El embajador de Estados Unidos, Eduardo Aguirre, considera a España, al igual que el resto de los países de la Unión Europea, un posible destino de los presos de Guantánamo, si el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, decide cerrar el penal.
El embajador estadounidense que llegó a España en junio de 2005 y que abandonará su cargo la próxima semana con la toma de posesión de la nueva Administración, ha indicado que llevará un “buen número de meses cerrar esa cárcel y pasar a estos presos bajo diferentes custodias”.
Aunque dice no saber que país es “mejor o peor” para recibir a estos presos, Aguirre ha estimado que la “Unión Europea, incluyendo España, debería ser uno de los posibles lugares a donde vayan a ir”.
No obstante, el embajador estadounidense ha puntualizado que no ha mantenido “conversaciones con el Gobierno español para ninguna transferencia de presos de Guantánamo”.
Aguirre ha aclarado que aunque que no se siente cualificado para hablar sobre lo que va a hacer la próxima Administración, como observador, ha dicho: “todos hemos escuchado” que tanto el presidente Bush como Obama han hablado de “un fin eventual” de la cárcel de Guantánamo.
En este sentido, ha afirmado que no le extrañaría que el presidente electo dé instrucciones de comenzar a preparar una salida a la cárcel de Guantánamo, que alberga presos trasladados desde Afganistán.