LONDRES, 18 (EUROPA PRESS)
El recién dimitido ministro de Defensa de Reino Unido Liam Fox incumplió los estándares de comportamiento propios de un miembro del Gobierno y arriesgó su seguridad y la de su equipo al incluir en sus viajes oficiales a su amigo Adam Werritty, que llegó a ejercer como asesor no oficial dentro de su departamento.
Así lo determina un informe del Gobierno británico elaborado por el secretario de gabinete, Gus O'Donnell, y hecho público este martes. O'Donnell considera que las líneas entre las responsabilidades privadas y oficiales y Fox quedaron “difuminadas” por su trato de favor hacia Werritty, que la semana pasada terminó costándole el puesto.
“Las acciones de Fox constituyen claramente un incumplimiento del código ministerial que él ya conocía. Fue un error de juicio por su parte”, asegura el informe, recogido por los medios de comunicación británicos.
O'Donnell ha concluido que no existen pruebas de que Fox obtuviese un beneficio económico, pero en su texto de diez páginas sí critica hechos como que revelase detalles de futuros viajes a Werritty por los riesgos para la seguridad que ello supone o que su amigo terminase dando la “impresión general” de que hablaba en nombre del Gobierno --llegó a contar con tarjetas de visita que le identificaban como miembro del Ministerio--.
Como recomendaciones, el informe cita que las autoridades deben informar a sus departamentos de las discusiones de “asuntos sustanciales” con organizaciones externas, que los ministerios deben aclarar quién forma parte y quién no de sus equipos en los viajes oficiales, que tienen que estar presentes funcionarios en todos los encuentros de representantes oficiales en el extranjero y que los secretarios permanentes de las distintas oficinas deben poner al día a los nuevos ministros y secretarios de Estado sobre si algunos de sus asesores tienen relaciones contractuales que puedan resultar conflictivas.
Downing Street ya ha confirmado que el primer ministro, David Cameron, ha aceptado las conclusiones de este informe, que ha visto la luz horas más tarde de lo esperado inicialmente.
FOX, SATISFECHO
Fox se ha mostrado satisfecho de las conclusiones del informe porque descartan las dos denuncias “más graves” que se habían esgrimido contra él y que, según ha dicho, “no tienen fundamento”. Se refería de esta forma a la posibilidad de que obtuviese un rédito económico de sus contactos con Werritty y al hecho de que hubiese puesto en riesgo la “seguridad nacional”.
“Como dije la semana pasada en la Cámara de los Comunes, acepto que fue un error permitir que se difuminase la separación entre responsabilidades de Gobierno y privadas”, ha alegado, antes de insistir en que en ningún momento ha habido un “conflicto de intereses”.