El vicesecretario del Partido Socialista (PSC-PSOE), Francisco Hernández Spínola, que encabeza la mesa de diálogo junto a Coalición Canaria (CC) para alcanzar un acuerdo que permita formar Gobierno autonómico, ha suspendido este jueves la negociación con los nacionalistas después de la “deslealtad” del alcalde en funciones de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, que ha desoído a su partido y se a aliado con el Partido Popular (PP) en la capital tinerfeña.
Bermúdez convocó una rueda de prensa junto a la también concejal electa del Partido Popular (PP), Zaida González, a las 20.30 horas de este jueves en la sala Canarias del Hotel Silben Atlántida, donde anunciaron un pacto “fuerte” en el Consistorio, que devuelve al edil nacionalista la Alcaldía.
La rueda de prensa se produjo poco después de que la popular Cristina Tavío anunciara su decisión de renunciar a su acta, así como a tomar posesión del cargo en el pleno constitutivo de la corporación, en el convencimiento de que “es lo mejor para dar estabilidad, seguridad jurídica y confianza” a la ciudad.
La gobernabilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz, del de La Laguna y del Cabildo de Tenerife, son algunos de los escollos que las comisiones negociadoras de CC y del Partido Socialista (PSOE) se han encontrado a la hora de negociar una alianza en el Gobierno de Canarias que se extienda al mayor número de administraciones posible.
La rueda de prensa de Bermúdez y González se produce a pocos metros del Hotel Escuela, donde nacionalistas y socialistas se mantienían reunidos para tratar de cerrar el acuerdo regional. Todo indica que ambas formaciones no han encontrado una solución que convenga a las dos partes en la capital tinerfeña y en La Laguna, donde el PSOE podría firmar un pacto con fuerzas progresistas, y tratan de desenredar el nudo del Cabildo.
Cabe recordar que el secretario general CC, José Miguel Barragán, amenazó a Bermúdez con la expulsión del partido si llegaba a sellar un acuerdo con el PP.
Spínola, por su parte, ha dado este jueves por hecho el pacto CC-PP, calificándolo de “deslealtad” y de “bomba”, matizando que los únicos problemas en la negociación hasta el momento se han centrado en la capital tinerfeña.