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Abbas solicitará este viernes el reconocimiento oficial del Estado palestino

NUEVA YORK, 23 (Reuters/EP)

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, seguirá adelante este viernes con su intención de solicitar ante Naciones Unidas el reconocimiento del Estado palestino pese al control que Israel mantiene sobre buena parte de los territorios y al veto anunciado por Estados Unidos.

Abbas, de 76 años, entregará este viernes al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la solicitud para la declaración del Estado palestino como miembro de pleno derecho de la ONU, una cuestión cuya última palabra corresponderá al Consejo de Seguridad.

La iniciativa refleja la falta de confianza de los palestinos en unas negociaciones estancadas desde hace casi 20 años, pese a los esfuerzos en este sentido del principal aliado internacional de Israel, Estados Unidos. Aparte, se produce en plena 'Primavera Árabe', que ha modificado la relación de fuerzas en la región y ha contribuido a aislar aún más a Israel pese a su alto poderío militar.

Abbas expondrá sus puntos de vista este viernes ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Posteriormente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aprovechará su intervención para insistir en que solo se podrá llegar al Estado palestino tras un proceso de negociación.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó en 2010 ante Naciones Unidas que esperaba que los palestinos tuvieran su propio Estado en el plazo de un año. No obstante, el propio mandatario norteamericano declaró el pasado miércoles que el Estado palestino únicamente llegará tras un proceso negociador y que Naciones Unidas no es el lugar adecuado para ello. “No hay atajos para acabar con un conflicto de décadas”, aseveró.

Mahmud Abbas, un político moderado opuesto a la violencia, ha dejado de creer en las negociaciones y ya no ve otra alternativa que recurrir a Naciones Unidas para que las conversaciones se puedan reanudar en una situación de paridad, de Estado a Estado, frente a los israelíes. Varios dirigentes de Israel y Estados Unidos han amenazado con tomar represalias financieras contra la Autoridad Palestina en caso de seguir adelante con la iniciativa.

ACUERDO DE PARTICIÓN, 1967, OSLO Y LAS INTIFADAS

La propuesta de Abbas podría suponer un salto adelante en un conflicto en el que ninguna de las dos partes está dispuesta a ceder, sobre todo en cuestiones tan fundamentales como las fronteras, la seguridad, los refugiados y el control político de Jerusalén.

El Acuerdo de Partición entre israelíes y palestinos aprobado por la ONU en 1947 fracasó desde el principio por el rechazo de los países árabes y por la actitud beligerante de Israel, que ha ocupado desde entonces más territorio del que le correspondía en funión del acuerdo y que ha expulsado a cientos de miles de palestinos que se vieron obligados a convertirse en refugiados.

En 1967, Israel se hizo con el control de Cisjordania, incluido el este de Jerusalén, y de la Franja de Gaza y, desde entonces, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha acabado por reducir sus reivindicaciones a estos territorios, muy inferiores a los previstos por el Acuerdo de Partición.

Los acuerdos de Oslo de 1993, firmados por el líder de la OLP, Yasir Arafat, y por el posteriormente asesinado primer ministro israelí, Isaac Rabin, permitieron la constitución de la Autoridad Palestina, una especie de autogobierno que nunca ha llegado a cuajar plenamente.

Pese a los acuerdos, Israel ha seguido expandiendo sus asentamientos en Cisjordania y la Franja de Gaza. En 2005, desmanteló los asentamientos y se retiró militarmente de este último territorio, que desde 2006 se encuentra en poder, de hecho, del movimiento islamista Hamás, que se niega a reconocer la legitimidad del Estado de Israel.

Durante todos estos años, las tensiones militares y las frustraciones de los palestinos se tradujeron en las dos grandes revueltas ('intifadas') palestinas de 1987 y 2000, que no sirvieron ni para acabar con la ocupación israelí ni para acelerar la creación del Estado palestino.

EL PLAN DE SARKOZY

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, declaró ayer jueves que, “al margen de lo que suceda” hoy, su país seguirá apoyando la vía de la negociación. Abbas ha admitido que las negociaciones son necesarias, pero ha advertido de que el reconocimiento del Estado pondría a los palestinos en una situación de paridad frente a los israelíes. Israel cree que la iniciativa ante la ONU es un “intento siniestro” de socavar su legitimidad.

La clave, en todo caso, se encuentra en el Consejo de Seguridad, que podría torpedear la propuesta de Abbas y optar por conceder más tiempo al llamado 'Cuarteto por Oriente Próximo' --Estados Unidos, Rusia, Unión Europea y Naciones Unidas-- para elaborar una declaración que sirva de base de negociación entre las dos partes. No obstante, el 'Cuarteto', cuyos enviados se reunieron ayer jueves durante varias horas, posiblemente no sea capaz de acordar una declaración que satisfaga a los partes.

Otra opción ha sido la presentada por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quien propondrá ante la Asamblea General de la ONU que los palestinos constituyan una “un Estado no miembro”, en calidad de observador, a la espera de que se reanuden las negociaciones directas.

Esta medida permitiría a Palestina denunciar a Israel ante los tribunales internacionales para crímenes de guerra, aunque los diplomáticos europeos seguramente intenten convencerles para que no actúen en este sentido.

El plan de Sarkozy establece un calendario de negociaciones que comenzarían en el plazo de un mes, un acuerdo sobre fronteras y seguridad en un plazo de seis meses y un acuerdo final de paz en el plazo de un año. Israel se ha mostrado reticente. “El Estado palestino debería ser el resultado de las negociaciones, debería marcar el fin del conflicto y el cese de las reivindicaciones”, declaró el secretario de gabinete de Netanyahu, Zvi Hauser, a la Radio del Ejército israelí.