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Entrevista

Coque Malla: “Esta gira parece una pequeña obra de teatro musical, todo fluye perfectamente”

Coque Malla será el protagonista musical de la XII edición del Festival de Cortos Villa de La Orotava.

Erick Canino

Las Palmas de Gran Canaria —

El músico, compositor y actor madrileño, Coque Malla, repasará algunos de los temas míticos de su carrera discográfica este 11 de noviembre, coincidiendo con el inicio de la decimosegunda edición del Festival de cortos Villa de La Orotava. Tras año y medio de gira ininterrumpida presentando su disco El Último Hombre en la Tierra por toda España, México y Argentina con gran éxito de público y crítica, el exlíder de Los Ronaldos se despide de los escenarios por unos meses antes de la salida de su próximo trabajo, el que será su primer disco de directo de su carrera en solitario.

– ¿Cómo valora usted mismo su estado creativo actual?

– Bueno, tengo que decir que a mí me cuesta mucho hacer este tipo de valoraciones. No me cuesta hacer canciones, no me cuesta crear, pero ese balance y valoración que me pides creo que no me toca a mí hacerlo, creo que le toca a los demás, al público y a los medios de comunicación. No me paro a pensar en lo que estoy haciendo, sino que simplemente lo hago. Estoy en un momento muy dulce, muy especial, pero más allá de eso me cuesta mucho analizarlo, y además es que no me gusta. Lo que me gusta es sentirlo.

– ¿Es época de composición para Coque Malla o sigue centrado en darle vida sobre los escenarios a las canciones del último disco?

– Empieza a salir algún boceto y algún camino que se abre, pero todo como muy tímido por el momento. Estamos trabajando en la edición del próximo disco en directo, que es un concierto que grabamos en audio y en vídeo para editar en CD y DVD el año que viene; exactamente el 8 de febrero saldrá a la venta. Es un concierto que hicimos en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid, con invitados y que se llamará Irrepetible, porque realmente fue una noche irrepetible, con una serie de invitados que seguramente no vuelvan a estar juntos nunca más. Fue un concierto muy especial, con la sección de cuerdas, de vientos, con una gran puesta de largo del disco El último hombre en la Tierra. Por fin puedo hablar de un disco en directo, que es mi medio más natural y que hasta ahora no lo había hecho en solitario. Este trabajo se grabó en junio, con Santi Balmes, de Love of Lesbian, Iván Ferreiro, Amable Rodríguez, Jorge Drexler, entre otros. Estamos metidos de lleno con eso y ya sabemos que el año que viene haremos gira con ese disco, con lo cual queda aún mucho tiempo para encerrarme en el estudio para empezar a trabajar otra vez. Estoy con bocetos, con nuevas ideas, pero no me he metido en el trabajo serio de composición.

– ¿El camino de la creación se abre de manera natural o uno se sienta en la mesa de trabajo y dice ya toca?ya toca

– Hay varias fases. La primera sale de manera natural e instintiva, así es como yo compongo. No sé hacerlo de otra manera. Pero sí hay otra fase que es más de trabajo, de organización. Se trata de poner en orden todos los bocetos que se tienen. En este caso estamos hablando de una faceta casi más de arquitectura que de creación.

– De todo lo que escribe, ¿qué porcentaje termina saliendo a la luz y qué porcentaje se deshecha o se guarda en la mesa de trabajo?

– Soy muy poco de componer a lo bestia y guardar cosas. Generalmente voy por el disco, hago el disco y ése es el disco que termina saliendo. Pueden sobrar dos o tres temas, pero no más. No soy de los compositores que tienen guardadas canciones, porque crean y crean cuando llega el momento de grabar el disco tienen 40 obras y hay que desechar. Sí es verdad que esta vez, curiosamente, he guardado muchos bocetos que he ido grabando en el móvil, pero no dejan de ser eso, pequeñas ideas que aún están muy lejos de ser canciones.

– ¿Existe algún tiempo, espacio o esquema concreto para componer sus canciones?

– No. Tengo un espacio para trabajar, pero no hay un horario para componer ni nada por el estilo. Sobre todo cuando estamos en esa primera fase que es tan caótica, con ideas que aparecen sin anunciarse antes. Luego, cuando ya estamos en segunda fase que es más de trabajo puro y duro, pues a veces sí me pongo un horario, quizás por la mañana, pero de resto no.

– ¿Alguna vez se pelea con sus creaciones? ¿Hay momentos en los que busca un tema o un estribillo y se ofusca porque que no sale?

