El barco de Repsol ya está en la zona donde perforará a partir de la próxima semana

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

El barco contratado por Repsol para llevar a cabo los sondeos petrolíferos autorizados por el Gobierno español al este de Lanzarote y Fuerteventura, el Rowan Renaissence, ha llegado en la madrugada de este sábado a la zona donde, dentro de una semana, se prevé que comience la investigación. Allí le esperaba el barco de Greenpeace Artic Sunrise, que pretende “proteger” este punto para que Repsol no pueda realizar las prospecciones. Un buque de la Armada también se encuentra en el emplazamiento denominado Sandía para impedir el paso de barcos durante los trabajos de perforación.

Fuentes de la compañía han informado a Efe de que el sector donde se iniciarán las prospecciones cuenta, desde hace tres días, con un radio de exclusión marítima de una milla náutica de seguridad que, dictaminado por la Marina Mercante, impide el tránsito de buques mientras se realicen los trabajos.

“Si hay alguien que no lo respeta, entendemos que la autoridad deberá tomar medidas porque, evidentemente, se pondría en riesgo la seguridad de la operación”, han advertido las fuentes.

Repsol ha reiterado que esta investigación cuenta con todos los permisos exigibles y ha subrayado que la compañía “tiene toda la legitimidad del mundo” para llevarla a cabo.

Por ello, la petrolera consideraría “sorprendente que quienes supuestamente dicen defender los valores naturales los pusiesen en peligro, junto con la seguridad de la operación”.

Sobre el desarrollo de los trabajos, las fuentes han explicado que el Rowan Renaissence contará con el apoyo de otros cuatro buques, uno de ellos permanentemente las 24 horas del día, y otros tres que se encargarán de las labores logísticas de la operación, que comenzará en el sector denominado Sandía, con unos 3.170 metros de profundidad.

Repsol prevé que la primera fase de los sondeos se prolongue unos 60 días, hasta mitad o finales de enero de 2015, y en función de los resultados acometerá una segunda en el sector denominado Chirimoya, con unos 3.000 metros de profundidad.

Cada una de estas fases implicará una inversión de 100 millones de euros a cargo de la compañía, han precisado las fuentes.

Por otra parte, Repsol ha informado de que a bordo del buque de apoyo permanente al Rowan Renaissence estarán tres observadores de cetáceos independientes que velarán por la seguridad de los mamíferos marinos.

En caso de algún peligro para los animales pararían los trabajos, han asegurado las fuentes.