La Comisión Europea ha presentado su programa de trabajo para el próximo año. Este documento contiene las líneas generales de los planes a medio plazo del ejecutivo comunitario. Organizado por temáticas prioritarias, en total, la Comisión se ha propuesto introducir y/o modificar un total de 44 iniciativas legislativas y no legislativas. Desde las medidas destinadas a continuar con la implementación del omnipresente Pacto Verde Europeo, pasando por una propuesta no legislativa relativa al establecimiento de un salario mínimo en la UE, hasta llegar a la nueva asociación estratégica entre la Comisión Europea y las Regiones Ultraperiféricas (RUP) de la Unión.
La nueva estrategia, tal y como es costumbre, tomará la forma de una iniciativa no legislativa, siguiendo los preceptos legales que establece el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la UE, en el que se reconoce la especificidad de las regiones ultraperiféricas (RUPs), al tiempo que se confiere a la Unión la capacidad jurídica de adaptar sus políticas a las particulares económicas, medioambientales, sociales y culturales de estas X regiones europeas. Esta interpretación del texto legal fue revalidada por el Tribunal de Justicia de la UE en 2015, confirmando la plena legalidad del enfoque adoptado respecto de las RUP.
Canarias, por una asociación más profunda
El lanzamiento de este proceso ha venido de la mano de la iniciativa del Gobierno de Canarias, marcado por la presentación por parte de Ángel Víctor Torres de un proyecto de dictamen en la comisión de política territorial del Comité de las Regiones. Este documento, aprobado por el pleno del Comité de las Regiones en diciembre de 2020, contiene las líneas generales de las principales demandas de las RUPs.
Entre ellas se destaca la demanda de una mayor integración del sector turístico en la implementación de los fondos REACT-EU, de soluciones a medida para garantizar que la política de reducción de emisiones no suponga un coste añadido para regiones energéticamente aisladas y dependientes del transporte aéreo y marítimo y la inclusión de las RUPs bajo el Mecanismo de Transición Justa.
Este proyecto de dictamen obtuvo respuesta institucional por parte de la Comisión Europea bajo un compromiso de preparación y adopción de la nueva estrategia para las regiones ultraperiféricas, un proyecto en el que se persigue adaptar la asociación entre las RUPs y el marco de gobierno de la UE a la situación actual: la doble transición verde y digital, por un lado, y el impacto económico y social de la COVID-19, por otro.
Participación de la sociedad canaria
Con el objetivo de recoger la visión de los distintos actores implicados, el Ejecutivo europeo abrió un periodo de consulta el pasado julio. En particular, los gobiernos de las RUPs, el mundo académico, las asociaciones comerciales, empresariales y profesionales, las PYMES, los sindicatos, las ONGs, los ciudadanos y la juventud son llamados a participar libremente en esta consulta. Para ello, se puede acceder a través del portal de consultas de la Comisión y acceder a la consulta respecto a la actualización sobre la asociación estratégica de la Comisión con estas regiones. El proceso estará abierto hasta el próximo 4 de noviembre.
Hasta el momento, actores sociales canarios como la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátano de Canarias (Asprocan) o la plataforma Biosasis Gran Canaria, han expresado sus opiniones. Desde Asprocan han remarcado que para el sector platanero de Canarias es necesario crear un grupo de trabajo (“task-force”) dentro de la Comisión para incluir a representantes de las RUPs en lo relativo a las negociaciones comerciales internacionales. Desde Bisoasis han presentado su proyecto, destinado a potenciar sectores emergentes, como son la biotecnología de algas y la acuicultura, basados en el know-how existente en infraestructuras de investigación de las islas. Más allá, ha habido particulares que también han querido expresarse, por ejemplo, Carmen María Real ha urgido a la Comisión a adoptar una visión económica “del Bien Común que ya reconoce y aplica enseñanzas de la decolonialidad”.
La nueva estrategia llega en un momento crucial y, previsiblemente, sentará las bases para la adaptación en ejecución de las nuevas políticas, como la transición energética y digital, la protección del medio ambiente y la biodiversidad, a las particularidades de las regiones ultraperiféricas.