¿Sobra el trabajo en Canarias para negarse al petróleo? La pregunta la formuló el pasado mes de noviembre en Las Palmas de Gran Canaria el presidente de Repsol, Antonio Brufau, “atónito” ante el rechazo social e institucional que suscitan las prospecciones proyectadas por la petrolera frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote.
En una región con un 33% de paro, una de las tasas más altas de toda Europa, el argumento de la creación de empleo ha sido, junto con el de la amenaza de los sondeos marroquíes –desmontado por el propio Brufau-, el más reiterado por los defensores del proyecto, con el Partido Popular a la cabeza.
Aunque en un principio se barajaron cifras exorbitantes (se llegó a hablar de hasta 50.000 puestos de trabajo), fue el presidente de Repsol quien estimó, en la rueda de prensa celebrada en la capital grancanaria, que la explotación petrolífera generaría, en el mejor de los escenarios y a pleno rendimiento, alrededor de 5.000 empleos directos. Eso sí, siempre que los canarios y las empresas “se pongan las pilas”.
La Coordinadora Canaria contra las Prospecciones ha utilizado los datos que la propia empresa facilita a través de su página web para intentar revelar “la falacia” que esconde la promesa de Repsol. En un vídeo publicado en Youtube bajo el título El porqué Repsol no dará trabajo en Canarias, la coordinadora recorre distintos puntos del mundo en los que trabaja la compañía para demostrar que la industria petrolera tiene una “baja capacidad de contratación”.
Según la información de su página web, la petrolera tiene 25.000 empleados repartidos por cuatro continentes (Europa, América, África y Asia). De ellos, la mayoría, más de 17.000, corresponden a España, donde tiene 19 bloques en exploración, 12 en explotación, cinco complejos industriales y más de 3.600 estaciones de servicio. En Canarias, Repsol tiene permisos para perforar en nueve bloques que suman una superficie de 7.000 kilómetros cuadrados.
El número de trabajadores que destina Repsol a otros proyectos de exploración y explotación hace prever, según la coordinadora, que la cifra de generación de empleo en las islas va a estar muy alejada de la anunciada por Brufau. En Estados Unidos, por ejemplo, la empresa contaba en 2011 con tan solo 260 empleados, a pesar de que trabaja en 467 bloques en fase de explotación y explota otros seis.
En Venezuela, con nueve cuadrículas en desarrollo repartidas en una superficie de casi 3.000 kilómetros cuadrados, la petrolera dispone de 219 trabajadores. En el continente americano, es Perú quien concentra la mayor parte de la plantilla de Repsol, con 3.440 empleados, aunque en este país la empresa cuenta con 333 estaciones de servicio. En Bolivia, por su parte, trabajan 218 personas con cuatro bloques en fase de exploración y 25 en explotación.
El vídeo elaborado por la Coordinadora Canaria contra las Prospecciones destaca el ejemplo de Rusia, donde la compañía tiene solo 24 empleados para los 13 bloques en exploración (con una superficie neta de 7.800 kilómetros cuadrados) y 14 en desarrollo (con 1.181 kilómetros cuadrados)
Uno de los casos más sorprendentes es el de Noruega. Repsol reconoce que este país del norte de Europa es “una zona estratégica” para la compañía y la industria “por el gran volumen de hidrocarburos que se espera descubrir”. La empresa asegura que desde 2005 “ha multiplicado sus esfuerzos en el ámbito de la exploración para asegurar los activos y llegar a desempeñar un papel reconocido en la zona”. A pesar de esta relevancia, en los 14 bloques de exploración sobre los que trabaja apenas contabiliza 24 trabajadores.
En cuanto a la base logística que Repsol ofreció a los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote y que presumiblemente se instalará en el puerto de la Luz y de Las Palmas, el proyecto elaborado por la compañía contemplaba la creación de unos 50 puestos de trabajo para estas instalaciones “solo durante un año”, según puso de manifiesto el presidente de la institución conejera, Pedro San Ginés, a finales de noviembre, durante la presentación de la campaña internacional contra las prospecciones petrolíferas en Canarias.