Expertos apuntan al impacto de un objeto “de origen natural o artificial” a velocidad supersónica como causa del estruendo que ha sacudido Gran Canaria

Un fuerte estruendo se ha sentido este miércoles en Gran Canaria, en torno a las 15:40 horas, haciendo vibrar persianas y ventanas en varios puntos de la isla. El suceso podría haber sido provocado por “el efecto de un bólido”.

El Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) sugiere que se ha detectado “una potente onda acústica” en la isla: “El análisis preliminar de los sismogramas, evidencia una forma compatible con una N-wave, producida por el impacto en el suelo de una onda de choque causada por un objeto, natural o artificial, moviéndose en la atmósfera a velocidad supersónica”.

La misma hipótesis tiene el 1-1-2 Canarias: científicos del servicios de emergencias han concluido que el estruendo fue provocado por una “potente onda acústica” que ha surcado el cielo de Gran Canaria. Además, descartan la hipótesis de que lo produjera un avión, movimiento sísmico o explosión.

No obstante, este suceso no ha originado ni daños personales ni materiales. Tal y como informó el 1-1-2 Canarias a este periódico, “se han recibido múltiples alertas desde diferentes zonas de la isla, que han sentido fuerte estruendo que les ha sobresaltado”. Hasta el momento, el servicio de emergencias no ha recibido “ninguna alerta que esté relacionada con daños materiales o de personas en ninguna zona de la isla”.

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) informa de un temblor de 0,6 en la escala de Richter cuyo epicentro está en Agaete. La sacudida se sintió a las 15:35 horas de la tarde. Las estaciones sísmicas de Gran Canaria sí que registraron un fuerte temblor en la isla, tal y como se puede ver en este mapa del IGN que expresa las señales sísmicas detectadas. Asimismo, el sismólogo del IGN, Itahiza Domínguez, descartó la posibilidad de que el estruendo lo produjera un terremoto.

Algunas personas en redes sociales han comentado este suceso asombrados, afirmando que “retumbó todo” y que “les han vibrado persianas y ventanas”.