Las autoridades del archipiélago de Cabo Verde, antigua colonia portuguesa en África enclavada en el Atlántico, aconsejaron este lunes desviar las rutas aéreas en las zonas próximas a la erupción del volcán Fogo, en la isla del mismo nombre, que comenzó este domingo.
Según medios lusos, el volcán, que arroja lava espesa ya extendida por varios kilómetros, obligó a evacuar poblaciones cercanas y llevó al Gobierno caboverdiano a decretar la situación de alerta, aunque aún no se conocen heridos o víctimas mortales por el suceso.
Las autoridades aéreas recomendaron desviar el curso de los aviones por el humo que el volcán emite, que alcanza los 4.500 metros.
Desde el Gobierno se ha pedido calma a la población y colaboración a los medios para que informen sobre la erupción del volcán y de las medidas para minimizar sus consecuencias.
El volcán entró en erupción en la mañana del domingo y este lunes, según las últimas informaciones, se ha detectado un segundo cráter y fuertes movimientos sísmicos.
Las autoridades temen que la lava pueda llegar al Parque Nacional de Fogo, creado precisamente en el lugar donde se produjo la última erupción en la isla, en 1995, que duró un mes.
Entonces, más de 3.000 personas perdieron sus hogares, destruidos por las lenguas de lava expulsadas por el volcán que llegaron a medir diez metros de ancho por dos de espesor y alcanzaron una velocidad de cinco kilómetros por hora, mientras las cenizas volcánicas ascendieron a una altitud de entre 4.000 y 5.000 metros.
Cabo Verde, situado a unos 1.500 kilómetros de las Islas Canarias, es un archipiélago de origen volcánico formado por 10 islas frente a las costas de Senegal y con una población que roza los 500.000 habitantes.
El Involcan registró señales previas a la erupción
Científicos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y de la Universidade de Cabo Verde registraron emisiones difusas de dióxido de carbono (CO2) anómalas varios meses antes de la erupción del volcán Pico do Fogo que empezó este domingo, ha informado este lunes Involcan.
Una de las actividades realizadas en esta cooperación científica para contribuir a la mejora de la vigilancia volcánica de Pico do Fogo ha sido la de monitorizar la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera por el cráter del volcán Pico do Fogo (0,142 Kilómetros cuadrados), indica Involcan en un comunicado.
Añade que el valor promedio de ese registro ha sido de 85 toneladas diarias de dióxido de carbono (CO2) desde marzo de 2010 hasta febrero de 2014, detectándose un rango de valores de 23 a las 186 toneladas diarias para este periodo de cuatro años.
Involcan explica que, por el contrario, en la campaña de marzo de 2014 se inicia el registro de un pulso significativo de esta emisión difusa y silenciosa de dióxido de carbono (CO2), alcanzándose valores superiores a las 300 toneladas diarias durante el periodo marzo-agosto de 2014.
Durante ese periodo de seis meses de 2014, el valor promedio de la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) por el cráter del volcán Pico do Fogo fue de 266 toneladas diarias.
Este “pulso” de dióxido de carbono (CO2) ha sido interpretado, por el equipo científico como una clara señal geoquímica precursora de la erupción del volcán Pico do Fogo que se inició en la madrugada del domingo 23 de noviembre de 2014.