El Gobierno marroquí “no tiene ninguna intención de imponer hechos consumados” a España en la cuestión de la delimitación de sus aguas territoriales, dijo en la Cámara de Representantes el ministro de Exteriores, Naser Burita.
Este miércoles, Rabat aprobó por unanimidad de los diputados presentes (165) en la Cámara de Representantes (baja) del Parlamento las dos leyes 37.17 y 38.17 relativas a la delimitación de sus aguas territoriales y de la Zona Económica Exclusiva (ZEE). Tras la declaración de la aprobación, todos los parlamentarios presentes se pusieron de pie varios minutos para aplaudir la nueva normativa.
El ministro de Exteriores realizó una exposición en la que explicó los motivos de las dos medidas, refiriéndose largamente a España. “No solo es un vecino, es un socio estratégico y aliado de confianza” para Marruecos, y por ello el país magrebí aplicará con él “el principio de la buena vecindad”. También añadió, en declaraciones posteriores a los medios de comunicación, que la visita el próximo viernes de la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, supone una oportunidad para “reafirmar la disposición de Marruecos al diálogo” sobre esta cuestión.
La demarcación de las aguas territoriales es una cuestión “negociable con los países vecinos”, recalcó Burita, que solo se refirió a España entre esos países vecinos, pese a que las aguas que está delimitando también son colindantes con las de Argelia y Mauritania.
Burita también quiso dejar claro que Marruecos “se aferra a su soberanía” y que “está abierto al diálogo con España (pero) en el marco de nuestros derechos estratégicos”, dijo ante los diputados.
Explicó que esta legislación supone determinar teóricamente su espacio basándose en las líneas de base, los estudios y la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, y apuntó que su país determinó “con soberanía el contenido de sus normativas y el momento de su aprobación”.
“No hay un país que no haya delimitado su frontera y Marruecos lleva retraso en esta cuestión (...). Cómo íbamos a saber que hay solapamientos con países vecinos si no delimitamos nuestra frontera marítima”, indicó Burita.
Según el ministro, Marruecos y España “supieron gestionar situaciones más graves” en el pasado, poniendo como ejemplo la cooperación en materia de lucha contra el terrorismo y la emigración irregular.
El proceso de delimitación, explicó, empezó en 2013 con la creación de una comisión integrada por varios ministerios e instituciones públicas afectadas, y se contó también con la experiencia técnica de un centro de estudios internacional.
El objetivo era actualizar sus leyes que regulaban el espacio marítimo de 1975 y 1982, y que tenían como límite al sur la ciudad de Tarfaya.
Con la nueva revisión normativa adoptada, Marruecos extiende su tutela jurídica sobre el espacio marítimo que incluye el Sáhara Occidental hasta la ciudad de Lagüera y en el noreste hasta Saidia, fronteriza con Argelia.
Con las dos leyes, Marruecos va a delimitar los 12 millas de las aguas territoriales, las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva y las 350 millas de la plataforma continental para armonizar sus leyes internas con la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar que el país magrebí aprobó en 2007.
Queda ahora la aprobación de las dos normativas en la Cámara de Consejeros (alta) del Parlamento antes de su publicación en el Boletín Oficial.