Decenas de miles de seguidores del islámico Partido de la Felicidad se reunieron este domingo en una céntrica plaza de Estambul en protesta por la visita del Papa Benedicto XVI a Turquía, prevista para el martes próximo.
Los responsables del conservador Partido de la Felicidad esperaban la afluencia de un millón de personas, una cifra que se quedó en 50.000 manifestantes según señalaron periodistas turcos presentes en el acto, aunque los organizadores ascendieron la cifra a 100.000.
“El papa no debe venir”, “Estambul no es Constantinopla”, “Santa Sofía debe ser una mezquita”, coreaban los manifestantes, que también portaban banderas con imágenes del papa vestido de cruzado, en los que se podía leer “Estamos en contra de las cruzadas”.
Osman Yamukogullar, miembro del Partido de la Felicidad, y presidente de la provincia de Estambul, dijo que habían encargado los detalles de la organización a un comité formado por 10.000 personas, que había habilitado 1.500 autobuses para trasladar a los manifestantes hasta la plaza de Caglayan y otros 535 para llevar a la gente a otras protestas, organizadas en varias provincias de Turquía.
Bekir Demirkaya, presidente del comité de la organización, reveló que los autobuses trasladaron a cerca de 100.000 personas hasta la plaza y agregó que las manifestaciones de su partido contra la visita del papa eran un reflejo del descontento del mundo islámico.
Las autoridades turcas extremaron las medidas de seguridad y cerraron muchas calles de Estambul para facilitar la circulación.
“Tratamos bien a nuestros huéspedes. Lo que nos ha empujado a decirle que no venga han sido sus palabras contra nuestra religión. Corríjalas por favor”, dijo uno de los portavoces a los enardecidos manifestantes que abarrotaban la plaza.
Oportunidad para aclarar malentendidos
El ministro de exteriores turco, Abdullah Gul, que viajó este domingo a Finlandia para participar en la cumbre Euromediterránea, indicó que la visita del Papa era de suma importancia ya que Benedicto XVI es el representante de 1.000 millones de católicos, además de ser el jefe de estado del Vaticano.
“Siento que haya habido tantas especulaciones”, dijo Gul en referencia a las noticias que sostienen que los principales responsables turcos han viajado para evitar encontrarse con el Pontífice.
Gul agregó que “desgraciadamente el primer ministro Recep Tayyip Erdogan y yo no estaremos estos días en Turquía debido a la reunión de los países de la OTAN en Riga. No obstante, el primer ministro volverá a Ankara después de la llegada del Papa”.
El ministro de exteriores reveló que Turquía desplegará todos los medios necesarios para que esta visita sea un éxito y se puedan eliminar los malentendidos entre el mundo musulmán y cristiano.
“El mensaje que lanzará el Papa será importante para los musulmanes que viven en países cristianos”, vaticinó Gul.
El diario del partido islamista de la Felicidad, Milli Gazete, criticó al primer ministro turco por los preparativos dispuestos para recibir al papa.
El vicepresidente del esta agrupación de tendencia islámica, profesor Numan Kurtulmus, afirmó que las palabras del obispo de Roma contra el profeta Mahoma no fueron fortuitas y apoyan los ataques militares contra los países musulmanes.
“Respetamos a todas las religiones y sus representantes pero si alguien insulta nuestra religión no podemos quedarnos callados, y las palabras del Papa reflejan el odio que nos profesa occidente”, se lamentó Numan.
Por otra parte, la agencia de noticias turca ANKA publicó este sábado el programa de visita de Ratzinger que llegará al aeropuerto de Esenboga el próximo martes 28 de noviembre a las 13.00 hora local (11.00 GMT) y visitará el mausoleo de Mustafá Kemal Ataturk, fundador de la nueva Turquía.
El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que ese mismo día viaja a Riga para participar en una reunión de la OTAN, dijo que intentará coincidir en el aeropuerto con Benedicto VXI.