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Las emisiones que debe reducir Canarias para cumplir sus objetivos climáticos en 2040

Central térmica de Candelaria (Tenerife).

Iván Alejandro Hernández

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Canarias es la séptima autonomía de España que menos gases de efecto invernadero (GEI) emitió en 2019, sin contar a Ceuta y Melilla. Con 13.038 toneladas equivalentes de CO2 (tCO2-eq), supuso el 3% del total del territorio nacional, por detrás de otras comunidades como Baleares y lejos de La Rioja, que encabeza la lista con 2.411 tCO2-eq. La Estrategia de Acción Climática del Gobierno regional plantea como objetivos posibles una reducción de casi la mitad para 2030 y alcanzar, diez años después, menos de mil toneladas equivalentes de CO2, “llevando a cabo una transformación sin precedentes”. Para lograr este escenario, en sintonía con los objetivos marcados por la ONU de conseguir que las emisiones netas caigan a cero en 2050, la Consejería de Transición Ecológica ha trazado una hoja de ruta con diferentes planes y estrategias que estarán reguladas en la Ley de Cambio Climático, una de las iniciativas más esperadas de esta legislatura. 

El transporte y las centrales térmicas suponen los dos sectores que más emisiones generan en las Islas, con más de un 80% de las toneladas de CO2 equivalentes en 2019, según el Anuario Energético de Canarias. La generación de energía a través de la quema de combustibles fósiles en las once instalaciones repartidas por todo el Archipiélago sumaron 5.458 tCO2-eq, como consecuencia del suministro del 83,2% de la energía eléctrica de las Islas. En 2018, un informe de la Comisión Europea situaba a la de Juan Grande (Gran Canaria) y la de Granadilla de Abona (Tenerife) entre las 20 más contaminantes de España. Además de la implantación de infraestructuras renovables, como parques eólicos y fotovoltaicos, para reducir la dependencia del gasóleo o el fuel-oil, el Gobierno regional quiere que funcionen con hidrógeno verde.

Sin embargo, las competencias para regular las centrales térmicas recaen en el Estado y Endesa, como propietaria de todas estas instalaciones en las Islas, ya ha mostrado su predisposición a transformarlas. En el marco de un proyecto presupuestado con 900 millones para Canarias y Baleares, prevé producir hidrógeno verde en sus centrales térmicas o combinarlas con gas natural para dejar de usar fuel-oil. La compañía ya ha solicitado al Gobierno de España poder desbloquear las inversiones en estas instalaciones para actualizarlas. La hoja de ruta de la empresa pasa por abandonar la generación de carbón en 2027 y, para 2040, el gas.

Por su parte, el Gobierno de España contempla inversiones de 8.900 millones de euros en su Hoja de Ruta del Hidrógeno: en una primera fase, hasta 2024, espera producir un millón de toneladas de este recurso energético con diversas acciones basadas en la instalación de electrolizadores. Una cantidad que prevé multiplicar por diez en 2030, cuando estima que se acelerará una economía basada en el hidrógeno verde que permitirá la descarbonización en 2050, junto al incremento de la participación de otras energías renovables en el sistema.

Otro de los puntos en los que Canarias debe centrar sus esfuerzos es el transporte, que fue responsable de la emisión de 5.470 tCO2-eq en 2019, principalmente terrestre (64,4%). Y es que el Archipiélago es la comunidad autónoma que mayor porcentaje de vehículos de gasolina tiene respecto al parque total. Según el Instituto Canario de Estadística, las Islas tienen una densidad de 812,9 vehículos por cada 1.000 habitantes, creciendo año tras año. Y del total de 1,7 millones de vehículos registrados en Canarias en 2020, los eléctricos no alcanzan ni el 1%. 

La apuesta del Gobierno canario es clara: cambiar el parque y pasar de la gasolina y el gasoil a los vehículos eléctricos. Y espera lograrlo en 2040. La Estrategia encargada por el Ejecutivo regional al Instituto Tecnológico de Canarias para este fin prevé 54.948 vehículos eléctricos para finales de 2025; 466.968 para 2030 y 1.588.339 para 2040. El problema es el cómo. Una de las medidas que plantea la Ley de Cambio Climático estatal es que a partir de 2040 los automóviles nuevos que salgan al mercado sean de cero emisiones.

Además, el Ejecutivo central también prevé en su Hoja de Ruta del Hidrógeno que el aumento de la potencia renovable instalada lleve aparejado una bajada de precios de la electricidad, lo que posibilitará que la producción de hidrógeno mediante energía eléctrica renovable sea competitiva y aumente para permitir una expansión de su consumo al sector del transporte, al que considera “difícil de descarbonizar”.

