Izquierda Unida Canaria ha cesado de militancia a los miembros del Consejo Político Local de la capital grancanaria que aplaudieron la creación del partido LPGC Puede y que han celebrado unas primarias con esta nueva confluencia. El secretario de organización regional, Lorenzo Garzón, explica que se trata de un total de 13 personas que hacen competencia directa a la candidatura que va a presentar IUC en la ciudad. Entre los cesados se encuentra Sergio Millares, ahora número tres en la lista de este nuevo partido. Además de miembros del Consejo local de Las Palmas de Gran Canaria han suspendido a militantes de Santa Brígida y Arucas.
Garzón expone que este proceso iba en contra de los estatutos de la formación y de los acuerdos a los que han llegado con otras organizaciones de izquierda para concurrir bajo la coalición Canarias Decide a nivel autonómico y municipal. Asimismo, aclara que estos militantes suponían una minoría y que no representaban las decisiones de la organización política. En estos momentos, la comisión de garantías del partido estudia el caso y se creará una gestora a nivel local.
La noticia no ha sido recibida de buen agrado por los suspendidos de militancia, que advierten de que recurrirán al Consejo Federal de Izquierda Unida. Sergio Millares asegura que los motivos que se han empleado para el cese son “disparatados”, defiende que hay un motivo político y tacha la situación de “cacicada”. Manifiesta que no quieren llegar a la vía judicial pero que quienes les han cesado “tendrían las de perder”. Además se queja de que no recibieron un aviso previo y alega que en el mismo día en el que les comunicaron el cese les dieron de baja en el partido.
Además, el que fuera coordinador del Consejo Político Local, Gabriel Nuez - tras el cese el pasado seis de abril de José Molina- asegura que no han cometido ilegalidad alguna y tampoco ninguna acción que vaya en contra de los estatutos de la formación. Señala que desde la organización de IUC se han basado en que estos militantes vulneran el artículo 11 de sus estatutos por hacer competencia directa. Sin embargo, Nuez explica que la decisión fue adpotada en una asamblea de forma democrática y que por tanto, insiste en la idea de que “están justificando con los estatutos una decisión política”.
Nuez manifiesta que ya hay miembros del Consejo Federal del partido que les apoyan y que “están muy tranquilos”. Expone que no comprende el hecho de que en unos ayuntamientos de la península sí que es válida esta confluencia con Podemos de cara a las elecciones y en cambio en la capital grancanaria ha fracasado. En este punto, Lorenzo Garzón se pregunta por qué tiene que renunciar a su identidad IUC y otros partidos por el hecho de que Podemos no pueda presentarse a las elecciones municipiales con su nombre.
Esta discrepancia es la que ha generado esta situación y Nuez indica que se debe a que IUC no se está “abriendo a los nuevos tiempos, en los que la política está cambiando”. Sergio Millares considera que la confluencia con Podemos y el resto de organizaciones de izquierda era una “oportunidad histórica” que no merecían despreciar.
El número tres de LPGC Puede expone que las primarias han sido un “rotundo éxito” en cuanto a índices de participación y que si hubieran estado respaldados por su propia formación habrían logrado mucha más. Cree que tienen muchas posibilidades de ganar las elecciones y que han conformado un equipo fuerte.
Millares explica que se trata de un partido abierto en el cual “de la diversidad sale la unidad”. Los ciudadanos han elegido a quienes quieren en la candidatura, es una novedad maravillosa y es un “chute de ánimo”.
No obstante, los expulsados defienden que continúan sintiéndose miembros de IUC y que confían en volver a ser readmitidos cuando la Comisión de Garantías estudie el caso. Asimismo prevén que ante la situación se produzcan más bajas en los próximos días de manera voluntaria por parte de integrantes del partido que también discrepan de la decisión de IUC.