Fadel Kah, imán: “No conozco jóvenes con pensamientos radicales en Fuerteventura”

Eloy Vera

Caleta de Fuste —

Fadel Kah es imán de la mezquita de Caleta de Fuste. Cursó estudios de Periodismo y Ciencias Políticas en su país, Mauritania, además de las Ciencias Islámicas. En 2004 se estrenó como imán durante el Ramadán en la mezquita de Vecindario. En 2005 empezó a dirigir los rezos de la mezquita de Costa Calma y más tarde en Caleta de Fuste. Defiende las mezquitas como lugares donde prevenir y combatir el extremismo y destaca el rechazo social y la ignorancia a la hora de interpretar el islam como causas para que una persona se radicalice.

P. ¿Cuántas personas forman la comunidad musulmana en Fuerteventura?

R. No tenemos estadísticas concretas. Se habla de datos de 2005, en aquel tiempo eran unos 2.000. Con la crisis se marcharon muchos y ahora están volviendo.

¿Cree que la comunidad musulmana que reside en la Isla está integrada en la sociedad majorera?

La mayoría. Los primeros que llegaron, coincidiendo con la llegada masiva de inmigrantes a finales de los noventa, hoy la mayoría tienen la nacionalidad. Han pasado casi veinte años. El problema para los inmigrantes de esta primera generación es el idioma, que es un obstáculo importante para la integración, pero en general son integrados desde el punto de vista de la convivencia y entienden las tradiciones y hábitos de los canarios. También hay jóvenes que han nacido en España y que hablan perfectamente el castellano.

Hay ocho mezquitas en Fuerteventura, ¿están todas legalizadas?

Todas tienen autorizaciones de apertura, están afiliadas en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia y tienen CIF. Ahora mismo hay dos en Puerto del Rosario y una en Corralejo, Caleta de Fuste, Gran Tarajal, La Lajita, Costa Calma y Jandía. En ellas se elaboran eventos socioculturales, conferencias, se dan clases del Corán, idioma árabe… y en la nuestra tenemos la intención en el futuro de dar clases de español e inglés.

Los atentados terroristas dañan la imagen de las mezquitas y sobre ellas se siembra la duda de ser espacios que fomentan el extremismo, pero ¿realmente hay mezquitas que actúan como focos de radicalización?

La respuesta es no. Todos los musulmanes creemos que una de las misiones principales de las mezquitas es prevenir y combatir el radicalismo porque el radicalismo nos engaña a nosotros mismos antes que a nadie. Antes de ser un peligro para la sociedad en general, engaña nuestra imagen y afecta muy mal nuestra vida. Además, el fanatismo y el extremismo no tienen nada que ver con el islam, que es paz.

¿Qué hace que un musulmán termine radicalizándose, cometiendo atentados e incluso inmolándose en nombre de Alá?

El rechazo social, la ignorancia de los conocimientos del islam, la falta de integración verdadera como por ejemplo un trabajo y una vida estable. La mayoría son víctimas de gente que saben cómo elegir y captarles. Estas personas no tienen conocimientos, son marginados, no tienen trabajo o han vivido un tipo de rechazo en el colegio o no han estudiado nunca. Es muy importante la aceptación en el colegio. No sentirse un extranjero, un moro. Son factores que se reviven para preparar el terreno mental de un radicalismo. Ellos lo captan y lo rellenan fácilmente. Les dicen que es una sociedad infiel que se merece la lucha sagrada. Utilizan la palabra islam para justificar “sus malos hechos”, pero eso no tiene nada que ver con el islam. Una persona que conoce nuestra religión sabe que es paz y tolerancia.

¿Existen mezquitas en Canarias que siguen la corriente salafista, la interpretación del islam que aseguran seguir los miembros del Estado islámico?

El salafismo es una de las escuelas del islam basada en los textos principales, el Corán y los dichos del Profeta. Últimamente algunos de los que cometen estos actos terroristas reclaman que son salafistas, pero es una falta grave de conocimiento y una contradicción enorme. Un verdadero salafista no puede hacer esto. La imagen que han dejado los medios de comunicación y la reclamación de los radicales hace que se construya la idea de que todos los salafistas son radicales o terroristas. Un radical no lo puede hacer públicamente y no lanza su discurso en las mezquitas. No te puedo decir que en Canarias no haya extremistas, pero no se ponen en público. Si los hubiera trabajan secretamente.

¿Se pueden dar casos de radicalización de jóvenes en Fuerteventura?

Según mi conocimiento no. Yo no conozco jóvenes que tengan pensamientos radicales en la Isla y creo que conozco Fuerteventura de norte a sur. Pero insisto, la gente que tiene estas ideas trabaja con mucha discreción.

¿Conoce episodios concretos de radicalización en la Isla?

No, pero eso no significa que no haya.

Personas como el imán de Ripoll, cerebro de los atentados de Cataluña, hacen mucho daño a la figura del imán…

Cierto. No estoy seguro que esta persona fuera un imán. Tengo información de que estaba relacionado con el narcotráfico. Las comunidades islámicas necesitan imanes y la mayoría de la gente que viene como inmigrante no tiene formación, sobre todo, religiosa. Por eso recae esta responsabilidad sobre aquellos que apenas saben algunos versículos coránicos y los meten de imán sin saber sus antecedentes ni su historia. Y eso es un error que cometemos nosotros como comunidades. Tenemos que buscar personas cualificadas e instruidas para confiarles esta responsabilidad, que es enorme.

Las comunidades musulmanas han solicitado al Gobierno español un censo de imanes y que estos se formen en España para conocer su orientación. ¿Es partidario de ello?

Intentan tomar la experiencia de Francia donde hay un instituto que forma a los imanes. Estoy totalmente de acuerdo. Es imprescindible hacerlo para estar seguros de que los imanes que dirigen las comunidades están instruidos y cualificados.

Cuando suceden atentados terroristas, ¿ha llegado a producirse algún episodio islamófobo en Fuerteventura?

La islamofobia existe. No podemos obviarlo, pero es limitada. En la mezquita que teníamos antes en Caleta de Fuste, después de los atentados de París, una persona marcó en la puerta palabras de odio en inglés. Hay en Fuerteventura, como en el resto de los lugares, pero no se refleja generalmente. Es una realidad y una reacción de un público que no tiene un nivel intelectual que le permita distinguir entre lo que son hechos terroristas, que son personales y donde los únicos culpables son las personas que los cometieron, y la mayoría que son inocentes y pacíficos.

¿Qué diría a esas personas que asocian islam con terrorismo?

Están equivocados. Los hechos de estas personas no reflejan el islam y a los musulmanes. Las situaciones que les han empujado a hacer eso es lo que tenemos todos que buscar y ver cómo se soluciona. Culpabilizar a una sociedad y a una religión es una equivocación.

¿Es partidario de que el islam se modernice y, por ejemplo, se dé un mayor protagonismo a la mujer?

Sí. Los textos del islam garantizan esta modernización y estos derechos de la mujer. Solo tenemos que estudiarlos e interpretarlos bien, pero por los expertos y no por cualquier persona. El islam en sus textos es moderno, pero desde mi punto de vista las interpretaciones de algunos es lo que lo hace un poco arcaico.

Esta entrevista fue publicada en la edición impresa de Diario de Fuerteventura.