El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió este viernes de que la red terrorista islámica Al Qaeda está planeando atentados en territorio norteamericano “desde sus refugios en Pakistán”.
“Las múltiples estimaciones de la Inteligencia indican que Al Qaeda está planeando activamente atentados en territorio de Estados Unidos desde sus refugios en Pakistán”, afirmó Obama en la Casa Blanca durante el anuncio de la nueva estrategia norteamericana en ambos países centroasiáticos.
En su discurso, Obama afirmó que el principal objetivo es destruir a Al Qaeda y que la situación en Afganistán se está volviendo “cada vez más peligrosa”.
Destrucción de los feudos islamistas en Afganistán y Pakistán
El presidente estadounidense, Barack Obama, centrará su nueva estrategia en Afganistán y Pakistán en destruir los feudos islamista, según fuentes oficiales norteamericanas que defienden esta iniciativa como método para evitar futuros atentados contra Estados Unidos supuestamente planeados por Usama Bin Laden y otros líderes de Al Qaeda.
Como parte de su nueva estrategia, Estados Unidos desplegará a 4.000 instructores militares en Afganistán durante el próximo otoño, con la intención de mejorar la formación de las fuerzas de seguridad locales y que puedan hacerse cargo en un futuro de la seguridad del país. Este refuerzo se sumará a los 17.000 nuevos efectivos ya ordenados por Obama.
Las fuentes del Gobierno, que hablan desde el anonimato porque será el propio Obama quien detalle el esperado plan norteamericano, sostienen que el coste de las operaciones en Afganistán aumentará considerablemente. En concreto, se elevaría en torno al 60 por ciento por encima de los actuales 2.000 millones mensuales.
Obama también lanzará un mensaje a la comunidad internacional para pedir un compromiso con Afganistán que, en el caso de los países aliados miembros de la OTAN, pasaría por aumentar el número de tropas de cara a las elecciones de agosto. Asimismo, el mandatario norteamericano reclamará a países como Irán, Rusia, China o India que realicen un “esfuerzo regional agresivo” en Afganistán.
Con la violencia en el territorio afgano a un nivel récord, Obama ha reconocido, ocho años después de la invasión para derrocar al régimen talibán, que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN no están ganando la guerra. Además, ha criticado a su predecesor directo en el cargo, George W. Bush, por distraerse con la guerra en Irak y permitir que la seguridad se deteriorara en Afganistán y el vecino Pakistán.