PHNOM PENH, 16 (Reuters/EP)
Los fiscales del tribunal internacional de Camboya han apelado la condena a 35 años de cárcel del Jemer Rojo Kaing Guek Eav, más conocido como 'Duch', por su responsabilidad en la muerte de al menos 14.000 personas en su calidad de director del centro de detención, interrogatorio, tortura y exterminio de Tuol Sleng, más conocido como S-21.
“Los fiscales creen que la sentencia da un peso insuficiente a la gravedad de los delitos de 'Duch' y al papel que jugó en los mismos, además de su participación voluntaria en estos delitos”, señalaron los fiscales en un comunicado.
Los fiscales añadieron que 'Duch' debería ser condenado de manera separada por crímenes contra la Humanidad, esclavitud, encarcelamiento, tortura, violación, exterminación y otros actos inhumanos. En su sentencia, dictada el pasado 26 de julio, el tribunal manifestó que no se decidió por la cadena perpetua por varias razones, incluidas las manifestaciones de remordimiento, su cooperación con el tribunal y su “potencial para la rehabilitación”, entre otras.
'Duch' es el primero de los dirigentes de los Jemeres Rojos que ha sido condenado por el tribunal internacional que juzga los crímenes de genocidio cometidos por dicho régimen en Camboya. Entre 1975 y 1979, el régimen de la llamada Kampuchea Democrática, liderado por Saloth Sar (alias Pol Pot, fallecido en 1998), causó la muerte de alrededor de 1,7 millones de personas.
El Tribunal de Camboya --nombre oficial de esta instancia mixta, constituida por representantes camboyanos y por miembros de la ONU-- declaró a 'Duch', de 67 años, culpable de los cargos de asesinato, tortura y crímenes contra la Humanidad por su pasado como director de la prisión de Tuol Sleng, uno de los símbolos de la represión del régimen.
Fue condenado a 35 años de cárcel pero sólo tendrá que cumplir 19 años ya que los jueces le redujeron la sentencia por el tiempo que cumplió en prisión así como su detención ilegal en una cárcel militar camboyana antes de ser transferido al tribunal.
El Jemer Rojo declaró al tribunal que no tenía otra opción sino llevar a cabo las órdenes que le daban y “asesinar o ser asesinado”. Los fiscales insistieron en que era “ideológicamente de la misma opinión” que los principales líderes de los Jemeres Rojos y que no hizo nada para detener la tortura en la prisión.
Después del veredicto, numerosos camboyanos expresaron su indignación ante el tribunal, que ha gastado al menos 78,4 millones de dólares en donaciones extranjeras durante los últimos cinco años para llevar a 'Duch' ante el tribunal.