Pero también se persigue fomentar el uso de medios de transporte alternativos al vehículo privado, como la guagua o la bicicleta. Para ello, el Gobierno de Canarias cuenta con un programa de subvenciones destinados a las administraciones locales e insulares para que contribuyan a descongestionar las carreteras de las islas. 

Por zonas

En agosto de 2019, el Gobierno de Canarias declaró la emergencia climática, que entre sus objetivos incluye adelantar la descarbonización para 2040, procurando la colaboración de los siete cabildos y los 88 ayuntamientos. Y los municipios se han adherido progresivamente al Pacto de las Alcaldías, una iniciativa europea creada en 2008 por el que los firmantes se comprometen a impulsar los objetivos climáticos y energéticos de la UE, como reducir un 55% las emisiones en 2030.

Estas dos acciones han permitido a la Consejería de Transición Ecológica aunar en un inventario de emisiones de gases de efecto invernadero la cantidad de CO2 vertidas por territorios. Con este documento, el Gobierno regional conocerá en detalle el estado actual de todos los municipios en este sentido para medir el impacto de sus actuaciones de cara a mitigar el cambio climático. 

Aún no se ha publicado, pues es preciso que todos los ayuntamientos culminen los planes que exige el Pacto de las Alcaldías. Durante las jornadas de Acción Climática organizadas por la Consejería de Transición Ecológica a finales de junio, Marcos Suárez, técnico de proyectos del departamento de energías renovables del ITC, expuso la metodología de elaboración del Inventario de emisiones y huella de carbono municipales, que se centra en 2019.

Uno de los requisitos del Pacto de las Alcaldías es que los municipios adheridos presenten un inventario de emisiones en sus planes de acción. Según Suárez, Gran Canaria es la única isla donde todos sus ayuntamientos han elaborado y entregado este documento. En Tenerife, son 25 de los 31 consistorios. Y el resto “presenta bastante menor participación”: en Lanzarote, uno de siete municipios; en La Gomera, uno de seis y en El Hierro, uno de tres. En La Palma y en Fuerteventura, ninguno ha finalizado los trabajos a los que se comprometieron. 

En conjunto, de los ocho sectores que estudia el documento, el transporte representa más de la mitad de las emisiones en los municipios, seguido de las viviendas, con un 24,5%. Por Islas, Tenerife encabeza los vertidos a la atmósfera, con 4.671.843 tCOW-eq, seguida muy de cerca por Gran Canaria (4.229.949 tCO2-eq). Después, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera y El Hierro.

Las Palmas de Gran Canaria, la ciudad más poblada del Archipiélago, encabeza las emisiones con 1.644.455 tCO2-eq, es decir, el 16,1% de todos los vertidos en Islas se genera en la urbe capitalina. Le siguen los municipios más habitados: Santa Cruz de Tenerife (8,9%), San Cristóbal de La Laguna (6.6%) y Telde (4,1%). Posteriormente, se sitúan Arona, San Bartolomé de Tirajana, Arrecife, Puerto del Rosario, Adeje y Santa Lucía de Tirajana. Estos 10 municipios, que concentran más de la mitad de la población del Archipiélago, emitieron un 53% de tCO2-eq del total de las Islas.

Pero la clasificación cambia drásticamente si se atiende a la huella de carbono. Este indicador representa el volumen total de gases de efecto invernadero que producen las actividades económicas y cotidianas de la ciudadanía, tanto residentes como turistas. Y encabezan la lista municipios con poblaciones volátiles por la cantidad de visitantes que reciben.

Así, el municipio con más emisiones de CO2 por habitante es Tejeda, con 32,27 tCO2-eq. Suárez explica que esta localidad, “con una población de 2.000 personas, registra en torno a 20.000 turismos, es decir, 11 vehículos por habitante”. Esto se debe “sobre todo a los beneficios fiscales, como el impuesto de tracción mecánica”, pues las empresas “están destinando parte de los registros en este municipio”. Y “cuanto más vehículos, más emisiones, aunque no estén trabajando directamente en el municipio, están registrados ahí”, añade. 

Le sigue el municipio menos poblado de Canarias, Betancuria, en Fuerteventura, con 12,28 tCO2-eq. Puerto del Rosario, Villaflor de Chasnia, Tuineje, La Oliva, Arafo, San Miguel de Abona, San Bartolomé y Agüimes cierran la lista.

Con estos datos, una vez finalice el documento, se realizará una previsión de cómo deberían evolucionar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2040. La Consejería de Transición Ecológica también anunció que facilitará el acceso y la visualización de los datos de las emisiones autonómicas, insulares y municipales a través de una herramienta informática, donde se podrá comprobar si Canarias avanza en sus ambiciosos objetivos: lograr que dentro de 13 años las emisiones bajen de las 1.000 toneladas de CO2 equivalente.

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