Las autoridades marroquíes impidieron hoy a cuatro parlamentarios vascos del Intergrupo Paz y Libertad para el Pueblo Saharaui entrar en el territorio del Sáhara Occidental, donde tenían pensado desarrollar una semana de visitas.
Según informó a Efe desde el mismo avión Carmelo Barrio, del Partido Popular y coordinador del grupo de cinco personas, el avión de la compañía Binter aterrizó en El Aaiún procedente de Gran Canaria, pero nada más aterrizar un representante del gobierno marroquí les comunicó verbalmente que no podrían bajar a tierra y debían regresar en el mismo avión a las islas.
El propio comandante del vuelo de Binter fue instruido para que transportara de vuelta a Gran Canaria a los parlamentarios vascos, a los que acompañaba una periodista y activista saharaui llamada Nezha Khalidi, que sí pudo bajar a tierra.
Carmelo Barrio dijo que la intención de los parlamentarios era “tomar contacto con los representantes del pueblo saharaui” y hablar con las organizaciones pro derechos humanos, sin excluir una reunión con las autoridades marroquíes “si ellos nos lo piden”, aunque reconoció no haber contactado previamente con ellos.
No es la primera vez que un grupo de políticos españoles se ve obligado a dar media vuelta sin pisar siquiera el territorio saharaui; de hecho, lo más habitual es que esto suceda casi sistemáticamente.
Las autoridades marroquíes nunca dan una orden de expulsión por escrito, pero suelen argumentar a posteriori que esas visitas vienen marcadas por “una agenda hostil” hacia Marruecos, además de que los visitantes “infringen las reglas migratorias” porque ingresan como turistas cuando en realidad tienen una agenda política.
En el año 2016, último del que se disponen de cifras oficiales, las autoridades marroquíes expulsaron a 93 personas en total cuando trataban de entrar al Sáhara o cuando ya habían entrado, todos por esas mismas razones.
El propio Carmelo Barrio dijo que ya en otra ocasión fue expulsado del Sáhara en circunstancias similares a las de hoy, mientras que en una visita posterior sí logró entrar en el territorio saharaui, aunque en aquella visita dijo haberse sentido “constantemente vigilado”.
Preguntado por si su postura representaba a la del Partido Popular, Barrio dijo que en el PP “hay posturas muy diversas” sobre el conflicto del Sáhara, y recalcó que en Euskadi “hay una corriente muy fuerte de solidaridad con los saharauis”.
El viaje abortado del Intergrupo vasco tuvo este año un particular interés después de que el Gobierno español hubiera desaconsejado viajar a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), a pesar de que la visita del intergrupo tuviera como foco de interés el territorio controlado por Marruecos.