SANA, 13 (Reuters/EP)
Grandes multitudes se han echado a las calles nuevamente este viernes en Saná y en otras ciudades de Yemen para pedir al presidente del país, Alí Abdulá Salé, que abandone el cargo. Entretanto, éste ha comparecido ante sus partidarios para desafiar a sus detractores a que acudan a las urnas.
Al menos dos manifestantes han muerto y otros quince han resultado heridos por la intervención de las fuerzas de seguridad en Ibb, al sur de la capital, según han informado médicos y testigos. Con estas nuevas muertes serían ya más de 160 los manifestantes muertos desde que comenzaron las protestas contra Salé a mediados de febrero.
Saleh se ha aferrado al poder pese a que algunos miembros de su partido, altos cargos militares y líderes tribales le han retirado su apoyo en los últimos meses.
Ante miles de partidarios congregados este viernes en la capital, millones según la agencia oficial SABA, Salé ha reclamado en un tono desafiante a los “saboteadores” de la oposición que, “si quieren el poder, acudan a las urnas”.
“Vamos a enfrentarnos al desafío con otro desafío”, ha declarado. “Quien quiera el poder debe acudir a las urnas, que dejen de jugar con fuego”, ha proseguido. “Insto a la oposición a unirse al diálogo constructivo en el marco que sea y en el lugar que sea”, ha añadido.
Sus arengas han sido muy aplaudidas por los presentes, reunidos en lo que han bautizado como el 'Viernes de la Unidad', según la agencia estatal. Los manifestantes han expresado su apoyo a Salé al grito de “con nuestra alma y nuestra sangre, nos sacrificaremos por el presidente” y “Sí a la legitimidad constitucional y no al sabotaje”.
Mientras, las autoridades habían desplegado vehículos blindados, soldados e incluso a cadetes de la escuela militar con porras en Saná para contener a la marea de manifestantes antigubernamentales que inundaba 7 kilómetros de la principal avenida de Saná.
“Nos mantenemos firmes, tú líder de los corruptos”, han coreado los manifestantes contrarios a Salé. “Paz, paz, no a la guerra civil”, ha sido otro de los lemas.
Delante del escenario desde el que se han ofrecido los discursos, han sido colocados los cuerpos de trece manifestantes muertos el miércoles por disparos de las fuerzas de seguridad en Saná. Uno de ellos era un soldado de las fuerzas leales al general, Alí Mohsen, que rompió con Salé hace semanas y ofreció su apoyo a los manifestantes.
Miles de personas de la tribu Kholan, apartentemente desarmados, se han unido a la protesta en Saná. “Estaremos con la oposición y la apoyaremos hasta que el régimen abandone”, ha defendido el jeque Bakil al Sufi, su líder, ante los manifestantes. “Decidlo en alto: victoria o muerte”, ha agregado.
En su sermón, el clérigo Mohamed al Fashiq ha instado al Ejército a dejar de obedecer a Salé. “A todos los responsables del Ejército y a todos aquellos que están con el tirano, temed a Dios y uniros a la revolución”, ha reclamado.
Así las cosas, el presidente ha ofrecido un “diálogo constructivo” a la coalición opositora, pero no ha prometido firmar el acuerdo propuesto por los países del Golfo que ambas partes ya habían aceptado. En virtud de dicha propuesta, Salé debería dimitir en un plazo de 30 días y dejar paso a un gobierno de unidad nacional dirigido por un primer ministro de la oposición.
PROBLEMAS DE SUMINISTRO
El punto muerto en el que se encuentra la crisis política y la prolongación de las protestas han puesto en serios aprietos a la ya de por sí frágil economía yemení.
“Si el problema persiste, el Gobierno será incapaz de cumplir con las necesidades mínimas de los ciudadanos. La situación planteará una catástrofe más allá de lo imaginable”, ha advertido ante el Parlamento el ministro del Petróleo, Amir al Aidarous, según informa la agencia oficial SABA.
El ministro se ha quejado de que la inestabilidad política y el sabotaje de los oleoductos y gasoductos ha contribuido a exacerbar el problema del suministro energético.
“Varias compañías petroleras han abandonado el país y las refinerías en la provincia de Adén (suroeste) están paralizadas desde hace una semana”, ha subrayado Aidarous.
Ante esta situación, el Parlamento ha decidido convocar una reunión con el Gobierno para discutir los problemas energéticos y la falta de gas, diésel y gasolina así como los persistentes cortes eléctricos, según informa SABA.