JERUSALÉN, 6 (EUROPA PRESS)
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha sido criticado tanto por ministros de su Gobierno como por la Autoridad Palestina por haber dicho que ni siquiera la próxima generación podrá presenciar la firma de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, pero él se ha defendido este lunes afirmando que “alguien tiene que enfriar y reducir las expectativas”.
Ghassan Jatib, portavoz del Gobierno palestino, opinó que la presencia de políticos como Lieberman en el Ejecutivo israelí “es una de las cosas que impiden cualquier avance hacia la paz, porque la paz significa el fin de la ocupación, pero Lieberman es partidario de la ocupación y de la actividad en los asentamientos” judíos situados en territorio palestino.
En unas declaraciones recogidas por el diario israelí 'Yedioth Ahronoth', Jatib añadió que, independientemente del papel que desempeñe Lieberman en el proceso de toma de decisiones del Gobierno hebreo, la Autoridad Palestina le ve como el ministro de Exteriores de Israel.
“La clave para alcanzar la paz con Israel es conseguir seguridad y paz, que son las condiciones de referencia de Israel para cualquier acuerdo de paz. Si no termina la ocupación no puede haber paz. Por lo que a nosotros respecta, la forma de pensar de Lieberman (...) es un gran obstáculo en el proceso”, subrayó.
Por su parte, varios ministros israelíes expresaron a 'Yedioth' su preocupación por los “juegos políticos” del ministro de Exteriores con los que, a su juicio, está preparando el terreno para el posible fracaso de las conversaciones de paz directas que iniciaron la semana pasada en Washington el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abbas.
“Indudablemente, esto es un problema”, admitió un ministro. “¿Se puede imaginar qué habría pasado si el ministro de Exteriores palestino hubiera hecho una afirmación así? Nos habríamos tirado todos a su cuello”, planteó.
El titular de la cartera de Asuntos Minoritarios, Avishay Braverman, ha llegado incluso a pedir a Netanyahu que considere la posibilidad de sustituir a Lieberman porque su comportamiento respecto a él, “que declara que quiere conseguir un gran avance en las conversaciones”, supone “un sabotaje de su política”. “Si Lieberman no puede apoyar el proceso, el primer ministro tendrá que encontrar a alguien que sí lo haga”, recalcó.
Pero otro ministro restó importancia a lo dicho por el jefe de la Diplomacia israelí porque éste es “irrelevante” en las negociaciones con la Autoridad Palestina. “Al escucharle me di cuenta de que mira por sus propios intereses políticos. Está intentando llevar a su partido a lo que queda de extrema derecha en el Likud”, explicó.
Varias fuentes del Likud sugirieron que a Netanyahu le beneficia esta actitud de su ministro de Exteriores porque cuanto más a la derecha se posiciona éste, más mejora la imagen pública del primer ministro. “La coalición es estable. Sólo hay que entender las reglas del juego. Lieberman dice lo que quiere pero mientras, discretamente, apoya a Netanyahu”, aseguró una de las fuentes.
Pero Lieberman declaró este lunes a la Radio de Israel que “aparte de los entusiastas, tiene que haber alguien que enfríe y reduzca las expectativas”. “Vamos a firmar (un acuerdo) con alguien que está sobre un suelo que se tambalea”, dijo en referencia a Abbas.
“Estados Unidos le ha obligado a ir a esa reunión en Washington. ¿A quién representa Abbas? Hamás tiene el poder en Gaza, y las elecciones en la Autoridad Palestina se han aplazado dos o tres veces. Cualquier gobierno que llegue al poder con las próximas elecciones puede echar a Abbas y afirmar que no representa a nadie”, prosiguió.
Además, en su opinión, los palestinos “siempre están buscando excusas por las que no mantener unas negociaciones serias” y “para ellos todo es un espectáculo para culpar a Israel del fracaso de las conversaciones, así que ¿por qué vamos a darles la oportunidad de culparnos?”, se preguntó.
“Me da miedo crear una situación con muchas expectativas que no se pueden cumplir para que después toda la culpa recaiga sobre nosotros. Eso no puede ocurrir, debemos ser realistas”, insistió, porque “la decepción que vendría después podría arruinar lo que hemos conseguido hasta ahora”.
Para Lieberman, el resultado más ambicioso que se puede esperar es “un acuerdo interino duradero”. “La alternativa es ampliar nuestros logros en los ámbitos de la economía y la seguridad”, agregó. Aun así, destacó que está a favor de dar una oportunidad a las conversaciones directas.
Por otro lado, el ministro de Exteriores señaló que va a votar en contra de que se prolongue la suspensión de la construcción en los asentamientos de Cisjordania que impuso su Gobierno hace casi diez meses y que expira el 26 de septiembre. Los palestinos han amenazado con suspender las negociaciones si no se prorroga esta moratoria.
“Una promesa es una promesa”, y “no aceptaremos ninguna extensión”, declaró. “Prometo que si hay una propuesta que nosotros” (Yisrael Beiteinu, su partido) “no aceptamos, no será aprobada”, advirtió.