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Micheletti instaura una “mesa de diálogo” con representantes de Zelaya y una misión de la OEA como observadora

TEGUCIGALPA, 7 (Reuters/EP)

El Gobierno 'de facto' de Honduras llamó formalmente este martes a un diálogo con representantes del depuesto presidente del país Manuel Zelaya, y con una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) como observadora, para poner fin a la peor crisis política en Centroamérica en décadas.

El presidente 'de facto', Roberto Micheletti, indicó que a partir de este miércoles se instaurará una mesa de diálogo que integrarán representantes de su Gobierno y de Zelaya, y que contará con la mediación de la misión de cancilleres de la OEA encabezada por el secretario general de esta organización, José Miguel Insulza.

Para el llamado “Acuerdo de Guaymuras”, Micheletti propuso que en la mesa de negociaciones, en la que participarán tres representantes por cada parte, se revisen algunos temas incluidos en el “Acuerdo de San José” propuesto por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias.

“Mi Gobierno convoca a una mesa de diálogo para abordar con nuevo espíritu los temas que de alguna manera ya han sido objeto de consideración en documentos de trabajo en el diálogo de San José”, explicó Micheletti.

“En particular dos temas cruciales que se refieren al respeto de los poderes del Estado y a la amnistía”, señaló el presidente de facto, que no mencionó la posibilidad de analizar la cuestión del regreso a la presidencia de Zelaya, incluido en el “plan Arias” y algo que ha pedido una y otra vez la comunidad internacional.

El plan propuesto por Arias establece como solución a la crisis política, además de la restitución de Zelaya en el poder, un Gobierno de unidad nacional y solicitar al Congreso la declaración de una amnistía general, entre otras medidas.

ZELAYA INSISTE EN VOLVER AL PODER

Zelaya, que permanece en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa desde que regresó en secreto al país el mes pasado, consideró que el llamamiento del Gobierno de facto es sólo una maniobra dilatoria e insistió en que le debe ser devuelto el poder.

“Mi restitución, como símbolo de oponerse a los golpes de estado, de no permitir que un presidente que puso el pueblo venga una camarilla a quitarlo, eso es innegociable y el pueblo hondureño creo que lo entiende muy bien”, afirmó en declaraciones al canal 11 de la televisión local.

Sin embargo, Zelaya ratificó que sus representantes se sentarán en la mesa de diálogo mediada por la OEA a partir del miércoles.