Escaños en Blanco: el voto para castigar a los políticos

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

Escaños en Blanco se estrena en unas elecciones generales en Canarias a pesar de que ya había concurrido en las autonómicas de 2015 logrando 1.363 votos. En esta ocasión estará tan sólo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, tanto para el Congreso de los Diputados como para el Senado en las tres islas de esa provincia.  

La cabeza de lista al Congreso es Rosa Nieves González, empresaria y administrativa de 44 años. Escaños en Blanco es una formación política que se ha creado con el fin de darle representación en forma de escaño vacío a todos esos votantes que por una cosa o por otra están decepcionados con el resto de las formaciones políticas, explican desde la formación. Así, el objetivo es dar representación parlamentaria a la abstención y el voto en blanco.

El partido tiene programa electoral, pero este sólo tiene un punto y es que si lograran ser elegidos para algún cargo público el candidato renuncia a los sueldos y subvenciones y dejará el escaño vacío. “Es muy fácil de hacerlo, no como otros partidos políticos que prometen y no cumplen nada”, apunta Mateo Pérez, candidato al Senado en Tenerife.

Una de las características de Escaños en Blanco es que no les importa el orden a la hora de componer la lista. “No somos políticos ni pretendemos serlo. Queremos que las personas que se abstienen se vean representados en el Parlamento en forma de escaño vacío. Nos da igual estar el primero o el último, todos somos iguales en estas listas”, comenta Pérez, que añade que las listas están compuestas por “amas de casa, traductores, empresarios, expilotos de aviones, médicos...es la ciudadanía en definitiva”.

La formación sólo se presentará en Santa Cruz de Tenerife porque es donde lograron los avales. “Tuvimos que recoger 15.000 avales para lograr más de 10.000 votos...cuando ya está al nivel nacional recoger avales, lo vemos como una trampa más dentro de la ley electoral para que no lleguemos”, lamenta el candidato al Senado.

La campaña electoral de este partido se caracteriza porque está financiada con el dinero de simpatizantes y afiliados. “Pegamos carteles, pero poca cosa más. Además entendemos que le hacemos daño al medioambiente, por lo que somos partidarios de las banderolas porque las podemos reciclar para otras elecciones”.

El partido confía en que al menos un diputado o un senador en España se vea afectado tras las elecciones y no pueda acceder a su poltrona. “Ese voto castigo serviría para que el resto de los políticos se den cuenta que esa poltrona es del pueblo y que sepan que este es el que decide quién lo ocupa o si tiene que estar vacía. De esta manera el político tiene que estar comprometido con el trabajo porque puede ser el siguiente en dejar la poltrona”, concluye Pérez.