Brooks niega cualquier implicación en las escuchas de News of the World

LONDRES, 24 (Reuters/EP)

La exdirectora del extinto tabloide sensacionalista 'News of the World' Rebekah Brooks ha negado este martes cualquier implicación en las escuchas telefónicas realizadas por la publicación y ha dejado claro que se defenderá “con rotundidad” de los cargos que la Fiscalía tiene previsto presentar en su contra.

“No soy culpable de esos cargos (...) No autoricé ni tuve constancia de escuchas telefónicas bajo mi dirección”, ha asegurado en un comunicado la exconsejera de News International, la filial del conglomerado internacional News Corporation que controla los diarios publicados en Reino Unido.

“La imputación concerniente a Milly Dowler es particularmente perturbadora, no sólo porque es falsa sino también porque durante toda mi carrera periodística he hecho campaña por las víctimas de crímenes. Me defenderé con rotundidad de estas acusaciones”, ha puntualizado.

La Fiscalía británica ha anunciado este martes que Brooks y Andy Coulson, antiguo jefe de prensa del primer ministro británico, David Cameron, forman parte de las ocho personas que serán acusadas formalmente de los cargos de conspiración para interceptar comunicaciones telefónicas privadas.

La Policía Metropolitana de Londres inició una investigación en 2011, después de que saliera a la luz que varios periodistas del mencionado tabloide habían pinchado los teléfonos móviles de personajes famosos, familiares de personas fallecidas y miembros de la familia real británica.

Los presuntos delitos fueron cometidos entre 2000 y 2006, cuando Brooks y Coulson, quien fue director de Comunicación de Cameron hasta 2011, trabajaban como directores del periódico sensacionalista, una publicación con 168 años de historia que Murdoch se vio obligado a cerrar hace un año, en medio de la indignación pública por el escándalo de las escuchas.

Brooks y Coulson también están acusados de intervenir el teléfono de Dowler, una estudiante desaparecida que fue encontrada muerta en 2002 y a cuyos mensajes de teléfono móvil accedió el dominical ilegalmente.

El descubrimiento de que los periodistas de 'News of the World' habían pinchado el teléfono de la niña desencadenó el escándalo que salpicó a News International. La pena máxima por los cargos de escuchas telefónicas es de dos años de prisión y/o una multa.

COULSON

Coulson, por su parte, ha sido acusado de intervenir los teléfonos de David Blunkett y Charles Clarke, dos exministros del Interior del ahora opositor Partido Laborista.

Brooks, su esposo y su equipo personal ya fueron acusados de intentar pervertir el curso de la justicia en este caso, mientras que Coulson fue acusado de perjurio en Escocia después de que, en un proceso judicial distinto, negara haber tenido constancia sobre la comisión de escuchas telefónicas.

News International negó durante años que las escuchas telefónicas fueran una práctica común después de que un antiguo reportero del tabloide y detective privado estuviera encarcelado en 2007 por ese crimen.

Coulson dimitió como consecuencia del escándalo y asumió la Dirección de Comunicación del Partido Conservador de Cameron, desde la que le ayudó a diseñar su campaña para convertirse en primer ministro.

Algunos señalan que Cameron lo nombró en el cargo con el fin de asegurar el respaldo de Murdoch, lo que consideran como evidencia de una lamentable falta de juicio.

La asesora legal de la Fiscalía General del Estado, Alison Levitt, ha dicho que hay pruebas suficientes para acusar a los ocho sospechosos de 19 delitos por el acceso ilegal a correos de voz en teléfonos móviles pertenecientes a políticos, celebridades y figuras deportivas.

Entre las presuntas víctimas de las escuchas están también el exentrenador Sven Goran Eriksson, las estrellas de Hollywood Angelina Jolie y Brad Pitt, el exbeatle Paul McCartney y un miembro menor de la familia real.

La implicación de Coulson y Brooks, amiga del primer ministro, en el caso de las escuchas derivó en un escándalo político nacional que ha puesto de manifiesto la estrecha relación existente entre políticos, la Policía y los medios de comunicación.