada ‘Un cambio de paradigma: mujeres en la vitivinicultura de Gran Canaria’, así como un homenaje a José Manuel Navarro Monagas, catador de la DO de Gran Canaria.
Navarro nació en 1953 en el seno de una familia dedicada a la agricultura en la Atalaya de Santa Brígida. Sus primeros estudios los realizó en un colegio en el Monte Lentiscal. Luego cursó el Bachillerato en el Instituto Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria y de ahí puso rumbo a Sevilla donde estudió la carrera de Biología en la especialidad de Botánica. Una vez finalizado sus estudios regresó a su isla natal para impartir clases en institutos.
Desde muy joven se implicó con su padre en la recolección de uvas y elaboración de vino para uso familiar, principalmente en las fiestas de la matanza del cerdo donde se reunían todos los amigos de la familia para celebrar el día de San José o La Navidad, afición que le ha acompañado hasta hoy compaginando la docencia con el cultivo de vides y elaboración de vinos en su bodega además de contribuir decididamente con el comité de cata desde sus comienzos, primero con El Monte Lentiscal, posteriormente con el resto de la isla y finalmente con la unificación de las dos denominaciones.
La velada se clausuró con los sones de la parranda ‘Al toque’, que contribuyeron con su música de raíz y el uso de un barril como instrumento de percusión a un perfecto maridaje entre el aroma del vino, la tradición y la proyección de futuro del sector.