El último balance oficial habla ya de 116 muertos tras el paso de un tornado por la ciudad estadounidense de Joplin (Missouri), el pasado domingo. Con este dato se convierte en el tornado más mortífero ocurrido en todo el país desde que el Servicio Meteorológico Nacional comenzó a registrar información hace 61 años, por encima del que en 1953 dejó 115 muertos en Flint (Michigan).
Este lunes los equipos de rescate han logrado rescatar a siete supervivientes atrapados entre escombros. Los heridos se cuentan por cientos.
El director del Servicio Meteorológico Nacional, Jack Hayes, precisa que las estimaciones preliminares apuntan a que el tornado fue de una magnitud EF4 -en una escala del 0 al 5- y tuvo vientos de entre 305 y 318 kilómetros por hora. Llegó a tener más de un kilómetro de ancho en un momento de su recorrido, de unos 6,4 kilómetros, añade la Agencia Estatal de Respuesta de Emergencias de Missouri.
La agencia calcula que hay un 45 por ciento de probabilidades de que se produzca otro tornado para el martes por la tarde. Advierte a los estados de Texas, Oklahoma, Arkansas, Missouri y Nebraska. El Centro de Predicción de Tormentas va más allá al mantener prevenidas a las ciudades de Kansas City, Dallas, Topeka, Wichita, Oklahoma City y Tulsa. Joplin, de unos 50.000 habitantes, podría verse igualmente afectada.
Los daños en infraestructuras y edificios son considerables. El hospital St. John es sin duda uno de los más afectados, e ingenieros de estructuras van a evaluar el estado de las instalaciones, en las que trabajan 1.700 personas y casi 500 eran atendidas, ha adelantado el presidente del Sistema Sanitario de Hermanas de la Misericordia, Lynn Britton.
El suministro de electricidad ha quedado suspendido para 18.000 clientes de la compañía Empire District Electric. La Missouri American Water ha pedido a los usuarios que ahorren agua y la hiervan antes de utilizarla.
Despliegue
Más de 1.000 agentes públicos procedentes de cuatro estados distintos se han desplazado a la población para ayudar, informa Collin Stosberg, portavoz de la Patrulla de Caminos estatal. El gobernador de Missouri, Jay Nixon, dice por su parte que 500 bomberos, 140 miembros de la Guardia Nacional y un equipo especializado en búsqueda y rescate trabajan sobre el terreno.
El portavoz de la Casa Blanca Nicholas Shapiro ha anunciado que el presidente, Barack Obama, ha ordenado al administrador de la Agencia Federal de Respuesta a Emergencias, Craig Fugate, y a un equipo de respuesta nombrado para la ocasión que coordinen los esfuerzos federales de asistencia.
El mal tiempo está ralentizando las tareas de búsqueda de supervivientes. Los problemas con la red de gas natural y otras infraestructuras también obstaculizan la misión, comentan las autoridades, citadas por la CNN. A pesar de todo Nixon confía en encontrar más supervivientes.
El tornado del domingo es producto de las tormentas que asolaron el Medio Oeste norteamericano, de Wisconsin a Texas. En Minneapolis (estado de Minnesota) la Policía ha informado de un muerto y 22 heridos.
Los meteorólogos matizan que esta tormenta no es la misma que también el domingo dejó un fallecido en el estado de Kansan, donde además quedaron destruidas cientos de viviendas.