Un grupo de 17 ejecutivos de la petrolera estadounidense Chevron y de la contratista suiza de perforaciones Transocean tiene prohibido abandonar Brasil, ya que una corte federal estudia presentar contra ellos cargos criminales.
El motivo es un derrame que se produjo en noviembre de 2011, y que además ha dado lugar, aunque la compañía niega la conexión, a un segundo vertido que las autoridades sospechan no podrá frenarse hasta que se acabe el yacimiento Frade, al noreste de Río de Janeiro.
El secretario de Medio Ambiente de la ciudad brasileña, Carlos Minc, considera que tras esta decisión judicial por presunta responsabilidad en estos dos derrames de crudo se buscará que la petrolera no siga actuando en Brasil.
“El próximo paso es impedir a Chevron actuar en Brasil”, expuso Minc, citado por la página web del diario Jornal do Brasil.