La pediatra del Centro Médico Tres Ramblas, Mónica Reyes, afirma que los beneficios que aporta el mar a la salud de los niños es palable durante los meses de verano y asegura que “el agua salada es maravillosa para todo, para los catarros, para los mocos en nariz y ojos... y lo bueno es que nosotros la tenemos muy cerquita”.
En una entrevista a Canarias Ahora, Reyes explica que la patología mas frecuente que sufren los menores durante la época estival es la gastroenteritis y puntualiza que los cambios de tiempo registrados en los dos últimos años en el Archipiélago han derivado en que los catarros disminuyan menos de lo habitual.
Por otro lado, advierte de que los menores de seis meses “no deben ir a la playa ni estar en contacto directo con el sol, porque los protectores solares no los protegen y es como si no los llevaran puestos”.
¿Qué tipo de patologías suelen mostrar los niños en verano?
La patología más frecuente es la gastroenteritis, los vómitos y las diarreas.
¿Cuál es el motivo?
Hace más calor, este tipo de virus son más frecuentes aquí en esta época y se tiene menos cuidado con la comida, lo que puede derivar en salmonela, entre otras cosas. Por este motivo abundan las gastroenteritis por rotavirus o por alguna comida en mal estado (algo que se estropea por el calor, sobretodo los huevos y las salsas).
¿Se pueden contagiar más los virus ahora que no están en el colegio con el resto de niños?
Los rotavirus con la gastroenteritis, no los catarros, que disminuyen muchísimo. Sin embargo, llevamos un par de años que durante los meses de junio y julio, por estos cambios de tiempo que no se sabe muy bien si va a hacer calor o frío, se han visto incrementados los catarros, cuando debería ocurrir lo contrario.
¿Qué otras enfermedades o patologías disminuyen durante el verano?
En esta época del año disminuyen también los cuadros de asma y de alergia. La patología respiratoria mejora por el buen tiempo, porque los niños van más a la playa y no están en contacto con todos los compañeros del colegio. Menos los que siguen en las guarderías hasta que sus padres cojan las vacaciones, que siguen con sus catarros.
¿Cuáles son las recomendaciones a seguir durante el verano?
Beber mucha agua, estar muy bien hidratado y tener cuidado con el sol: es impensable pasar todo un día en la playa con un niño pequeño, hay que acudir antes de las 12.00 o después de las 17.00 horas, porque el sol es muy peligroso, aunque no nos demos cuenta. También hay que tener en cuenta que los menores de seis meses no deben ir a la playa ni estar en contacto directo con el sol, porque los protectores solares no los protegen y es como si no los llevaran puestos. Un niño menor de seis meses, aunque esté bajo la sombrilla, no debería estar en la playa.
¿Considera usted que el mar es una gran medicina?
Sí, maravillosa, para los niños es lo mejor. Por eso mejoran mucho los cuadros respiratorios y también los alérgicos de la piel durante el verano, las dermatitis atópica mejora muchísimo por el agua del mar. El agua salada es maravillosa para todo: para los catarros, para los mocos en nariz y ojos... y lo bueno es que nosotros la tenemos muy cerquita.
¿Hay límite horario para que estén en el agua o no pasa nada por seguir en el mar después de las 20.00 horas?
Depende de la edad, a esa hora los bebés deberían estar ya cenando e irse a la cama, pero los niños grandes pueden seguir en la playa, porque a las 20.00 horas todavía no hace frío.
¿Ocurre lo mismo con las piscinas?
Yo prefiero el mar para los niños, siempre es muchísimo mejor. La piscina tiene más patologías, porque es un agua cerrada que a lo mejor no tiene los suficientes cuidados y aparecen las otitis externas, que son muy frecuentes en verano. Se trata de un dolor de oídos horroroso que tienen los niños por esta agua, que además suelen tragar, lo que deriva en que aparezcan diarreas. El que vayan muchísimos niños a una piscina, a pesar de que las cuiden, no implica que esté exenta de patologías, pero tampoco es que estén prohibidas.