El Gobierno de Canarias ha acordado este jueves remitir al Parlamento el proyecto de ley que modifica la ley de renovación y modernización turística de Canarias y pedir a la Cámara su tramitación por lectura única para garantizar que se apruebe antes de que termine esta legislatura.
El Consejo de Gobierno, reunido en la sede del Diputado del Común en la isla de La Palma con motivo del 30 aniversario de esta institución, acordó remitir el texto que incorpora las aportaciones del Consejo Consultivo y que modifica seis artículos de la ley y dos de sus disposiciones transitorias.
Según la documentación facilitada por el Ejecutivo, esta modificación se realiza para incrementar el consenso sobre el desarrollo turístico del Archipiélago y para superar algunas de las disfunciones y obstáculos observados en el proceso de renovación de la planta alojativa y de las infraestructuras turísticas obsoletas.
Uno de los artículos modificados es el que hace alusión a las autorizaciones previas para establecimientos hoteleros que, según el nuevo texto, deberán cumplir unos estándares de calidad edificatoria y del servicio.
Además se le exige reunir las condiciones de densidad, equipamiento, infraestructuras y servicios establecidas reglamentariamente “para configurar un modelo de excelencia y ecoeficiencia, así como para obtener certificaciones de calidad y gestión medioambiental turística y de máxima eficiencia energética”.
También se incluyen en este aportado los establecimientos hoteleros y extrahoteleros de cinco estrellas o categorías superiores y a todos se les exige la suscripción con el servicio de empleo de Canarias de un convenio para la formación continua de su personal y para facilitar la formación de desempleados.
El Gobierno indica que con estas modificaciones se pretende superar la actual catalogación de la planta alojativa por número de estrellas y permitir la implantación de aquellos proyectos que aporten valor añadido al destino Canarias, por lo que se autorizarán los que aporten los máximos niveles de ecoeficiencia y excelencia en sus servicios.
En el actual texto, se limitaba las autorizaciones previas a los establecimiento de cinco estrellas o superior, cuestión que fue rechazada, entre otros, por el Cabildo de Gran Canaria y el sector turístico de esa isla.
No obstante, el Gobierno recuerda que las autorizaciones previas solo se concederán a aquellos proyectos que puedan contribuir significativamente al desarrollo social, desde la perspectiva siempre de un crecimiento sostenible.
El texto incluye un nuevo artículo en el que se indica que en el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta Ley, los estándares de calidad serán exigible para el otorgamiento de las autorizaciones previas por los cabildos insulares y tras la preceptiva autorización del Gobierno de Canarias.
Se excluye de tal requisito a los proyectos de establecimientos hoteleros y extrahoteleros de cinco estrellas o categorías superiores.
En los otros artículos modificados se aclara que las actuaciones de renovación urbana tienen la consideración de actuaciones de transformación urbanística y edificatoria, por lo que de aplicación el régimen legal establecido para tales actuaciones.
Otros de los cambios alude a que sólo podrán admitir incrementos de edificabilidad cuando no tenga como consecuencia el incumplimiento de los estándares de equipamiento de los establecimientos turísticos de alojamiento establecidos en la normativa sectorial.
El incremento de edificabilidad será igualmente admisible en parcelas con establecimientos turísticos que pretendan la mejora de sus zonas comunes, sin aumento de la capacidad de plazas establecida.
El texto establece que el incremento de plazas total estará condicionado a su vez, por la realidad morfológica de los alojamientos, valores medios de densidad turística, superficie de espacios libres y oferta complementaria y demás factores propios de la zona, urbanización o área de actuación.
Según el Gobierno y en referencia a los incentivos para la renovación de los establecimientos, las modificaciones propuestas permiten cambiar algunos parámetros empleados durante el proceso de renovación, de forma que la rehabilitación de establecimientos obsoletos pueda desarrollarse de la forma más ágil posible y con unos incentivos que aporten a este proceso un mayor atractivo, frente a la construcción de planta nueva.