– Sí puede pasar eso de vez en cuando, pero no es muy habitual. La lucha puede estar hasta el momento en el que se encuentra la canción, pero desde ese mismo momento en el que siento que la tengo, de ahí hasta el final, suele ser todo bastante relajado. Y claro, no con cualquier idea se llega a tener la sensación de haber logrado una canción, y cuando eso ocurre, tampoco es que haya una lucha. Simplemente siento que no existe y esa lucha de la que hablas se desvanece. Quizás pueda pasar algo más parecido a eso en el estudio, en el camino que se transita para encontrar el sonido, hasta que me encuentro a gusto con la sonoridad; tengo que decir que me cuesta mucho este último aspecto. Siento que no suena como yo quiero y no es bueno. Luego hay un tiempo de reposo y con la mezcla posterior, muchas veces el sonido me enamora.

– ¿En ese trabajo de construcción de canciones se tiene la intuición o la certeza de lo que puede terminar convirtiéndose un éxito?

– Hay veces que nos aventuramos a decir esas cosas entre todos los que estamos en el proyecto, manager, discográfica, y demás… se piensa, esto será un gran hit, pero al final, la mayoría de las veces nos equivocamos y termina siendo la gente la que convierte en éxito una canción u otra. No hay una regla para eso, es muy difícil. Quizás se puede pensar en una canción porque tiene un estribillo pegadizo y demás, pero al final eso está fuera de nuestro control porque es el público el que decide. Lo que uno muchas veces piensa que puede ser un exitazo, suele quedarse en poca cosa y, por otro lado, la gente hace suya una canción a la que previamente no se le había dado tanta importancia. Es muy impredecible.

– ¿Puede poner algún ejemplo de alguna canción suya que sólo la gente la haya convertido en éxito sin una sospecha previa?

– Por ejemplo, Berlín. Es una canción que no salió de single y que terminó siendo un éxito. Ahí sí tengo que decir que yo acerté, pero porque tenía cierta intuición. En las primeras escuchas, entre amigos, compañeros y demás, antes de que llegara a público, sí noté que esa podría ser la canción. En esas primeras escuchas más íntimas Berlín siempre provocaba algo especial. Yo quería que fuera el single, pero la compañía tenía otra idea, pensó que tenía que ser algo más roquero, una canción que tuviera que ver con mi pasado con Los Ronaldos y sacó She is my baby, que es una canción que funciona, pero que no llega a las cotas de aceptación de Berlín; ésta sí se ha convertido en una canción hegemónica en mi carrera.

– Una vez que acaba la canción, ¿hay un tira y afloja con la compañía que puede afectar en el resultado final que sale publicado?

– No, para nada. Con la compañía se habla de la elección del single, eso es otra cosa. En cuanto a la producción, jamás se meten y saben que no tienen nada que hacer. Soy una persona que se mete en sus proyectos a tope, soy productor de mis discos; la compañía no tiene capacidad de decisión.

– ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser artista?

– No me lo planteo mucho la verdad. Supongo que lo mejor es el escenario, que es mi medio natural. Todo lo que hago, lo hago para subirme al final a un escenario. ¿Y lo peor?, pues no sabría decirte con seguridad. Quizás las entrevistas.

– Desde fuera se puede pensar que los artistas de éxito como usted tienen una vida privilegiada. ¿Comparte esa opinión?

– Tenemos el privilegio que tiene toda persona que se dedica a lo que le gusta, ni más ni menos. Eso lo puede sentir un músico de rock y un carpintero. Si un carpintero se dedica a lo que le gusta es un privilegiado también, porque disfruta haciéndolo, que es trabajar la madera. Ese es el privilegio, amar la profesión.

– ¿Qué ofrecerá el 11 de noviembre en su concierto de La Orotava?

– Será un concierto muy emocionante. Estoy muy contento con el show. El repertorio está armado de una manera que no deja espacio para el bajón ni el aburrimiento, por lo menos sobre escenario. Hay veces que en un concierto se quitan canciones que están programadas en el repertorio porque no generan buenas vibraciones en ese mismo momento. Pero en esta gira, no hay ni un sólo bajón, está hilado de una manera que parece una pequeña obra de teatro musical y fluye todo perfectamente. Todos los espectáculos que estoy haciendo, desde que acabamos la gira con banda el pasado mes de septiembre, están siendo maravillosos. Y la reacción del público, estando yo sólo con una guitarra, es brutal.

– ¿Qué artista que usted siga recomendaría a sus seguidores?

– Pues recomendaría a Jacobo Serra, que acaba de sacar disco y es una maravilla. Me parece de lo mejor que se está haciendo ahora. Es un músico de Alicante, que ha editado tres discos, y es un gran artista. La verdad es que lo recomiendo apasionadamente.

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