Hidalgo no dará continuidad a la “farsa” de Cardona con Emalsa

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo (ALEJANDRO RAMOS)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

La intervención administrativa de Emalsa iniciada en marzo de 2014 por el anterior gobierno municipal del PP en Las Palmas de Gran Canaria “fue una farsa”, a juicio del mismo interventor designado para el control de la empresa mixta, ha dicho hoy el alcalde Augusto Hidalgo (PSOE).

El regidor ha explicado en rueda de prensa que hasta la fecha se han gastado 550.000 euros en informes y auditorías como consecuencia de esa intervención, que su antecesor, Juan José Cardona (PP), adoptó alegando que iba a “reforzar la fiscalización de la gestión” de Emalsa ante los delitos societarios denunciados por la Fiscalía en contratos que beneficiaron a los socios privados.

Algunos de esos estudios no se han culminado y el Ayuntamiento prevé tener en las próximas semanas las conclusiones “del más caro”, el que elabora la consultara KPMG por 149.000 euros, que Hidalgo hará públicas, de la misma forma que detallará las medidas que proponga y que el Consistorio decida no llevar a cabo.

Hidalgo ha asegurado que en esta legislatura el grupo de gobierno ejercerá un “control real, exhaustivo y eficiente” de la gestión del ciclo integral del agua en Las Palmas de Gran Canaria tras esa intervención administrativa “sui generis” que el PP impulsó siguiendo una “hoja de ruta” inexistente para mejorar el funcionamiento de Emalsa.

El alcalde también ha criticado que en los últimos cuatro años el PP no haya promovido inversiones hidráulicas en la ciudad, pese a lo necesarias que son, y ha anunciado que, en el ámbito del saneamiento, el Ayuntamiento hará un nuevo contrato, ya que el suscrito de forma directa por los socios privados de Emalsa con Sercanarias, una de sus filiales, “tiene fallos, es obsoleto y no se adapta a las necesidades actuales”.

De igual forma, el Consistorio retomará las relaciones con el Consejo Insular de Aguas para tratar de determinar “cuál debe ser la tasa de depuración correcta y que caudal de Jinámar depende de Las Palmas de Gran Canaria”.

Augusto Hidalgo estima que desde el propio consejo de administración de Emalsa, que preside el alcalde de la ciudad, como desde la unidad técnica del agua del Ayuntamiento se puede llevar un exhaustivo control del funcionamiento de la empresa mixta, cuya concesión expira en 2043, de ahí que no se explique por qué no se ha hecho, lo que, en su opinión, demuestra que “no existía hoja de ruta” sobre este asunto, al contrario de lo que anunció el PP.

De esta forma, el alcalde, que cumple hoy un mes en el cargo, ha asegurado que “se acabaron los líos con el agua en Las Palmas de Gran Canaria” y se ha comprometido a “poner orden en Emalsa”, al tiempo que ha garantizado que en la ciudad no se producen “emisiones que no se ajustan a las autorizaciones ambientales” ni “existen dudas sobre un posible desabastecimiento”.

Augusto Hidalgo ha afirmado que la anunciada intervención administrativa de Emalsa no se ha traducido en una “toma de control” de la sociedad mixta, de la que el Ayuntamiento posee el 33 % de las acciones.

Tal es así, ha dicho, que a día de hoy no se ha podido confirmar si Emalsa ha incurrido en incumplimientos de sus obligaciones contractuales, lo que abriría vías para llevar a cabo un “rescate del servicio a coste cero”.

“Ojalá estuviéramos en ese escenario ideal, en el que iríamos a un procedimiento de rescate, pero no estamos. No se han establecido cuáles son las causas específicas para el incumplimiento de los contratos y tampoco se ha evaluado cuánto costaría al Ayuntamiento comprar las acciones” en poder de los socios privados de Emalsa“, ha aseverado el alcalde.

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