Las elecciones generales del 26 de junio han roto el idilio que Podemos mantenía con Las Palmas de Gran Canaria desde las europeas celebradas en mayo de 2014. Ya en esos primeros comicios las urnas convirtieron a esta ciudad en uno de los baluartes de la formación morada, en la capital de provincia donde cosechó sus mejores resultados. Tras esa fulgurante irrupción, las autonómicas de 2015 y la cita del pasado 20 de diciembre confirmaron la sintonía y auparon a Podemos a la primera posición en la capital grancanaria, en detrimento del Partido Popular.
Sin embargo, el pasado domingo las tornas se volvieron a virar. A pesar de que concurría en alianza con Izquierda Unida y de lo que pronosticaban las encuestas, el partido liderado por Pablo Iglesias sufrió un notable batacazo en este municipio. Uno de cada cuatro votos perdidos por Unidos Podemos en el Archipiélago se concentra en Las Palmas de Gran Canaria, ciudad en la que gobierna el partido instrumental de Podemos (Las Palmas de Gran Canaria Puede) en coalición con el PSOE y Nueva Canarias.
El 20-D, por separado, Podemos e Izquierda Unida sumaron 62.195 papeletas (56.196 y 5.999, respectivamente). El 26-J, juntos, obtuvieron el respaldo de 45.622 ciudadanos. Por lo tanto, la fuga en la capital grancanaria asciende, a pesar de la unión, a 16.573 votantes, lo que representa el 25% de la pérdida de Unidos Podemos en todo el Archipiélago (64.836).
El Partido Popular ha vuelto a ganar en este municipio. La lista que encabezaba María del Carmen Hernández Bento ha logrado 64.080 votos, 8.791 más que los que consiguió la plancha que lideró el 20-D José Manuel Soria, que dimitió en abril tras aparecer en los papeles de Panamá. La coalición PSOE-NC, por su parte, ha recortado diferencias en la capital grancanaria con respecto a Unidos Podemos, que también ha cambiado a la cabeza de lista por la provincia de Las Palmas en estos comicios, después de que la jueza Victoria Rosell renunciara a presentarse. La alianza entre nacionalistas y socialistas ha sumado 43.871 apoyos, casi 4.000 más que hace seis meses y 1.800 menos que la candidatura que encabezaba Meri Pita.
Los 16.573 votos perdidos por Podemos en la capital representan prácticamente la mitad de la fuga en Gran Canaria, la isla donde más se ha desinflado la formación morada y donde también gobierna gracias a un pacto con los mismos socios, el PSOE y NC.
El 26-J ha pintado de azul la geografía insular. El único municipio que se le ha resistido al PP es La Aldea de San Nicolás, que ha erigido al PSOE-NC en su primera fuerza. Excepto en Las Palmas de Gran Canaria, en Santa Brígida y en Valsequillo, donde ha sido segundo, Unidos Podemos ha ocupado la tercera posición en el resto de localidades grancanarias, por detrás de populares y socialistas. En esta isla, el PP ha subido en 20.000 votantes; el PSOE, en 3.000 y Ciudadanos, en 1.600, mientras que Unidos Podemos ha bajado en 34.000.
Curiosamente, esos 16.573 votos menos también suponen cerca de la mitad de los apoyos perdidos en las cuatro grandes ciudades del Archipiélago (Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna y Telde). En términos absolutos, 7.172 ciudadanos han dejado de respaldar a la coalición Unidos Podemos en la capital tinerfeña (de 25.300 + 3.910 a 22.038); 5.401 en la Ciudad de los Adelantados (20.991 + 3.428 a 19.018), y 4.682 en la Ciudad de los Faycanes (14.379 + 1.699 a 11.396). Al igual que ha ocurrido en Las Palmas de Gran Canaria, Unidos Podemos ha perdido el liderazgo en La Laguna en favor del PP, mientras que en Telde ha sido relegado a la tercera plaza tras ser superado por el PSOE-NC. En Santa Cruz de Tenerife, a pesar de la pérdida de votos, mantiene la segunda posición.
Voces autorizadas de Podemos en Las Palmas de Gran Canaria han declinado analizar los resultados en la capital, puesto que aún no han celebrado la reunión de valoración, aunque no han ocultado su desconcierto por el fiasco del 26-J. Y es que algunas encuestas señalaban que la coalición Unidos Podemos podían obtener hasta cinco escaños en estas elecciones, arañando un escaño en cada una de las provincias canarias. Finalmente ha conservado los tres que logró el 20-D, dos en Las Palmas y uno en Santa Cruz de Tenerife.